La reina de Br¨¹ckner
Nedved, que quiere "correr un marat¨®n" y huye de la publicidad, apura quiz¨¢ el ¨²ltimo intento de ganar un t¨ªtulo con la Rep¨²blica Checa
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Termina el entrenamiento de la selecci¨®n de la Rep¨²blica Checa y todos los jugadores se tienden en la hierba a estirar sus m¨²sculos o a relajarse mirando el cielo y las monta?as que rodean Sintra, con sus castillos y sus bosques. Son la selecci¨®n m¨¢s espectacular de la Eurocopa, un equipo que se ha permitido eliminar a Alemania con los jugadores del banquillo. Ayer, unas horas despu¨¦s de la victoria (2-1), se sent¨ªan satisfechos. Dieron por terminado el entrenamiento y se relajaron. Todos, menos el capit¨¢n, Pavel Nedved, que sigui¨® corriendo con ese trote tan caracter¨ªstico, volcando el peso sobre la punta de los pies y usando las rodillas como amortiguadores, como si estuviese moliendo trigo. Los pelos claros se le sacud¨ªan con cada zancada, mientras iba y ven¨ªa a lo largo del campo, con la mirada perdida en el suelo y sin hacer caso a los aficionados que le gritaban desde la grada: "?Pavel! ?Pavel!".
Sus joyas son un par de correas de cuentas de pl¨¢stico con los colores de la bandera de su pa¨ªs
El seleccionador, Karel Br¨¹ckner, no dice nada. Apenas ha hablado durante la pr¨¢ctica, para demostrar c¨®mo hay que perfilarse en un remate. Luego se ha quedado pensativo, paseando mientras sus jugadores se estiran en la hierba. Pensativo, la mirada de zorro, el flequillo blanco y largo, mientras su jugador estrella hace una demostraci¨®n de c¨®mo debe comportarse un profesional.
Br¨¹ckner es un mani¨¢tico de rostro apergaminado que desprecia todo lo que no considera parte esencial del f¨²tbol. Lo apasiona el juego en un sentido profundo. Adora el ajedrez, la estrategia, la t¨¢ctica, los movimientos de ataque y defensa, el estudio del adversario, el conflicto. El f¨²tbol, para Br¨¹ckner, se juega sobre un tablero parcelado y hay piezas que tienen un valor especial. Si en la selecci¨®n checa ¨¦l es el Rey, Nedved es su Reina.
Nedved no jug¨® contra Alemania. Se reserva para enfrentarse a Dinamarca, en Faro, el s¨¢bado. Viene de completar una temporada agridulce tras ser elegido como el mejor jugador de Europa. A su Bal¨®n de Oro ha sumado una campa?a decepcionante con el Juventus. El 30 de agosto cumplir¨¢ 32 a?os y sabe que ¨¦sta puede ser su ¨²ltima Eurocopa. Su ¨²ltima ocasi¨®n de ganar el trofeo que perdi¨® en la final de 1996, contra Alemania.
En 1996 Nedved no era el jugador m¨¢s valorado de la Rep¨²blica Checa. Su progresi¨®n no hac¨ªa pensar en lo que ha llegado a ser. ?l tampoco se lo imagin¨®. De hecho, el deporte favorito en su infancia fue el hockey sobre hielo. Lo practic¨® en su pueblo natal, Skalma, junto a la frontera con Alemania, antes de ir reclutado al Sparta de Praga.
Adem¨¢s de tener un notable grado de lucidez, Nedved es un tipo escurridizo que prefiere no dar publicidad a su cara. "No soy la clase de jugador que firma contratos de patrocinio y graba anuncios", dijo al peri¨®dico alem¨¢n Sport Bild. "Prefiero dedicar mi tiempo al trabajo y a la familia, a mi hijo Pavel, a mi hija Ivana y a mi mujer".
Hijo de comunistas convencidos, Nedved hered¨® algunos principios de sus padres. Quiz¨¢ por eso tenga ese rapto conservador, ese pudor que le hace renegar de los tatuajes, cada vez m¨¢s extendidos en su gremio, de los adornos y de las zapatillas de marca. Su corte de pelo es deliberadamente antiguo: "No me importa", dice. Sus botas son de la marca Uhlsport, famoso fabricante alem¨¢n de guantes de portero. Sus joyas, ni aros, ni anillos ni brazaletes, son un par de correas de cuentas de pl¨¢stico rojo, blanco y azul, los colores de la bandera checa.
Primus inter pares de la selecci¨®n checa, Nedved no es un virtuoso nato pero sabe hacer bien casi todo. Sobre todo pegarle a la pelota con las dos piernas y casi desde cualquier posici¨®n. Si tiene un punto de fuga, es que su equilibrio mental depende de satisfacer su obsesi¨®n por hacer ejercicio f¨ªsico. En su casa de Tur¨ªn tiene un gimnasio privado para aprovechar el tiempo en que no entrena gastando energ¨ªa en tonificarse. Pero lo que m¨¢s le gusta es correr. "Mi sue?o es correr un marat¨®n", dice; "en los partidos corro porque correr me ayuda a concentrarme en la pelota y en el juego. En mi tiempo libre hago jogging".
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