En busca del autom¨®vil antial¨¦rgico

Durante el tiempo que dura un estornudo, un coche que circula a 90 km/h. recorre unos 25 metros sin que el conductor controle al 100% la situaci¨®n. Las alergias que afectan a las v¨ªas respiratorias son las m¨¢s comunes: las sufren el 15% de los espa?oles. El escozor y lagrimeo de los ojos, la congesti¨®n de la nariz y los mareos son los s¨ªntomas m¨¢s habituales. Un cuadro cl¨ªnico que reduce la visibilidad, los reflejos y la concentraci¨®n al volante. Y muchos conductores agravan el problema al automedicarse. Seg¨²n el doctor Antonio Pel¨¢ez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa, "hasta el a?o pasado, el 90% de los antihistam¨ªnicos que se vend¨ªan sin receta eran de primera generaci¨®n y provocaban un efecto sedante equivalente al de tener una tasa de alcohol en sangre de 0,5 gramos [superior a lo permitido por la ley]". "Loratidina y Cetirizina son algunos de los f¨¢rmacos de segunda generaci¨®n que no producen tanta somnolencia", a?ade este especialista.

Filtros y materiales saludables

Los fabricantes investigan para dise?ar modelos antial¨¦rgicos que impidan la entrada de p¨®lenes, ¨¢caros y otros agentes nocivos, y que no provoquen tampoco alergias por contacto a los ocupantes.

Las marcas cumplen con las diferentes normativas vigentes, y aunque algunas prestan una atenci¨®n especial, la preocupaci¨®n por los hipersensibles es cada vez m¨¢s alta. Anders K?rrberg, director del departamento medioambiental de Volvo, asegura que "en una escala de 1 a 10 que mida la cantidad y calidad de soluciones antial¨¦rgicas aplicadas, Volvo y Audi obtendr¨ªan un 10; BMW y Mercedes, un 8, y el resto, en torno a 6 o 7". Los filtros de carb¨®n activo y la utilizaci¨®n de materiales saludables para revestir el interior (tapicer¨ªas, etc¨¦tera) son las soluciones m¨¢s generalizadas. Los filtros capturan las part¨ªculas, y los modelos m¨¢s avanzados incluyen sensores que cierran los conductos de ventilaci¨®n si detectan que la calidad del aire puede ser perjudicial, como en el interior de un t¨²nel, por ejemplo.

Pruebas de control

Los materiales se someten a diversas pruebas. Una de las m¨¢s llamativas es la de temperatura extrema, que simula lo que sucede en el interior de un coche aparcado al sol. Se realiza a 120¡ã C y comprueba si la evaporaci¨®n de los elementos qu¨ªmicos que contienen las piezas produce mal olor o tiene efectos t¨®xicos sobre los ojos, la piel y el sistema respiratorio.

Otra certificaci¨®n consiste en identificar posibles alergias por contacto. La presencia de n¨ªquel, la sustancia que m¨¢s alergias d¨¦rmicas provoca y que se encuentra en los metales (tiradores de las puertas...), se comprueba aplicando reactivos qu¨ªmicos sobre las piezas. Lo mismo se hace con el cromio, que alarga la duraci¨®n del cuero y puede encontrarse en los volantes, tapicer¨ªas...

K?rrberg opina que las soluciones antial¨¦rgicas que se aplican en la actualidad est¨¢n ya cerca del tope de su desarrollo. "El objetivo es mejorar las emisiones de los escapes", concluye el especialista de la marca sueca. El doctor Francisco Feo, de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa, se?ala que las part¨ªculas de gas¨®leo que emiten los veh¨ªculos y las calefacciones favorecen la entrada del polen en el aparato respiratorio. "Por eso en las ciudades, al haberse inhalado previamente estos contaminantes gaseosos, se alcanza la misma respuesta bronquial con la mitad de polen que en un entorno rural".