"Es bueno no dejar de creer en los Reyes Magos"

Ha sido un invierno duro para Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri (Abarzuza, Navarra, 1947). El casi final del patrocinio de Banesto le oblig¨® a buscar nuevo patrocinador, crear otra empresa, enfrentarse a delicados problemas laborales con los antiguos trabajadores de su equipo, gastar tiempo y energ¨ªas lejos de la carretera. Y mientras tanto, el ciclismo entraba en una fase de incertidumbre, de dudas sobre su validez, de decisiones que pueden comprometer para siempre un deporte que se alimenta de sue?os, mitos e ilusiones y que parece haber vendido su alma al factor pragm¨¢tico, economicista, a la b¨²squeda del rendimiento a cualquier precio como valor absoluto. En el Tour, en su 22? Tour, con la pulsera amarilla con la que Armstrong acabar¨¢ uniformando a todo el mundo, Ech¨¢varri, al que le gusta contar historias, pero no que le tomen por abuelo cebolleta, reflexiona en voz alta.
"El ciclismo es ahora un asunto de empresa. Se pasa de las personas y se pierden los valores"
"?Qu¨¦ hubiera pasado si en Gois se hubiera ca¨ªdo Armstrong en lugar de Mayo o Menchov?"
Pregunta. ?Es posible mantener la misma ilusi¨®n con la que desembarc¨® en el Tour del 83?
Respuesta. Yo siempre he empleado muchas met¨¢foras. Uno sue?a ser el emperador de Austria, aqu¨ª es el Napole¨®n de Francia... el mundo sue?a. Todos hemos cre¨ªdo en alg¨²n momento en los Reyes Magos.
P. ?Se puede seguir creyendo?
R. Es bueno no dejar de creer... Yo en mi ¨¦poca vine con mucha ilusi¨®n. Evidentemente, en 22 a?os hemos hecho 22 Tours, con muchas etapas, con muchos momentos... de todo. Y, evidentemente, ven¨ªa a un mundo desconocido. Ven¨ªamos a descubrir un ciclismo diferente en la prueba que de entonces a hoy no s¨®lo ha confirmado lo que yo pensaba, sino que se ha agrandado de tal manera, que hoy en d¨ªa parece que es la que acapara toda la atenci¨®n del a?o. No s¨®lo la de la gente sino la de los equipos, porque al final todos preparan a sus mejores hombres para estas fechas m¨¢gicas.
P. ?Interiormente es posible mantener la ilusi¨®n del novato que llega y descubre, el que gana un Tour, el que gana luego cinco, el que vuelve ahora con otros chavales, con otra hornada. Tiene ese mismo nerviosismo cuando llegan los d¨ªas importantes?
R. Todo se sosiega en la vida, miras con m¨¢yor an¨¢lisis. Aunque tampoco es bueno cuando ya sabes todo y empiezas a ser esc¨¦ptico en muchas cosas. Por eso hay que renovar a las personas, a los equipos, a la gente, para que todos vengan con la ilusi¨®n que yo ten¨ªa en el 83. Lo que est¨¢ claro es que lo bueno es la mezcla de una experiencia con la ilusi¨®n. La experiencia avisa, pero el que se tiene que dar el batacazo... todos hemos tenido maestros y todos hemos tenido consejeros. Cuando uno aprende es cuando uno se tropieza.
P. Sin embargo, el otro d¨ªa cuando Mancebo atac¨®, creo que usted recuper¨® un poco la ilusi¨®n de tener a otro corredor ah¨ª disputando, de pensar en grandes planes, en t¨¢cticas, estrategias...
R. Nuestro ciclismo (hablo de un nivel muy personal), nuestra forma de ver, se ha basado en los hombres de fondo, hombres duros y de monta?a. ?sos son con los que ilusionamos a la gente y nos ilusionamos nosotros. Sabemos adem¨¢s que con gente de estas caracter¨ªsticas se puede llegar a jugar y estar hasta el ¨²ltimo d¨ªa jugando esa carta. As¨ª, desde el principio, vinimos con gente nueva para descubrir una prueba nueva. Descubrimos dos hombres al mundo del ciclismo: Pedro Delgado y ?ngel Arroyo. Despu¨¦s, nuestro equipo se bas¨® siempre en un l¨ªder... normalmente hab¨ªa dos, pero luego la carretera se queda a uno. Tambi¨¦n hay vac¨ªos entre generaciones. No siempre tenemos la exclusividad de llevar nosotros los mejores. Y ahora, con Mancebo y con Menchov, hemos creado otra vez ese d¨²o al que le llega al momento de descubrir sus cartas. Arroyo se mostr¨® el primer Tour, Perico se mostr¨® en el primer Tour y Paco lleva ya un mont¨®n de Tours, tambi¨¦n Miguel, tambi¨¦n Miguel... porque otra de las cosas en la que creemos es en la paciencia. Las cosas no tienen que venir de un d¨ªa para otros. Las apariciones misteriosas o casi milagrosas son... Hay gente que aprende y da un paso sin haber asentado el otro. En este sentido, nuestra filosof¨ªa est¨¢ siendo la de siempre y este a?o vemos con alegr¨ªa a un corredor como Mancebo, que no tiene ning¨²n carisma para el p¨²blico, pero s¨ª dentro del pelot¨®n. Nosotros nos guiamos por las clasificaciones, lo que nos cuesta conseguir un puesto entre los 10 primeros. Mancebo poco se tiene que ir autoconfirmando de que puede hacerlo, y que las generaciones pasan. Lo mismo que ahora hay dos hombres que parece que son invencibles como Armstrong y Ullrich, pues hay una serie de chavales que est¨¢n esperando a ocupar ese relevo, y entre ellos pensamos Mancebo.
