El Supremo condena al hospital de La Princesa por un contagio de hepatitis
El enfermo de leucemia contrajo el virus en 1991 por una transfusi¨®n en La Princesa
El Ministerio de Sanidad ha sido condenado a indemnizar con 210.000 euros a J. L. F. G., un enfermo de leucemia que recibi¨® en 1991 un total de 226 transfusiones de derivados de sangre en el hospital de La Princesa. Alguna de estas transfusiones le contagi¨® la hepatitis C, que le fue diagnosticada en el mismo centro un a?o m¨¢s tarde. La sentencia, dictada por el Tribunal Supremo, da la raz¨®n ahora al afectado despu¨¦s de que la Audiencia Nacional le denegara el derecho a ser indemnizado hace cinco a?os con el argumento de que hab¨ªa presentado la demanda fuera de plazo.
J. L. F. G. ingres¨® en el hospital de La Princesa el 2 de noviembre de 1991 afectado por una "leucemia mieloide tipo-3, que fue tratada con plasma fresco congelado y crioprecipitado". "Durante su ingreso recibi¨® un total de 226 transfusiones de hemoderivados que proced¨ªan de un banco de sangre", relata la sentencia.
Los an¨¢lisis realizados en el paciente a su ingreso dieron negativo respecto a la presencia del virus de la hepatitis B y C en el enfermo. Sin embargo, casi un a?o m¨¢s tarde, J. L. F. G. "present¨® un nivel de transaminasas excepcionalmente alto, por lo que, tras diversas pruebas, le fue diagnosticado con fecha de 15 de octrubre de 1992 una hepatitis aguda por VHC [hepatitis C]", contin¨²a la sentencia.
El juez considera que los an¨¢lisis y dem¨¢s pruebas realizadas en el paciente permiten deducir que el contagio se produjo en el hospital. Adem¨¢s, se?ala el fallo, el contagio se produjo en 1991, cuando ya "exist¨ªan los marcadores" que permiten detectar el virus de la hepatitis C en la sangre y sus derivados y, por lo tanto, los contagios hospitalarios ya eran "evitables".
Largo camino
Pese a todas estas evidencias, el afectado ha tenido que recorrer un largo camino en los tribunales para ver reconocido su derecho a ser indemnizado.
En total, J. L. F. G. ha tenido que esperar ocho a?os desde que en 1996 cursara la primera reclamaci¨®n ante el Ministerio de Sanidad, que nunca atendi¨® a sus peticiones. Tras silencio administrativo de Sanidad, el abogado del afectado curs¨® un recurso ante la sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
La sentencia de este tribunal, dictada el 15 de septiembre de 1999 por el magistrado Jos¨¦ Guerrero Zaplana, no entr¨® a valorar si el contagio se hab¨ªa producido o no el el hospital de la Princesa. El fallo consider¨® no v¨¢lido el recurso de J. L. F. G. porque ¨¦ste hab¨ªa sido presentado ante Sanidad el 11 de octubre de 1996, m¨¢s de cuatro a?os despu¨¦s del diagn¨®stico de la enfermedad. "Al momento de presentarse la reclamaci¨®n hab¨ªa transcurrido m¨¢s de un a?o desde el diagnostico de la enfermedad ", relata la sentencia de la Audiencia Nacional, que consider¨® que la reclamaci¨®n fue presentada "cuando el derecho del afectado a ser indemnizado, que prescribe al a?o, ya no existe".
La sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, en una sentencia en la que ha actuado de ponente en magistrado Enrique Lecumberri Mart¨ª, cambia el sentido de la sentencia y anula la anterior.
Secuelas desconocidas
El Supremo considera que una reclamaci¨®n por hepatitis C no puede ser considerada presentada fuera de plazo porque, aunque el diagn¨®stico de que una persona tiene el virus s¨ª puede hacerse en una fecha concreta, "sus secuelas se desconocen, as¨ª como su incidencia en el futuro de la v¨ªctima".
Este hecho, seg¨²n el Supremo, se incluye en la figura jur¨ªdica denominada "da?o continuado", que establece que la reclamaci¨®n puede ser presentada en cualquier momento en el que empiecen a aparecer las secuelas de una enfermedad cr¨®nica.
La hepatitis C est¨¢ causada por un virus que afecta al h¨ªgado. En los primeros meses tras el contagio, la enfermedad se manifiesta en forma de una hepatitis aguda que puede cursar de forma benigna e, incluso, asintom¨¢tica.
Si es tratada con medicamentos a tiempo, la mitad de los enfermos la supera sin complicaciones. El resto, sin embargo, desarrolla una hepatitis cr¨®nica que en uno de cada cinco casos se complica en cirrosis o c¨¢ncer de h¨ªgado, obligando al enfermo a recibir un trasplante de h¨ªgado.
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