No deben buscarse excusas
A casa, con rabia porque despu¨¦s de que Dinamarca y Suecia empataran a dos, no quedaba ninguna posibilidad. Y con las l¨¢grimas de Cassano, convencido de haber marcado el gol que supon¨ªa la clasificaci¨®n. Cuando se acerc¨® al banquillo le dijeron cu¨¢l era la situaci¨®n. Resulta dif¨ªcil hablar de un partido que no he visto, pero es una verdadera coincidencia que en el otro campo se produjese un 2-2 del que se habl¨® durante tantos d¨ªas. Puedo hablar del encuentro que he visto e Italia volvi¨® a jugar mal. Un poco mejor que contra Dinamarca, pero claramente peor que contra Suecia.
En la primera parte no se produjo pr¨¢cticamente nada rese?able, tan s¨®lo un buen disparo de Fiore con un rechace del portero tras el cual Del Piero fall¨® el gol m¨¢s f¨¢cil. Y de nuevo los agobios, de nuevo cuesta arriba con un resultado a remontar. Un penalti de Materazzi sobre Berbatov al final del primer tiempo, de aquellos que en nuestro campeonato no siempre se pitan, pero que s¨ª era. El ¨¢rbitro Ivanov no mostr¨® la misma severidad con una falta sobre Cassano en la segunda mitad, pero tomarla con el ¨¢rbitro ser¨ªa absurdo y es una pel¨ªcula que ya vimos en el Mundial.
Por el contrario, es muy grande la sospecha de que esta selecci¨®n no era tan fuerte como se cre¨ªa o como muchos cre¨ªan. Incluso la victoria sobre Bulgaria, que realiz¨® un partido honesto ya que no se limit¨® a defender el 0-0, ha sido un espejismo. Y de nuevo hay que dar las gracias a Buffon, que salv¨® el resultado antes del gol de Cassano.
Si en Oporto recibimos la torta, seguimos con el tema de la comida: en esta ocasi¨®n fue una selecci¨®n sin pimienta. Incapaz, por ejemplo, de imponer su juego desde el primer momento. Demasiado lenta, deslavazada y con las l¨ªneas muy separadas. Bajo una fuerte lluvia, pronto se vio que algunos no ten¨ªan su noche: Del Piero fue el peor y no se comprende por qu¨¦ Trapattoni lo mantuvo en el campo hasta casi el final. La carta de Di Vaio deber¨ªa hab¨¦rsela jugado antes, al menos para aprovechar su velocidad.
Pero todos estos son argumentos in¨²tiles, porque debido al resultado que se produjo en el otro campo, Italia podr¨ªa haber ganado 10-0 y tambi¨¦n habr¨ªa quedado eliminada. Pero habr¨ªa sido una eliminaci¨®n diferente. Esta es trist¨ªsima, merecida y tras mostrar un juego insuficiente. Al analizar el papel durante la competici¨®n, que ha durado tan poco, es f¨¢cil decir que el primer paso hacia la eliminaci¨®n se dio contra Dinamarca. Contra Suecia, Italia realiz¨® un bonito partido con poca fortuna.
Buffon se confirma como uno de los mejores porteros del continente y regresa a casa tras haber encajado dos goles, uno tras un taconazo imposible y el otro en un penalti. Ayer hubo una buena reacci¨®n al inicio de la segunda parte que desemboc¨® en el gol del empate a cargo de Perrotta. Pirlo estuvo confuso toda la noche, aunque nuestros puntas tuvieron a menudo la tendencia a meterse en fuera de juego, lo que ralentiz¨® sus pases.
Zambrotta realiz¨® un gran partido, jugando de lateral, de extremo y, tras la salida de Perrotta, incluso de medio centro. En la delantera, de nuevo los mejores detalles los dej¨® Cassano. Suyo fue el gol de la ilusi¨®n y el pase que luego dio lugar al tanto de Perrotta. Suyas fueron tambi¨¦n algunas intuiciones, aunque fue como clamar en el desierto.
Corradi que, sorprendentemente, se encontr¨® a menudo jugando a espaldas de sus compa?eros, casi nunca tir¨® a puerta. Trapattoni, que por precauci¨®n mantuvo a Vieri en reposo, decidi¨® que entrase a jugar en el minuto ocho del segundo tiempo. Vieri se hizo notar al mandar cinco cabezazos por encima de la porter¨ªa, aunque en una ocasi¨®n fue entre los tres palos. Pero no hizo nada m¨¢s.
Ahora se puede recurrir a diversas excusas: que el ¨¢rbitro estaba en contra, aunque Ivanov no es Moreno [el pol¨¦mico ¨¢rbitro del Italia-Corea del 2002] y es considerado uno de los mejores de Europa. Y tambi¨¦n la de los adversarios desleales, que mandan a casa a una Italia que, no hay que olvidar, ha sumado cinco puntos. En otros grupos ha habido equipos que se han clasificado con cuatro. Pero ¨¦ste no era un grupo dif¨ªcil; no convirtamos a nuestros adversarios en monstruos.
Italia se ha encontrado en una situaci¨®n dif¨ªcil por sus propios errores. De siete partidos oficiales, entre el Mundial y la Eurocopa, frente a Ecuador, Croacia, M¨¦xico, Corea del Sur, Dinamarca, Suecia y Bulgaria, la Italia de Trapattoni s¨®lo gan¨® el primero y el ¨²ltimo, ¨¦ste en el tiempo de descuento. Algo querr¨¢ decir todo esto.
Tal vez el campeonato italiano y las Copas de Europa hayan provocado comentarios sobre una grandeza relativa o tal vez hayamos construido monumentos con una base poco s¨®lida. Son consideraciones en las que profundizaremos y ya resulta bastante dif¨ªcil ordenar los pensamientos cuando se redactan estas l¨ªneas en un estadio pr¨¢cticamente vac¨ªo, donde sigue lloviendo.
Durante meses, entre Espa?a e Italia hubo una pol¨¦mica sobre el juego espectacular, sobre la belleza y la eficacia de las respectivas escuelas. Con Espa?a ya en casa, ahora se va Italia. No se pod¨ªa prever, pero tampoco resulta sorprendente.
? La Repubblica / EL PA?S
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