Par¨®n de Repsol YPF en Bolivia

De lo malo, lo mejor. La clara victoria del s¨ª en el refer¨¦ndum del domingo pasado en Bolivia sobre una nueva pol¨ªtica de gas con m¨¢s participaci¨®n estatal ha resultado la opci¨®n deseada por las petroleras extranjeras, entre ellas Repsol YPF. No es que les agrade que se derogue la ley de liberalizaci¨®n de los hidrocarburos, de 1997, pero esta norma generaba tanto rechazo popular que los inversores prefer¨ªan un marco jur¨ªdico m¨¢s aceptado. Sin embargo, el plebiscito ha despertado incertidumbre sobre cu¨¢nto aumentar¨¢ la presi¨®n impositiva y el presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina, ya ha descartado "grandes" inversiones hasta que el Congreso defina el incremento.

YPFB se convertir¨¢ en socio de Repsol YPF en Andina. La espa?ola seguir¨¢ operando y controlando cuatro de los siete directores del consejo

El presidente Mesa, sin representantes en el Congreso, aboga por aumentar los impuestos a las petroleras que est¨¦n pagando menos del 50%

"La situaci¨®n fiscal del sector necesita aclararse y acordarse", dijo Cortina en Madrid, en referencia a la nueva ley sobre petr¨®leo y gas que el atomizado Parlamento boliviano deber¨¢ sancionar a partir de lo que interprete del s¨ª a las cinco confusas preguntas del refer¨¦ndum. No obstante, el titular de la empresa espa?ola opin¨® que "los resultados [de la votaci¨®n] son positivos, especialmente para Bolivia". El 20% de las reservas de gas de Repsol YPF est¨¢n en Bolivia. La empresa espa?ola controla el 50% de Andina, la petrolera con m¨¢s reservas del pa¨ªs m¨¢s pobre de Suram¨¦rica. Integra el consorcio exportador Pacific LNG -junto con las brit¨¢nicas BP y BG y la argentina Bridas-, que planea enviar gas a Estados Unidos y M¨¦xico.

El proyecto de 6.000 millones de d¨®lares para vender desde 2009 a la norteamericana Sempra a trav¨¦s de un puerto de Chile -el enemigo de Bolivia desde que le quit¨® la salida al Pac¨ªfico- gener¨® una revuelta ind¨ªgena en octubre pasado que deriv¨® en el derrocamiento del presidente Gonzalo S¨¢nchez de Losada. Sempra abort¨® el negocio, pero Repsol YPF a¨²n cuenta con un contrato para abastecer a M¨¦xico y no descarta nuevas oportunidades en Estados Unidos. En la actualidad genera la mitad de los 18 millones de metros c¨²bicos diarios que van a Brasil, que firm¨® un convenio para comprar hasta 30 millones hasta 2019, y tres de los cuatro millones que por seis meses compra Argentina para disipar su crisis energ¨¦tica.

El negocio del gas de Bolivia, que cuenta con las segundas mayores reservas de Suram¨¦rica, no radica en abastecer a los 8,5 millones de bolivianos, cuya mayor¨ªa usa le?a, sino en exportar. El presidente Carlos Mesa se ha confesado a favor de concretar nuevos negocios con Argentina y M¨¦xico. El 64,7% del s¨ª a la quinta pregunta, referida al apoyo a la exportaci¨®n, apuntalar¨¢ esas iniciativas. Argentina planea extender el actual contrato e importar otros diez millones de metros c¨²bicos desde 2006. El dilema de M¨¦xico sigue siendo d¨®nde se embarca el gas: Mesa ya descart¨® por impopular la opci¨®n m¨¢s rentable de trazar un gasoducto a un puerto chileno.

La pregunta sobre exportaci¨®n fue aprobada pero con condicionamientos: que se abastezca al insatisfecho mercado local, que se industrialice el recurso en territorio boliviano, que se cobren impuestos y regal¨ªas que lleguen al 50% de las ventas de petr¨®leo y gas, y que se utilicen estos ingresos fiscales para la educaci¨®n, la salud, el empleo y las carreteras. En la actualidad se pagan tributos y regal¨ªas de entre el 29% y el 63%, seg¨²n la antig¨¹edad del yacimiento. Sin embargo, Repsol YPF dice que el 60% de sus ventas va al Estado boliviano, y analistas privados calculan que aporta un 50%.

"Si aumentan las regal¨ªas, las empresas querr¨ªan ver un aumento de sus ingresos para no perder margen", advirti¨® el director para Latinoam¨¦rica de la consultora Cambridge Energy, Jed Bailey. "Su habilidad para hacerlo depender¨ªa de los mercados a los que est¨¢ intentando vender", agreg¨® Bailey. Los analistas vaticinan que si se encarecen los precios de exportaci¨®n, pa¨ªses como Argentina o Brasil se ver¨ªan obligados a buscar sustitutos e invertir en la explotaci¨®n. Mesa, pol¨ªtico independiente sin representantes en el Congreso, aboga por aumentar los impuestos a las petroleras que est¨¦n pagando menos del 50%.

Seis de cada diez bolivianos fueron a votar, pese a que l¨ªderes obreros e ind¨ªgenas boicotearon el refer¨¦ndum porque ninguna pregunta hac¨ªa referencia a la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos. El 86,6% sufrag¨® a favor de la derogaci¨®n de la ley de 1997. El 92,1% vot¨® por la recuperaci¨®n de la propiedad estatal del gas a boca de pozo, en lugar de en el subsuelo, lo que aumentar¨¢ el control p¨²blico sobre las explotaciones. El l¨ªder de la oposici¨®n, el aimara cocalero Evo Morales, interpreta que este s¨ª autoriza a la revisi¨®n de todas las concesiones y a "nacionalizar por derecho, sin confiscaci¨®n ni expropiaci¨®n", pues demandar¨ªa indemnizaciones por hasta 5.000 millones de d¨®lares. Mesa no comparte la visi¨®n de Morales: considera que esta pregunta se refiere a los futuros contratos y no a los existentes.

El 87,1% vot¨® por la revitalizaci¨®n de la estatal Yacimientos Petrol¨ªferos Fiscales Bolivianos (YPFB), cuyos activos se privatizaron en 1997. De YPFB surgieron Andina y Chaco (50% de BP y Bridas). La otra mitad de esas dos nuevas empresas qued¨® en manos de los "bolivianos y bolivianas", seg¨²n estableci¨® la ley, y gestionada por el sistema privado de pensiones. Tras el refer¨¦ndum, YPFB recuperar¨¢ las acciones de los ciudadanos y, por lo tanto, se convertir¨¢ en socio de Repsol YPF en Andina. La espa?ola seguir¨¢ operando y controlando cuatro de los siete directores del Consejo de Administraci¨®n.

El 57,5% de los votantes respald¨® la estrategia de Mesa de ofrecer gas a Chile -lo necesita ante la crisis de su proveedor, Argentina- a cambio de la salida al Pac¨ªfico. El Gobierno de Ricardo Lagos no acepta siquiera discutir sobre la cesi¨®n de territorio. S¨®lo le ofrece ventajas impositivas para transportarle el gas, mientras busca en otros pa¨ªses lejanos una fuente complementaria del suministro argentino. De esta disputa hist¨®rica tambi¨¦n dependen los planes de Repsol YPF en Bolivia.