La madera echa un pulso al cemento
La industria forestal europea intenta ser l¨ªder de los materiales de construcci¨®n en 2010
Los madereros europeos est¨¢n algo preocupados. Su industria, que emplea a 1,6 millones de personas en Europa y vende 150.000 millones de euros, tiene escasas perspectivas de crecimiento. As¨ª que su lobby, la CEI-Bois, ha decidido estimular el uso de la madera en construcci¨®n y echar un pulso a sus rivales: el hormig¨®n y el cemento.
El consumo medio en Europa, 0,2 metros c¨²bicos 'per c¨¢pita', est¨¢ muy lejos de los 0,5 metros c¨²bicos de Am¨¦rica
El Sibelius Hall es un precioso edificio de Lahti, una ciudad situada al norte de Helsinki. Antigua f¨¢brica reconvertida en auditorio, tiene una espectacular estructura de madera de la que cuelga una cortina de vidrio. Es el orgullo de la ciudad y el s¨ªmbolo de la diversificaci¨®n de la industria forestal y de su uso en construcci¨®n. All¨ª se ha celebrado este mes la 8? Conferencia Mundial de Ingenier¨ªa en Madera y se ha comprobado el impulso que Finlandia quiere dar al sector -vital en su econom¨ªa- y el apoyo que otorga al Roadmap 2010, el plan de acci¨®n que la CEI-Bois ha puesto en marcha para que la madera sea l¨ªder en construcci¨®n en el a?o 2010.
Finlandia hace ya tiempo que se ha puesto a ello. Seg¨²n manifest¨® en la conferencia su ministro de Agricultura y Bosques, Juha Korkeaoja, el consumo nacional anual de madera serrada, el indicador que utiliza el sector, se ha multiplicado por dos entre los a?os 1994 y 2000 hasta alcanzar un metro c¨²bico per c¨¢pita. Pese a esos esfuerzos, Europa en su conjunto, con un consumo medio de 0,2 metros c¨²bicos per c¨¢pita, est¨¢ muy lejos de los 0,5 metros c¨²bicos de Am¨¦rica del Norte.
Seg¨²n los estudios hechos por CEI-Bois y la propia Federaci¨®n de Industrias de la Madera de Finlandia, este material se percibe como un recurso natural, renovable, y econ¨®mico, pero no como un elemento fuerte, duradero, moderno y que impide mejor que otros la extensi¨®n del fuego o sus perversos efectos. Tampoco se tiene en cuenta que en Europa su explotaci¨®n s¨®lo se puede hacer preservando el medio ambiente -el 95% de los bosques de Finlandia, por ejemplo, est¨¢n certificados- ni se tiene suficientemente en consideraci¨®n sus efectos medioambientales. Si, como quiere CEI-Bois, el consumo anual de madera en Europa creciera un 4%, en lugar del 1% que prev¨¦ su escenario base, los bosques absorber¨ªan 150 millones de toneladas adicionales de CO2, y eso, en t¨¦rminos de mercado, reportar¨ªa un beneficio valuable en 1.800 millones de euros al a?o.
Reglamentariamente, seg¨²n los empresarios, no hay ninguna barrera que impida la extensi¨®n en el uso de la madera en la construcci¨®n. Es m¨¢s una cuesti¨®n de costumbres, de sensibilidad y muchas veces de falta de informaci¨®n. A ello tampoco ayuda la estructura del sector, marcada por el peque?o y mediano tama?o de las empresas, especialmente si se las compara con sus directas competidoras, las cementeras. La mayor europea, Heidelberger Zement factur¨® en 2002 casi 12.000 millones de euros, mientras la primera europea en madera, Finnforest-Moelven vendi¨® casi 2.000 millones. La consolidaci¨®n es, pues, una de las tareas pendientes de la industria.
Dos caminos
Y mientras la campa?a de sensibilizaci¨®n que ha puesto en marcha CEI-Bois marcha poco a poco, Finlandia emprende tambi¨¦n su propio camino con dos v¨ªas preferentes. La labor de investigaci¨®n y desarrollo en las propias empresas -con productos como WISA, un conglomerado de madera al que se le agrega laca o pl¨¢stico- y mediante una estrecha colaboraci¨®n entre la industria, los profesionales, la Universidad y las instituciones p¨²blicas, principalmente los ayuntamientos. Con madera como materia prima predominante, la ciudad de Helsinki est¨¢ desarrollando el barrio de Vikki, con un concepto absolutamente ecol¨®gico, y la ciudad de Porvoo desarrolla barrios residenciales como alternativa a las torres de los a?os setenta.
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