El ¡®duende¡¯ flamenco de Antonio Vega
La querencia poco conocida del m¨²sico por el arte jondo en una ¨¦poca dominada por el pop dej¨® rastro en su discograf¨ªa y en sus colaboraciones con los Carmona, los Flores o Raimundo Amador
La historia de Antonio Vega ¡ªexacerbada hasta adquirir car¨¢cter de leyenda¡ª es la que va del furor a la agon¨ªa de vivir y vuelta a empezar. Tal vez por eso grab¨® Ay pena, penita, pena, una canci¨®n que igual acompa?a en la muerte de un amor, en la aflicci¨®n de los que viven presos en la c¨¢rcel, en la amargura de los dur¨ªsimos a?os de la posguerra espa?ola o en la desesperaci¨®n de levantarse sin saber muy bien qu¨¦ hacer en cualquier ma?ana de cualquier d¨¦cada desde 1951 en adelante, desde el a?o en el que Luisa Ortega, hija de Manolo Caracol, grab¨® esta copla de Quintero, Le¨®n y Quiroga.
Popularizada poco despu¨¦s por Lola Flores, Ay pena, penita, pena habla de pesares, de lunas y noches, del mar, de venas y arenas, temas de inter¨¦s recurrente en el cancionero de Vega. Cumplidos ya 15 a?os del fallecimiento del cantante de Nacha Pop, uno de los mejores compositores espa?oles con permiso de Serrat y Sabina, se sabe que fue un hombre de mil caras, vulnerable y acerado a la vez, eterno estudiante de arquitectura y astronom¨ªa, aprendiz de construcci¨®n de maquetas de trenes, joven monta?ero y autor de algunas obras maestras en forma de canci¨®n.
Pero se conoce menos su querencia por lo flamenco, etiqueta audazmente heterog¨¦nea que agrupa un tipo de m¨²sica espa?ola que va de la copla al cante cl¨¢sico, en reinvenci¨®n constantes por sus mestizajes con la salsa, la rumba, el blues, el pop o el rock. ¡°Antonio fue importante para lo flamenco, para abrir los o¨ªdos a otros. En los a?os ochenta y noventa lo relacionado con ese tipo de m¨²sica se despreciaba. Fue el ¨²nico m¨²sico de la Movida, junto con Santiago Auser¨®n, que se interes¨® abiertamente por ¨¦l¡±, explica Jos¨¦ Manuel Gamboa, experto en flamenco, autor de libros como ?En er mundo! De c¨®mo Nueva York le mang¨® a Par¨ªs la idea moderna de flamenco (Athenaica Ediciones).
¡°S¨ª, ten¨ªa conocimiento como seguidor. Le ten¨ªa un gran respeto al flamenco, siendo consciente de que no era su ¨¢mbito¡±, detalla Jordi Tormo, editor de la revista cultural de difusi¨®n gitana alicantina Arakerando (que lleg¨® a los 100 n¨²meros y dej¨® de publicarse hace una d¨¦cada), y autor de La influencia de lo gitano y lo no gitano en la m¨²sica espa?ola, un art¨ªculo de investigaci¨®n publicado en la Universidad de Alicante en 2009.
Como un juego, repasando su discograf¨ªa se van descubriendo pistas. Por ejemplo, version¨® La Tarara, un cl¨¢sico medieval recuperado por Federico Garc¨ªa Lorca y popularizado por Camar¨®n de la Isla en La leyenda del tiempo. Y tambi¨¦n grab¨® Me quedo contigo, el super¨¦xito de Los Chunguitos, cuando en los ambientes cool ese era un tipo de m¨²sica que se ve¨ªa con malos ojos.
A Vega le interesaba especialmente la guitarra flamenca, y le encantaban Paco de Luc¨ªa, los Habichuela o Raimundo Amador. ¡°En los ochenta yo tocaba en un grupo de pop de la Movida, pero en cuanto Antonio me ve¨ªa me ped¨ªa que le ense?ara a tocar flamenco¡±, recuerda al tel¨¦fono Gamboa, productor de discos de Enrique Morente, Carmen Linares y Gerardo N¨²?ez, y editor de la antolog¨ªa de Camar¨®n publicada por el sello Mercury en 1996.
