?gape y plegarias en el F¨®rum
Voluntarios sijs cocinan cada d¨ªa miles de platos vegetarianos para los asistentes al Parlamento de las Religiones El jefe de la naci¨®n mohawk resume en 45 minutos una leyenda de su pueblo cuya narraci¨®n dura 10 d¨ªas
Tras la ceremonia oficial de inauguraci¨®n del Parlamento de las Religiones en el auditorio del edificio F¨®rum -cuyo aforo, de 3.200 personas, fue insuficiente y tuvieron que habilitarse salas con pantallas en el Centro de Convenciones-, la jornada finaliz¨® con la cena multitudinaria que la comunidad ofreci¨® a todos los participantes. Es s¨®lo el primero de los ¨¢gapes integrados por 10 platos vegetarianos que unos 300 voluntarios sij, procedentes mayoritariamente de Birmingham (Reino Unido), cocinar¨¢n cada d¨ªa para los miles de inscritos como regalo con motivo del 400? aniversario de sus textos sagrados.
En los corrillos que se formaron, al igual que en los pasillos de las salas de debate, los presentes manifestaban un deseo com¨²n: que la espiritualidad, venga de donde venga, y el di¨¢logo interreligioso sirvan para construir puentes de entendimiento.
El F¨®rum estaba poblado de h¨¢bitos cat¨®licos, saris, t¨²nicas budistas, kip¨¢s, turbantes de confesiones orientales, sombreros de plumas de indios de Am¨¦rica y decenas de vestimentas irreconocibles para la mayor¨ªa. El Parlamento de las Religiones ha llenado el recinto del F¨®rum barcelon¨¦s de los colores y las vestimentas tradicionales que lucen sus participantes.
13Los visitantes que visten los h¨¢bitos de su confesi¨®n son minor¨ªa entre los m¨¢s de 6.000 inscritos -r¨¦cord indiscutible de los di¨¢logos-, pero son los m¨¢s llamativos y los que causan mayor curiosidad.
Entre el p¨²blico del recinto y entre ellos mismos, se produjeron ayer divertidas escenas, como la de una anciana monja cat¨®lica del Pa¨ªs Vasco y un monje budista tailand¨¦s, tambi¨¦n muy mayor, haci¨¦ndose fotograf¨ªas de recuerdo el uno al otro. Se saludaron como "hermanos" y sus caras delataban cierto asombro ante el exotismo que ve¨ªan en el otro.
Quiz¨¢ no ex¨®tico, pero s¨ª poco habitual, es ver la cantidad de ciudadanos de distintas nacionalidades que adoptan la vestimenta de la confesi¨®n que profesan y que no es originaria ni mayoritaria en sus pa¨ªses. Tres ejemplos de los muchos posibles: un monje budista de Ohio, una francesa convertida al hinduismo y un ingl¨¦s rastafari.
El arranque simb¨®lico del Parlamento, previo a la inauguraci¨®n oficial, se celebr¨® pasado el mediod¨ªa en la entrada del recinto, en una ceremonia de invocaci¨®n a la paz. Bajo un calor infernal, la fiesta tuvo un marcado acento anglosaj¨®n, explicable porque la organizaci¨®n del encuentro tiene la sede en Chicago.
En primer lugar se bendijo el T¨®tem de la Paz, un obelisco de madera que la organizaci¨®n The World Peace Prayer Society ha levantado en otros 250.000 puntos del planeta. A continuaci¨®n, entr¨® en escena la Llama de la Paz, de la mano de la asociaci¨®n pacifista World Peace Flame, que naci¨® en 1999 cuando se unieron en una las llamas de siete pa¨ªses.
Los portadores de la llama y el t¨®tem y unos 300 asistentes se dirigieron entonces hasta el Centro de Convenciones, frente al que representantes de la naci¨®n india de Norteam¨¦rica mohawk plantaron un arce, cuyas hojas representan la paz que firmaron cinco naciones tras siglos de enfrentamientos. Lo cont¨® a trav¨¦s del relato de una leyenda el jefe de la tribu, Jake Swamp.
"La leyenda se prolonga durante 10 d¨ªas, la he resumido en 45 minutos", afirm¨® Swamp cuando el p¨²blico estaba a punto de caer mareado tras m¨¢s de dos horas bajo el sol.
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