Ceuta y Melilla, la frontera de la 'yihad'
Informes oficiales advierten de que el paro y la marginalidad alimentan el integrismo radical
Ceuta y Melilla son para el Ministerio del Interior dos de los puntos m¨¢s "calientes" y a la vez d¨¦biles en la prevenci¨®n y lucha contra el terrorismo de Al Qaeda. Pese a su proximidad geogr¨¢fica con Marruecos, no cuentan con un solo especialista en terrorismo islamista en las plantillas de las Fuerzas de Seguridad del Estado, seg¨²n reconocen los mandos consultados. Todos sus agentes son generalistas, y los esp¨ªas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) destacados en la zona se han dedicado m¨¢s a investigar las actitudes anexionistas marroqu¨ªes que a detectar c¨¦lulas fundamentalistas.
Desde el a?o 2000, la Delegaci¨®n del Gobierno en Ceuta, al frente de la cual estaba Luis Moro, y diversos servicios de informaci¨®n elevaron al Gobierno informes en los que advert¨ªan del riesgo de que el integrismo marroqu¨ª contagiara a sectores musulmanes de esa ciudad, denunciaron la presunta vinculaci¨®n de l¨ªderes de asociaciones religiosas con el narcotr¨¢fico y dejaron constancia de la proliferaci¨®n de mezquitas sin control. Tambi¨¦n reclamaron mayores dotaciones policiales as¨ª como integrar en la sociedad a los sectores musulmanes m¨¢s marginales, para evitar que sean caldo de cultivo de grupos integristas.
Marruecos paga a los imanes, mantiene los gastos de las mezquitas y dicta las plegarias
"Hay chavales que dicen que van a morir por Dios porque no tienen trabajo ni nada"
Cuarenta de los 61 presuntos implicados en la matanza del 11-M son marroqu¨ªes
Algunas de sus previsiones se han cumplido: 40 de los 61 presuntos autores y colaboradores de la matanza del 11-M son marroqu¨ªes, varios de los suicidas de Legan¨¦s visitaron Ceuta y en los sectores marginales de esa ciudad y de Melilla se aprecian signos favorables al fundamentalismo. Adem¨¢s, las conexiones entre los traficantes de hach¨ªs, uno de los motores econ¨®micos de la zona, y la yihad son evidentes.
Un informe de 25 p¨¢ginas, fechado en noviembre de 2000 y titulado Segregacionismo y actitudes antiespa?olas en la ciudad de Ceuta elev¨® al Gobierno la propuesta de intensificar las medidas de "inteligencia, contrainteligencia e informaci¨®n", dificultar que las asociaciones con fines religiosos se dediquen a otras actividades y controlar las mezquitas y a sus imanes.
"Hay que impedir de forma tajante el ejercicio de sus labores en las mezquitas a imanes que no sean espa?oles y de los que no se tenga la total certeza de su dedicaci¨®n exclusiva a temas religiosos. Es inconcebible que con ocasi¨®n de los enfrentamientos entre Israel y el pueblo palestino se hayan lanzado desde algunas mezquitas consignas xen¨®fobas y de lucha contra los jud¨ªos", se?ala el documento. En los aleda?os de esas mezquitas se hicieron pintadas en apoyo a la yihad y grupos de j¨®venes atentaron contra una sinagoga.
En 2002, otro informe reservado de la Delegaci¨®n del Gobierno se?al¨® que de las 24 mezquitas y centros de oraci¨®n de Ceuta, 14 eran financiadas "total o parcialmente" por el Habus de Tetu¨¢n, administraci¨®n de los bienes religiosos de Marruecos. Una de ellas, la de Benz¨², est¨¢ subvencionada por el Estado espa?ol a trav¨¦s de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a. "El resto subsiste gracias a las aportaciones de los fieles. En casi todos los casos, estas mezquitas est¨¢n construidas de forma ilegal".
Adem¨¢s se denunciaba que en los bajos del domicilio particular de una familia "dedicada al narcotr¨¢fico y blanqueo de capitales, se ubica una mezquita dirigida por imanes marroqu¨ªes". Y se advert¨ªa: "Para los musulmanes, contribuir con fondos a la construcci¨®n de una mezquita les da un gran prestigio social, lo que es aprovechado por los dirigentes del narcotr¨¢fico y crimen organizado para efectuar labores de captaci¨®n. Los musulmanes con alto poder adquisitivo, aun de dudosa procedencia, seguir¨¢n participando en la construcci¨®n de mezquitas y oratorios hasta implantarse por toda la ciudad".
