Ensayos sin humo
Una minor¨ªa de empresas se adelanta a la intenci¨®n del Gobierno de prohibir fumar a finales de 2005
El Gobierno ha declarado su intenci¨®n de adelantar la prohibici¨®n de fumar en los centros de trabajo a finales de 2005. Con la fecha definitiva a¨²n por definir, muchas empresas se han adelantado y se han declarado libres de humos. Pero a¨²n son minor¨ªa. Al margen de los sectores regulados con anterioridad -en comercios y hospitales, por ejemplo, hace a?os que no se puede fumar-, las multinacionales parecen las m¨¢s sensibilizadas. Pocas compa?¨ªas escapan al debate. Lo importante es que el proceso sea consensuado con los trabajadores para evitar resistencias y que vaya acompa?ado de medidas de apoyo a los empleados fumadores.
En TPI tuvieron claro desde el principio que el fin del tabaco deb¨ªa acompa?arse de programas de deshabituaci¨®n para los fumadores
Hace tres a?os, una encuesta de la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer (AECC) conclu¨ªa que s¨®lo el 14% de las empresas espa?olas hab¨ªa establecido alguna pol¨ªtica concreta sobre el tabaco. D¨®nde se puede fumar y d¨®nde no. Hoy ni los sindicatos CC OO y UGT, ni la patronal CEOE, ni el Ministerio de Sanidad saben exactamente cu¨¢ntas compa?¨ªas han decidido adelantarse a la intenci¨®n del Gobierno de prohibir fumar a finales del a?o que viene.
Lo cierto es que el debate est¨¢ abierto desde hace tiempo. Primero fueron los sectores regulados, como comercios, centros sanitarios, industrias que suponen el tratamiento de sustancias peligrosas como la qu¨ªmica o transportes donde la prohibici¨®n es antigua, y las grandes multinacionales, que inspiradas por sus matrices, decid¨ªan acotar espacios espec¨ªficos para sus empleados fumadores. Es lo que pasa en Sun Microsystems, algunos centros de la consultora Accenture, PricewaterhouseCoopers o ya.com, seg¨²n distintas fuentes consultadas.
En los ¨²ltimos a?os adem¨¢s la tendencia se ha intensificado y ha calado en algunas empresas espa?olas. Las m¨¢s grandes lo tienen m¨¢s f¨¢cil, pues cuentan con el espacio y los recursos necesarios para establecer zonas aisladas y ventiladas para que los empleados puedan fumar. Lo m¨¢s habitual es que se trate de salas de reuni¨®n, donde la plantilla acude a tomar caf¨¦ y se colocan las m¨¢quinas expendedoras de refrescos y comidas.
En algunos casos, las empresas han decidido aprovechar un cambio de sede para engancharse a la prohibici¨®n. Es lo que ha hecho el Santander Central Hispano en su nueva ciudad financiera de Boadilla del Monte (Madrid), que alberga a unos 12.000 empleados, confirman fuentes del banco. En los nuevos edificios se han acotado espacios espec¨ªficos para fumadores, si bien en algunos despachos a¨²n se pod¨ªa fumar hace un par de meses. En otras compa?¨ªas han optado simplemente por establecer una fecha a partir de la cual la plantilla no podr¨¢ fumar en su puesto.
Medidas de apoyo
En cualquier caso, las empresas que han hecho algo son minor¨ªa, subraya Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Vald¨¦s, de CC OO, para quien lo m¨¢s l¨®gico es que el proceso tenga en cuenta a los trabajadores e incluya medidas de apoyo a la deshabituaci¨®n de los empleados fumadores y ayudas de la Administraci¨®n para llevar a cabo campa?as preventivas. "No se trata de estigmatizar", concluye este portavoz.
El hacer part¨ªcipe a la plantilla de todo el proceso evita o aten¨²a las posibles resistencias, aseguran los expertos consultados.
En el Grupo Telef¨®nica, el debate sobre el tabaco est¨¢ abierto en todas sus empresas. Se trata de un proceso paulatino, aseguran fuentes de la compa?¨ªa, que prev¨¦ la creaci¨®n de espacios separados para fumadores y no fumadores.
En TPI empezaron a discutir la posibilidad de reducir al m¨ªnimo los espacios para fumadores a principios de 2002 en el seno del comit¨¦ de salud laboral. Fuentes de la compa?¨ªa aseguran que los sindicatos aplaudieron la idea y se cre¨® un grupo de trabajo para estudiar c¨®mo.
Desde el principio tuvieron claro que deb¨ªan acompa?ar la prohibici¨®n de fumar en el puesto con la posibilidad de que los empleados que quisieran siguieran un programa de deshabituaci¨®n. Buscaron una empresa especializada y en diciembre de 2002 pusieron en marcha una campa?a de sensibilizaci¨®n sobre los riesgos que supone el tabaco para la salud, tanto de los fumadores como de los no fumadores.
Un mes m¨¢s tarde empezaron a pasar por distintas reuniones informativas los trabajadores que quer¨ªan desengancharse. Las fuentes consultadas, que prefieren no aparecer con su nombre, calculan que asistieron alrededor de 400 empleados (la plantilla ronda los 1.400 y se reparte entre 41 centros de trabajo).
24 de febrero de 2003
Los empleados de TPI, sobre todo los fumadores, no olvidar¨¢n el 24 de febrero del a?o pasado.Ese d¨ªa las zonas para fumadores quedaron restringidas a una por planta. Un mes m¨¢s tarde empezaban el tratamiento, "financiado al 100% por la empresa", 62 empleados. Seis lo abandonaron y otros 50 se han apuntado a su segunda fase, que empez¨® en marzo pasado.
Las fuentes de TPI consultadas aseguran que los empleados no han hecho gran batalla contra la medida, que se ampli¨® el 15 de noviembre de 2003 al reducir a la mitad las salas para fumar. As¨ª que ahora algunos trabajadores tienen que cambiar de piso para fumar. "Como mucho se puede hablar de una resistencia de pasillo", aseguran. Tampoco se ha impuesto ninguna norma sobre cu¨¢ntas veces se puede levantar un trabajador a echar un pitillo a lo largo de la jornada laboral.
La ministra de Sanidad ya dijo cuando anunci¨® la nueva fecha -la anterior se iba hasta 2007- que su intenci¨®n era consensuar la medida con patronales y sindicatos. Los agentes sociales prefieren la palabra prevenci¨®n a la de prohibici¨®n y exigen al Ejecutivo que detalle c¨®mo se har¨¢ realidad la prohibici¨®n. Un estudio reciente de la Uni¨®n Europea asegura que las empresas libres de humos no s¨®lo protegen a los no fumadores, sino que animan a muchos fumadores a dejar su h¨¢bito.
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