P. El escepticismo del que hablaba antes viene dado de un cierto cansancio de tantos a?os o es porque el ciclismo en el que siempre ha cre¨ªdo ya no existe.
R. Yo hac¨ªa un paseo a pie esta ma?ana y me encontraba con una calle que pon¨ªa la calle Pierre de Coubertain y me preguntaba cu¨¢l es el ciclismo que nos han vendido. Sobre todo en un deporte de aprender a ser compa?ero y aplaudir al que te gana cuando te gana bien. Y de respetar al que pierde porque no hay que humillar a la gente. Ahora es un asunto puramente de empresa. En las empresas, lo que interesa es la cuenta de resultados, se pasa de las personas, se pierden muchos valores. Hay que buscar resultados, a cambio de lo que sea. En el ciclismo es lo mismo. Los resultados son los que cuentan. Y el corredor, al que le han transmitido esa doctrina, sabe quedepende de los resultados el hacer un gran contrato.
P. ?El UCI ProTour es la ¨²nica salida posible del ciclismo?
R. El UCI Pro Tour no es inevitable. Nos han dicho que es la panacea... pero hay tantas inc¨®gnitas sin resolver y hay tantas cosas que se han olvidado que... Evidentemente habr¨¢ que tener confianza. Manolo Saiz es el hombre que ha apoyado mucho esto y que trabaja much¨ªsimo y hay que reconocer ese trabajo por el cambio, pero no vemos la luz. No s¨¦ si tiene m¨¢s conocimiento del que tenemos los dem¨¢s, pero es curioso: me encuentro con Hinault y est¨¢ en contra, Duclos Lassalle est¨¢ en contra, Ferretti, que creo que tiene experiencia, est¨¢ fuera del proyecto, como todos los italianos. Algo falla. O no ha sido suficientemente explicado o no tienen argumentos. Todos estamos de acuerdo con cambiar, pero no con la f¨®rmula que nos han presentado.
P. En otros pa¨ªses como en Francia o en Italia, se ve c¨®mo la gente del ciclismo reflexiona sobre el pasado, no tanto como un ajuste de cuentas sino para ver los errores cometidos en estos a?os, sobre todo tras el Tour del 98, lo poco que se ha hecho... En Espa?a falta ese debate. ?No es necesario?
R. Antes hab¨ªa debates nacionales y al pasar las fronteras cambiaban. Ahora estamos en Europa y es muy dif¨ªcil coordinar los intereses entre pa¨ªses. En Espa?a, ?falta debate? Creo que lo que es necesario es mirar hacia atr¨¢s para buscar los errores y hacer que no se repitan, pero sin ajuste de cuentas. Todos habremos cometido errores.
P. En el Tour del 83, tras una ca¨ªda como la del otro d¨ªa del pav¨¦s, ?se habr¨ªa esperado a los ca¨ªdos o no?
R. En cada momento ha habido un patr¨®n de carrera que ten¨ªa la autoridad para mandar. Ahora se ha perdido tambi¨¦n eso. La del otro d¨ªa me hizo menos da?o que la de Gois. Ah¨ª s¨ª que se vio una intencionalidad de eliminar a corredores aprovechando un accidente. Con ello no justifico la del otro d¨ªa. La diferencia que hay en la general no es porque hayan sido m¨¢s fuertes o m¨¢s listos que otros. La pregunta que habr¨ªa que hacer es si se hubiera ca¨ªdo Armstrong en lugar de Mayo o Menchov. ?Qu¨¦ hubiera pasado? Eso son normas no escritas. ?Qu¨¦ quieres que te diga? Cuando dan el banderazo de salida hasta la llegada cualquier cosa que te guste o no te guste lo tienes que aceptar. Lo que no puedes hacer es pedir el libro de reclamaciones, porque cada uno es libre de hacer lo que quiera. Lo que s¨ª es cierto es que un equipo como el de Armstrong que el otro d¨ªa se mostr¨® como el m¨¢s osado, no s¨¦, el Tour es muy largo y a lo mejor aquello de la Biblia de ojo por ojo en alg¨²n momento, puede que aparezca.
P. ?Por qu¨¦ no pasaba en tiempos de Indurain?
R. Porque creo que los mejores defensores de Miguel en aquel momento no eran nuestro equipo, eran nuestros adversarios. Porque si quieres que te respeten, tendr¨¢s que respetar y lo primero que hac¨ªa ¨¦l era respetar. Era lo del ojo por ojo pero del lo bueno.

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