Vega, que siempre compon¨ªa sus temas con una guitarra espa?ola, seg¨²n confes¨® al periodista Santiago Alcanda, sent¨ªa casi obsesi¨®n por el instrumento ¡°que tocaba muy, pero que muy bien, y eso se le est¨¢ poco reconocido¡±, subraya Gamboa. ¡°Oigo guitarras, suenan guitarras por todos lados¡±, canta Vega en una canci¨®n llamada as¨ª, Guitarras, de su primer disco en solitario, No ir¨¦ ma?ana, publicado de 1992 por el sello ?rea Creativa, del productor Paco Mart¨ªn.
Esta cosa tan especial, casi gitana, de sentir una ligaz¨®n casi f¨ªsica con la guitarra queda m¨¢s clara en el disco Medio hombre medio guitarra, de Raimundo Amador, publicado en 2010, que incluye una canci¨®n titulada Sal de najas, grabada tiempo atr¨¢s. En ella, Amador toca la guitarra espa?ola y Vega toca la el¨¦ctrica. En modo ¡°muy flamenco y muy Led Zeppelin. A m¨ª me ha gustado mucho Antonio, pero no conoc¨ªa esa faceta suya tan Led Zeppelin y tan aflamencada¡±, explic¨® el exintegrante de Pata Negra al periodista Juan Puchades en una entrevista en Efe Eme. La canci¨®n era inicialmente un instrumental, pero Vega falleci¨® y entonces Amador decidi¨® incorporar unos versos escritos a cuatro manos con Santiago Auser¨®n en los que le retratan como ¡°un demonio bueno¡± que se encontrar¨ªa con Camar¨®n ¡ªy tambi¨¦n con Jimi Hendrix¡ª al llegar al cielo.
En esta querencia de Antonio Vega tambi¨¦n hay algo de enamoramiento en las maneras de cierto esp¨ªritu flamenco ligado a la m¨²sica, tambi¨¦n presente en el rock y en el blues. Es la idea de vivir a tumba abierta, en los misterios de la noche ¡ª¡±mi adorada enemiga¡±, cantaban los Ketama en No estamos locos¡ª, acompa?ada del uso continuado de drogas. En Camar¨®n de la Isla. El dolor de un Pr¨ªncipe (Libros del KO), el periodista de EL PA?S Francisco Peregil cuenta que Paco de Luc¨ªa?lleg¨® a plantearse contratar a unos secuestradores para alejar a Camar¨®n de la hero¨ªna, y no es improbable que en el c¨ªrculo de Antonio Vega algunas personas pensaran lo mismo.
En todo caso, como los amores de verdad, la querencia de Vega por lo flamenco es de ida y vuelta. En miles de pisos an¨®nimos en barrios de Sevilla, Madrid, Barcelona o Valencia, tambi¨¦n en las casas y chalets de los Flores o los Carmona o en el carmen de los Morente en el barrio del Albaic¨ªn cerca de las cuevas del Sacromonte, en Granada, las melod¨ªas, las letras y los toques de Vega se han ido escuchando atentamente en el tiempo. A lo largo de su vida, Vega fue hilvanando amistades, tropiezos y encuentros. Jordi Tormo subraya que fue buen amigo de Antonio Flores, que escribieron juntos Luces de alcohol, publicada en el disco del hijo de Lola Flores Gran V¨ªa (1998). Version¨® adem¨¢s el tema de Flores Mi habitaci¨®n para el disco Cosas tuyas (2002), publicado en su homenaje, e incluido despu¨¦s en el disco Escapadas (2004) de Vega.
