Un 'software' sin garant¨ªa
Cada d¨ªa se descubren siete 'agujeros' en las aplicaciones de los fabricantes inform¨¢ticos
Los programas de 'software' controlan aeropuertos, gestionan hospitales, dise?an edificios y cuadran contabilidades. Pero cada d¨ªa se descubren siete nuevos agujeros en estas aplicaciones y, adem¨¢s, el 70% de estas vulnerabilidades son calificadas como "f¨¢ciles de explotar", seg¨²n Symantec. ?Es el 'software' un producto de mala calidad, en un eterno estado de prueba? Sus fabricantes dicen que no, pero reconocen que la responsabilidad de solucionar esos agujeros no deber¨ªa recaer sobre los usuarios.
Los creadores de virus tardan s¨®lo 10 d¨ªas en descubrir los fallos de los programas y explotarlos. Hace cinco a?os, les llevaba meses
Cuando Microsoft anunci¨®, en enero de 2002, que la seguridad de sus programas se convert¨ªa en su m¨¢xima prioridad, Bill Gates inform¨® a sus ingenieros de que, si en el proceso de desarrollo de un producto, se encontraban en la encrucijada de a?adir una nueva funci¨®n o solucionar un agujero, deb¨ªan solucionar el agujero.
La correlaci¨®n que existe entre las muchas posibilidades de un programa y su consecuente falta de seguridad es una discusi¨®n eterna de este negocio. En un mercado de alta competencia, los fabricantes de aplicaciones deciden a menudo publicar productos en fase beta [en prueba]. El problema es que, en las licencias de uso, la mayor parte de las compa?¨ªa no se hace responsable de esos fallos. Y el resultados es toda una industria que vive de solucionarlos.
?Est¨¢ el software preparado para gestionar un mundo en red, o es demasiado vulnerable? Un programa, explica Joaqu¨ªn Reixa, de Symantec, "tiene millones de l¨ªneas de c¨®digo. Pedirle que no tenga fallos es imposible". "Ning¨²n otro producto es tan complejo", confirma Carlos Jim¨¦nez, de Secuware.
Lo que subyace en el fondo de este problema es la concepci¨®n del ordenador personal como una m¨¢quina con muchas posibilidades. Santiago Roncero, de Trend Micro, explica: "Un avi¨®n no falla porque s¨®lo vuela. No intenta, adem¨¢s, tratar fotos, bajar m¨²sica, navegar por Internet y chatear con los amigos". Por eso, hace 15 a?os, cuando la inform¨¢tica era dedicada, la seguridad era muy superior: el PC era una m¨¢quina que s¨®lo serv¨ªa para una cosa y, adem¨¢s, no estaba conectada a Internet.
"Los fabricantes de software nos hemos dedicado durante muchos a?os", reconoce Su¨¢rez, de Network Associates, "a abrir los programas, incluir m¨¢s soluciones, m¨¢s servicios, m¨¢s posibilidades de comunicaci¨®n. En este proceso, hemos dejado muchos huecos abiertos. Ahora, se trata de asegurar todo eso que est¨¢bamos tratando de abrir". Otro problema es el reloj. En 1999, un creador de virus tardaba unos 281 d¨ªas en dise?ar un virus para explotar un agujero de seguridad despu¨¦s de que ¨¦ste se comunicara. Ahora, s¨®lo necesita 10 d¨ªas, seg¨²n la consultora Foundstone.
?No ser¨ªa m¨¢s l¨®gico que las compa?¨ªas de antivirus trabajaran con los fabricantes de software, en lugar de dejar en manos de los usuarios la instalaci¨®n de los parches y la compra de antivirus? Las compa?¨ªas de seguridad explican que ya lo hacen y que, adem¨¢s, trabajan con asociaciones que les obligan a compartir los fallos que descubran. Adem¨¢s, la mayor parte de las grandes compa?¨ªas de software trabajan con ingenieros especializados en seguridad que participan en el dise?o de los programas. Pero la pregunta original sigue en el aire: ?tienen los usuarios que hacerse cargo de esos fallos? Nadie contesta en voz alta. En voz baja, muchos ejecutivos del sector reconocen que deber¨ªa garantizarse por escrito la calidad del producto.
Correo basura, programas esp¨ªa y doble personalidad
No s¨®lo de virus viven las compa?¨ªas de seguridad. En los ¨²ltimos meses ha crecido la preocupaci¨®n por otros tres problemas de seguridad, todos ellos con denominaciones en ingl¨¦s.
'Spam'. El correo electr¨®nico no deseado es una pesadilla para usuarios dom¨¦sticos y empresas. Los anuncios de viagra, sexo gratis o hipotecas baratas inundan las buzones de correo electr¨®nico por todo el mundo. Dos de cada tres mensajes de correo enviados en abril eran spam, seg¨²n MessageLabs. Ya existen filtros para evitarlo (descargables en www.alerta-antivirus.es). Un consejo: nunca hay que responder al mensaje de spam para pedir que nos borren. Confirmar¨ªamos que nuestra direcci¨®n es activa.
'Spyware'. El software esp¨ªa se instala en los ordenadores de los usuarios que visitan determinadas p¨¢ginas. El objetivo es registrar datos sobre su navegaci¨®n, en el mejor de los casos, o robarle informaci¨®n, en el peor. Una versi¨®n comercial del spyware es el adware, que modifica los anuncios que ve el internauta cuando accede a una p¨¢gina web, sustituy¨¦ndolos por los de la competencia.
'Phising'. La ¨²ltima moda en ataques cibern¨¦tico es la suplantaci¨®n de personalidad. Al usuario le llega un correo que aparenta ser de un banco o comercio y, cuando visita la web (muy similar a la original), se le informa de que debe introducir sus datos personales y claves. En el ¨²ltimo caso, descubierto esta misma semana, hackers de EE UU enviaron m¨¢s de 100.000 correos para estafar a los clientes del Banco Popular.
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