Hoy, en Ceuta, una ciudad con 74.931 habitantes, hay 30 mezquitas, la mayor¨ªa peque?as y casi todas dirigidas por imanes marroqu¨ªes. Una cantidad que algunos consideran excesiva para los 22.500 ciudadanos musulmanes que residen en la ciudad y que representan el 30% de la poblaci¨®n. El colectivo musulm¨¢n se divide en tres grupos: sun¨ªes (80%), sun¨ªes promarroqu¨ªes (18%-20%) y sun¨ªes del movimiento Tabligh (0,2%), seg¨²n los citados informes. De este ¨²ltimo surgi¨® Hamed Abderram¨¢n Ahmed, el joven ceut¨ª detenido en Afganist¨¢n en 2001, encarcelado en Guant¨¢namo (Cuba) y puesto en libertad por el juez Garz¨®n el pasado martes.
Los representantes de los dos partidos musulmanes con representaci¨®n en la Asamblea de Ceuta, que preside Juan Jes¨²s Vivas (PP), reconocen que Marruecos financia las mezquitas. Mustaf¨¢ Mizzian, 52 a?os, el ¨²nico diputado musulm¨¢n del Partido Dem¨®crata y Social de Ceuta, que en la anterior legislatura gobern¨® con el PP, recuerda que hace m¨¢s de dos a?os pidi¨® al Gobierno que las financiara para "contrarrestar la influencia de Marruecos". "Solicitamos que se supervisaran los programas de ense?anza y los discursos de los imanes. Les pareci¨® bien, pero lo dejaron en el olvido".
Mohamed Al¨ª, 28 a?os, abogado y diputado de Uni¨®n Dem¨®crata Ceut¨ª, el partido musulm¨¢n con mayor implantaci¨®n en esa ciudad -3 de los 25 esca?os-, a?ade que el Gobierno de Marruecos no s¨®lo paga a los imanes sino "la luz, el agua y todos los gastos, porque el Gobierno espa?ol no paga nada".
Jer¨®nimo Nieto, de 55 a?os, el nuevo delegado del Gobierno, asegura que son "muchas" mezquitas para la poblaci¨®n musulmana ceut¨ª y muestra su inquietud por las m¨¢s peque?as. "Queremos saber todo lo que est¨¢ pasando en esas mezquitas. Observamos una mayor pr¨¢ctica religiosa por las ayudas de Marruecos".
La proximidad de Tetu¨¢n, a unos 35 kil¨®metros, y el hecho de que varios de los implicados en los atentados del 11-M fueran originarios de esa zona ha generado inquietud. Adem¨¢s, algunos de esos terroristas frecuentaban Ceuta. Jamal Ahmidan, El Chino, conocido narcotraficante de hach¨ªs y uno de los suicidas de Legan¨¦s (Madrid), visitaba Ceuta con frecuencia. En 1999, Kounjaa Abdennabi, otro de los fallecidos en el suicidio colectivo, fue detenido en esa ciudad con un coche robado y expulsado. El pasado enero, dos meses antes del 11-M, la polic¨ªa local lo detuvo de nuevo en un control de tr¨¢fico. Uno de los hermanos Oulad, implicados en la matanza, era muy conocido en los ambientes radicales ceut¨ªes, y Abdelila el Fadoual el Akiz fue detenido all¨ª por trasladar a Madrid parte de la dinamita robada. "Frecuentaban el pol¨ªgono de El Tarajal. Su aparici¨®n en esta historia no ha sorprendido", asegura un pol¨ªtico musulm¨¢n que pide que se omita su nombre.
Mizzian, cuyo partido perdi¨® dos esca?os en las ¨²ltimas elecciones en favor de la UDC, se?ala que en T¨¢nger y Tetu¨¢n hay mezquitas de corriente wahabita, la m¨¢s integrista, pero no le preocupa. "Ellos no lo ocultan ni esconden sus discursos religiosos. Hay que respetarlos. S¨®lo Dios sabe lo que puede pasar", dice.
Los servicios de informaci¨®n destacan su preocupaci¨®n por esa influencia de Marruecos en Ceuta. Un informe confidencial de mayo de 2002 terminaba as¨ª: "La imbricaci¨®n de la poblaci¨®n musulmana de Ceuta con el Reino de Marruecos a trav¨¦s de los centros de oraci¨®n que controla y la presencia de la delincuencia organizada en los mismos, captando en ambos casos la voluntad de un colectivo f¨¢cilmente manipulable, caracterizado por la falta de cultura, la marginalidad, el complejo de inferioridad y el autoconvencimiento inducido de formar parte de un colectivo oprimido... La religi¨®n, el narcotr¨¢fico y la delincuencia a gran escala ha aunado voluntades y calado como lluvia fina entre este colectivo, sobre todo su juventud. Fruto del caos reinante se genera un caldo de cultivo aprovechado por los l¨ªderes musulmanes (de determinadas asociaciones religiosas) que controlan la opini¨®n del colectivo para lanzar mensajes en favor de la guerra santa cada vez que surgen conflictos internacionales".
