El sill¨ªn y los genitales
M¨¢s de uno se preguntar¨¢ si aquellas partes del aparato urogenital en contacto con el sill¨ªn (test¨ªculos, pene o pr¨®stata) sufren da?os con tantas horas de bici como se tragan los ciclistas.
Estos deportistas son especialmente propensos a padecer infecciones o inflamaciones, como los molestos for¨²nculos en la zona que hay entre el ano y los test¨ªculos, y sobre la que recae el peso del ciclista cuando ¨¦ste se sienta sobre el sill¨ªn. Tambi¨¦n pueden sufrir una sensaci¨®n de adormecimiento, que no suele durar m¨¢s de 24 horas, en el pene, si el nervio pudendo y los vasos que lo irrigan quedan temporalmente comprimidos. O, en algunos casos raros, un traumatismo mec¨¢nico en la uretra cuando el pene impacta bruscamente contra la punta del sill¨ªn. Por ejemplo, en un bache. El problema se suele resolver sin m¨¢s problemas que algunas molestias al orinar un par de d¨ªas.
De todos modos, con la protecci¨®n que llevan los ciclistas en su culotte (la llamada badana) y con los nuevos sillines, cada vez m¨¢s anat¨®micos y mejor dise?ados, todos estos problemas son cada vez menos frecuentes. Por ejemplo, algunos sillines tienen una hendidura o agujero en su parte central para evitar que las citadas estructuras anat¨®micas sufran demasiada compresi¨®n. Adem¨¢s, las medidas higi¨¦nicas que se utilizan rutinariamente en el ciclismo profesional (lavado a conciencia del culotte y aplicaci¨®n de cremas especiales, con antibi¨®ticos incluidos) tambi¨¦n ayudan. De hecho, la pr¨®stata, sobre la que recae parte de la presi¨®n que el peso del ciclista ejerce sobre el sill¨ªn, no tiene porqu¨¦ inflamarse o infectarse m¨¢s que en los que no montan en bici. Y, desde luego, los ciclistas no son m¨¢s propensos a padecer c¨¢ncer de pr¨®stata.
Hace tres a?os, los m¨¦dicos de un Hospital norteamericano detectaron que la incidencia de calcificaciones en los test¨ªculos y en el escroto (la piel que los recubre) es mucho mayor en practicantes de bicicleta de monta?a que en personas sedentarias. Este problema, que no es maligno, se deber¨ªa a las vibraciones y micro-traumatismos que sufren los test¨ªculos cuando las ruedas rebotan entre piedras y otros obst¨¢culos naturales. Sobre todo, en aquellos ciclistas que s¨®lo utilizan suspensi¨®n en la rueda delantera. (Lo recomendable, al menos desde el punto de vista m¨¦dico, es utilizar suspensi¨®n en ambas ruedas). De todos modos, los ciclistas de carretera no tienen que preocuparse. Ni siquiera los que participan en la Paris-Roubaix, con el adoquinado, pues es s¨®lo una al a?o.
Por ¨²ltimo, los ciclistas no tienen problemas de fertilidad. Por muchas horas de sill¨ªn, m¨¢s de 90 en este Tour, que tengan que aguantar.
Alejandro Luc¨ªa es catedr¨¢tico de la Universidad Europea de Madrid
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