Fern¨¢ndez-Armesto recorre la historia de la comida desde el origen de nuestra cultura
El historiador fija ocho grandes revoluciones, del nacimiento de la cocina al microondas
Las ostras nos unen a nuestros antepasados porque son el plato que consumimos de forma similar a como se aliment¨® la especie humana desde su aparici¨®n; el microondas nos devuelve al estado primitivo, y el canibalismo es una tradici¨®n profundamente moral. Son afirmaciones de Felipe Fern¨¢ndez-Armesto (Londres, 1950), miembro de la Facultad de Historia Moderna de la Universidad de Oxford y autor de libros como Millenium o Civilizaciones, y que acaba de publicar en Espa?a Historia de la comida. Alimentos, cocina y civilizaci¨®n (Tusquets).
Fern¨¢ndez-Armesto, traje de raya diplom¨¢tica y leontina, pertenece al grupo de historiadores medioambientales que consideran la comida como un v¨ªnculo en la cadena de la existencia. Por eso, y porque "necesitaba un pretexto para comer", escribi¨® su particular Historia de la comida, una especie de ap¨¦ndice de Civilizaciones, su libro anterior, amenizada con ilustraciones y ejemplos sacados de fuentes muy variadas. La presentaci¨®n del libro se llev¨® a cabo, en un hotel madrile?o, aderezada por los platos del chef Javier Librero, quien interpret¨® esta peculiar historia, que abarca m¨¢s de medio mill¨®n de a?os, con un men¨² a base de tartar marino y ostras con agua de vegetaci¨®n; arroz cremoso de hongos y caracoles en dos texturas; lech¨®n crujiente al aceite de brasa con panaderas violetas y helado de p¨¦talos de rosas. Entre plato y plato, el historiador de origen espa?ol explic¨® que el m¨¦todo que ha adoptado para ordenar su Historia de la comida consiste en clasificar el material bajo el encabezamiento de lo que denomina "ocho grandes revoluciones".
Canibalismo
Ten¨ªa previsto empezar por el canibalismo, "una tradici¨®n profundamente moral que comparo con el vegetarianismo", pero le pareci¨® excesivo y decidi¨® comenzar por la revoluci¨®n que nos convirti¨® en humanos: la cocina. "Fue un paso adelante en la supervivencia de nuestra especie y el punto de partida de nuestra cultura", asegura. A continuaci¨®n situ¨® el descubrimiento de que la comida es m¨¢s que un sustento: "Su producci¨®n y consumo genera ritos y magia"; su tercera revoluci¨®n nutricional es la domesticaci¨®n y crianza de animales comestibles, en la que los caracoles ocupar¨ªan un lugar de honor; la cuarta, la agricultura; la quinta, el empleo de la comida como ¨ªndice de diferenciaci¨®n social; la sexta trata sobre el comercio de larga distancia; la s¨¦ptima abarca la revoluci¨®n ecol¨®gica en los ¨²ltimos quinientos a?os y concluye su an¨¢lisis con la industrializaci¨®n en el mundo de los siglos XIX y XX.
Fern¨¢ndez-Armesto considera una muestra de abandono que en Inglaterra no haya una universidad donde se puede cursar una historia de la alimentaci¨®n, "como sucede en Francia o en Italia", cuando se trata de una de las razones de ser de un Estado: "Ofrecer a los s¨²bditos ese aspecto de bienestar que es la alimentaci¨®n suficiente". En un perfecto espa?ol, aprendido a los 18 a?os, el historiador rechaza t¨®picos como el de conquistar a alguien por el est¨®mago. "Conquistar no es vencer; la comida es un aspecto clave de la cultura y la cultura nos puede cambiar para siempre. Quiz¨¢s hubiera sido m¨¢s pr¨¢ctico bombardear Irak con hamburguesas".
El futuro
En cuanto al futuro de la alimentaci¨®n, este peculiar historiador confiesa que se siente optimista - "Les recomiendo el pesimismo, es la ¨²nica manera de evitar la decepci¨®n"-. Su idea es que la mayor parte de las desgracias en los ¨²ltimos 200 a?os en el aspecto de la alimentaci¨®n se deben al aumento de la poblaci¨®n y al intento de dar de comer al mayor n¨²mero posible de personas. "Si experiment¨¢ramos una etapa de disminuci¨®n podr¨ªamos volver a m¨¦todos m¨¢s tradicionales y desechar los pesticidas y recuperar algo de la biodiversidad que hemos perdido".
Sin embargo, no es nada partidario de la comida basura: "La soledad del consumidor de comida r¨¢pida resulta poco civilizada. La comida est¨¢ perdiendo su car¨¢cter socializador". Y se muestra como un enemigo del microondas, un electrodom¨¦stico en auge que acabar¨¢ condenando al fracaso a la cocina casera. "Son populares por varias razones, ninguna de ellas buena: en primer lugar, por comodidad, es r¨¢pido y limpio para calentar comidas precocinadas y empaquetadas".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.