Hay m¨¢s. El autor de Lucha de gigantes tambi¨¦n colabor¨® con Rosario Flores en la composici¨®n e interpretaci¨®n del tema En el mismo lugar, incluido en el disco Contigo me voy (2006), y esta eligi¨® El sitio de mi recreo ¡ªcasi una instituci¨®n en el mundo flamenco, versionada por muchos¡ª para incluirlo en su disco Parte de m¨ª (2008), grab¨¢ndola despu¨¦s en directo, a d¨²o con Antonio Carmona, en el Teatro del Liceu de Barcelona.
De los Carmona es conocida la amistad y el respeto por la obra y la figura de Antonio Vega. La versi¨®n de Ketama de la canci¨®n Se dejaba llevar por ti, publicada en el disco De ak¨ª a Ketama (1995), es probablemente m¨¢s conocida que la original, presente en el ¨¢lbum No me ir¨¦ ma?ana. Y en el monogr¨¢fico Especial Antonio Vega, emitido por Telecinco en 2004, Josemi Carmona declar¨® que Antonio era uno de sus ¡°gur¨²s¡±, junto con Antonio Flores, Ray Heredia y Camar¨®n de la Isla.
¡°S¨ª, con Camar¨®n ten¨ªa algunas cosas parecidas¡±, explica ahora Josemi Carmona. ¡°Los dos eran t¨ªmidos, muy suyos y a la vez ten¨ªan un sentido del humor particular¡. Eran unos genios los dos, y ve¨ªan el efecto que produc¨ªa su arte en otras personas, su poder. Y eso es dif¨ªcil de gestionar¡±, explica el guitarrista de Ketama al tel¨¦fono. Para Carmona, tanto el madrile?o como el gaditano eran personas muy admiradas y queridas, idolatradas por muchos. Y eso era un arma de doble filo. ¡°All¨¢ por donde entraban se hac¨ªa un silencio. Eran gente muy especial, y eso no ha de ser f¨¢cil llevarlo¡±, reflexiona.
El autor de Luz de cruce tuvo tambi¨¦n su peso en la familia Morente. A finales de 1991 Antonio Vega estaba grabando No me ir¨¦ ma?ana en los estudios Cinearte de Madrid, donde coincidi¨® con Enrique Morente, que preparaba su disco Misa flamenca, y tambi¨¦n con Camar¨®n y Paco de Luc¨ªa ¡ªque tild¨® a Antonio Vega de ¡°maestro¡± cuando se encontraron una noche en una ceremonia de homenaje a Ketama¡ª, que estaban grabando Potro de rabia y miel. Fue all¨ª donde Vega le pidi¨® a Gamboa que le presentara a Morente. Y en una entrevista posterior, el cantaor granadino explic¨® que, entre toma y toma, a veces se ve¨ªan en el bar del estudio ¡ªtambi¨¦n con Camar¨®n¡ª donde hablaban de sonidos y del flamenco.
Poco despu¨¦s, Morente ¡ªque cant¨® la composici¨®n de Vega ?ngel ca¨ªdo en el homenaje por el fallecimiento del l¨ªder de Nacha Pop¡ª empez¨® a darle vueltas a la idea de registrar un disco entero con canciones de Vega. Pero no pudo ser. Gamboa recuerda ahora que cuando Morente iba a grabar? ?ngel ca¨ªdo tuvo que comunicarle al granadino que hab¨ªa fallecido Mario Pacheco, del sello Nuevos Medios, figura musical fundamental en la eclosi¨®n del nuevo flamenco. A lo que el cantaor del Albaic¨ªn contest¨®: ¡°Gambo¨ªta, vete haciendo la idea de que cada vez somos menos, y menos que vamos a ser¡±. Morente muri¨® d¨ªas despu¨¦s, dejando como testamento musical la canci¨®n de Vega.
Dec¨ªa el poeta Rilke que el?placer?y la?pena?son la realidad m¨¢s profunda del coraz¨®n humano, y en una entrevista con El Correo de Andaluc¨ªa, en 1993, Antonio Vega habla de sus ganas de componer ¡°temas con un duende m¨¢gico paseando¡±. En su universo, el duende, el placer y la pena son algo parecido a su sistema solar, casi su retrato m¨¢s fidedigno a escala real.
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