D¨ªa de Tour

Esa era mi fuga. Si, ah¨ª deber¨ªa estar yo, y no aqu¨ª. En la ¨²ltima etapa de la pasada Dauphin¨¦ Liber¨¦ -la carrera m¨¢s importante de entre las previas al Tour- me met¨ª en la escapada buena el ¨²ltimo d¨ªa. ?ramos siete, y entre ellos dos de los de ayer, O'Grady y Casar. Gan¨® O'Grady c¨®mo no, y yo solo pude ser tercero. Ese d¨ªa, aparte de la paliza pertinente, saque una cosa en claro: la rueda a vigilar a la hora de las escapadas era la del australiano.

La otra noche mientras hablaba con mi mujer por tel¨¦fono vi una estad¨ªstica curiosa en Eurosport. Indicaba que hab¨ªa ocurrido el d¨ªa despu¨¦s de la crono por equipos en los ¨²ltimos a?os. Sprint o escapada, esa era la dicotom¨ªa. ?Y qu¨¦ tendr¨¢ que ver, me dijo ella? Pues mucho -le dije haci¨¦ndome el listo, como siempre- porque despu¨¦s de la crono se establecen ya las primeras diferencias de tiempo significativas en la general. Si el l¨ªder es un candidato a ganar en Par¨ªs, seguramente le interesar¨¢ perder el maillot para no desgastar a su equipo. Preferir¨¢ instaurar un gobierno transitorio hasta que las monta?as dicten su ley. Y luego est¨¢ la cuesti¨®n de los sprinters. Si ha habido un dominador claro en las volattas, es posible que su equipo trabaje y la fuga no vaya demasiado lejos. Aunque tambi¨¦n puede pasar lo contrario -es m¨¢s raro que ocurra-, que piensen: que tiren otros, que nosotros ya hemos ganado. Y si no ha habido un dominador, a ver qui¨¦n es el guapo que coge la responsabilidad para que despu¨¦s te roben la cartera en la ¨²ltima pedalada. El caso es que ayer paso lo que ten¨ªa que pasar, adelante y... atr¨¢s.

?Y qu¨¦ paso atr¨¢s? Pues que se relajaron en exceso, y as¨ª es como llegan las ca¨ªdas. Se pierde la concentraci¨®n y es lo que pasa. Bien es cierto que la meteorolog¨ªa no ayudaba, y que una de las ca¨ªdas se produjo claramente por una mancha de aceite o gasoil en una curva, de esas que suelen dejar a menudo los veh¨ªculos que preceden a la carrera. Lo triste es que al final se vieron las im¨¢genes habituales de la primera semana. Unos por el suelo levant¨¢ndose desorientados, y esos ni tan mal, que otros no se pod¨ªan ni levantar. Otros como locos deshaciendo el nudo que hab¨ªa formado su bicicleta con cualquier otra. Mientras tanto los mec¨¢nicos corr¨ªan con ruedas en las manos, o directamente con bicicletas enteras. Entre ellos el p¨²blico que tuvo la suerte de ver el espect¨¢culo en directo enredando por all¨ª en medio, seguramente con la intenci¨®n de ayudar... El Tour, esto es el Tour. Viendo esto... tampoco estoy tan mal donde estoy.

Pedro Horrillo es corredor del Quick Step.