Esta visi¨®n no la comparten los dirigentes musulmanes Mizzian y Al¨ª, para quienes el hecho de que Marruecos redacte los discursos de los viernes en las mezquitas ceut¨ªes es una garant¨ªa de que su contenido no es radical. Lo mismo piensa Mohamed Chaib, ex consejero de Asuntos Sociales. "?sa es la mejor garant¨ªa de que no exaltan la violencia. Predican la tolerancia y el respeto. El problema est¨¢ s¨®lo en los peque?os oratorios. Se ha sido demasiado tolerante en el tema religioso", asegura.
Los servicios de inteligencia reclamaron varios a?os antes del 11-M una mayor lucha contra las bandas de narcotraficantes en Ceuta "debido al apoyo que los mismos prestan a las referidas actividades radicales", y pidieron m¨¢s contundencia en las acciones policiales, administrativas y judiciales. Entonces, varias bandas de traficantes de hach¨ªs desafiaban a la ciudadan¨ªa y protagonizaban tiroteos con total impunidad. Los apedreamientos a los veh¨ªculos policiales que entraban en los barrios m¨¢s marginales y desasistidos (Pr¨ªncipe Alfonso, Los Rosales y Patio Castillo), se cifraron en una media de nueve mensuales desde 1999 a 2003. A diez guardias civiles les quemaron sus coches particulares y las amenazas a sus familias eran constantes.
A Mizzian no le inquieta esa posible confluencia entre los narcos y el yihadismo. "La gente que se dedica a esto ya sabe a qu¨¦ se expone. No vemos conexiones entre una cosa y otra. Adem¨¢s, ya se est¨¢ debatiendo la legalizaci¨®n del hach¨ªs. Si hay demanda, hay oferta", arguye.
Mizzian y Al¨ª ven el peligro del radicalismo en otro lugar, en la marginalidad, la pobreza, el paro y el fracaso escolar, el m¨¢s alto de Espa?a entre la poblaci¨®n musulmana. Una se?a de identidad patente en determinados barrios de Ceuta, en los mismos en los que se apedrea a la polic¨ªa y donde se cri¨® Hamed, el talib¨¢n espa?ol.
Al¨ª lo explica as¨ª: "Es fundamental no caer en la islamofobia. Aqu¨ª no tenemos problemas de integrismo, pero los podemos tener si contin¨²a la marginaci¨®n, la falta de empleo y de vivienda. Exigimos que se acabe con la desigualdad social. Por ah¨ª es por donde debemos cortar por lo sano". Mizzian a?ade: "Las desigualdades en esta ciudad son incre¨ªbles. Hay que integrar al colectivo musulm¨¢n, con una pol¨ªtica de discriminaci¨®n positiva. La pobreza s¨ª que es un caldo de cultivo. Estamos cansados de reivindicar m¨¢s igualdad, trabajo y empleo. Eso s¨ª que amortiguar¨ªa el peligro de radicalismo".
Un musulm¨¢n ceut¨ª que trabaj¨® con j¨®venes marginales relata: "He encontrado chavales que me dicen: 'No tengo familia, ni trabajo. Pienso en ir a morir por Dios porque no tengo nada". En su opini¨®n, el peligro est¨¢ en "los miles de marroqu¨ªes indocumentados que entran y salen ilegalmente de la ciudad". "Ignoramos su historia personal", dice.
Tras el 11-M, Jes¨²s de la Morena, ex comisario general de Informaci¨®n, remiti¨® al Gobierno un informe en el que advirti¨® que el crecimiento del integrismo en Marruecos supone la mayor amenaza para Espa?a en el combate a las c¨¦lulas de Al Qaeda. "Ceuta es el cord¨®n umbilical. Es la primera barrera al integrismo radical. Hay que controlar todo lo posible el trasiego de esa frontera", se?ala De la Morena a este peri¨®dico.
La frontera ceut¨ª de El Tarajal la cruzan cada d¨ªa m¨¢s de 15.000 marroqu¨ªes que acuden a trabajar o a vender sus mercanc¨ªas en un destartalado y sucio pol¨ªgono industrial. Algunos meses se contabilizan hasta 800.000 pasos de frontera. Los informes de inteligencia advierten de que dentro de unos a?os la mayor¨ªa de la poblaci¨®n ceut¨ª ser¨¢ musulmana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Marihuana
- Hach¨ªs
- Ceuta
- Terrorismo internacional
- Melilla
- Marruecos
- 11-M
- Integrismo religioso
- Pobreza
- Fanatismo
- Drogas
- Narcotr¨¢fico
- Atentados terroristas
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Magreb
- Delitos contra salud p¨²blica
- Lucha antiterrorista
- ?frica
- Islam
- Parlamento
- Pol¨ªtica exterior
- Grupos terroristas
- Terrorismo
- Religi¨®n
- Delitos