Del naranja al amarillo
El Bar?a pasa de ser el 'segundo' equipo holand¨¦s a tener a seis brasile?os en sus filas
La firma de Jaume Rosell como gerente acompa?¨® en 1974 a la de Johan Cruyff en el contrato que El Profeta del Gol firm¨® con el Barcelona. Curiosamente, treinta a?os despu¨¦s, su hijo Sandro, en calidad de vicepresidente deportivo, es corresponsable de que el vestuario azulgrana haya mutado del naranja holand¨¦s al amarillo carioca.
En Jap¨®n, donde se enfrentar¨¢ hoy al Kashima Entlers (TV-3, 11.55), el Bar?a espera ya la llegada de Edmilson, el sexto jugador brasile?o de su plantilla -los otros son Belletti y Motta, con pasaportes italianos como ¨¦l; Deco, con portugu¨¦s; Ronaldinho y Sylvinho-, un rec¨®rd. Nunca, desde que en el curso 1931-32 Fausto dos Santos y Jaugar¨¦ Becerra pasaran a la historia por ser los primeros canarinhos azulgrana, tuvo el club catal¨¢n m¨¢s de un brasile?o.
Rosell: "Una casualidad. S¨®lo busc¨¢bamos un perfil de jugador a un precio razonable"
Cierto es que a la afici¨®n se le cae la baba al recordar a los brasile?os que han jugado en el Camp Nou, especialmente en los ¨²ltimos a?os, marcados por la R de Romario, Ronaldo y Rivaldo.
Tan cierto como que desde la llegada de Cruyff, al que un a?o despu¨¦s se uni¨® Neeskens, centrocampista inolvidable para toda una generaci¨®n de barcelonistas, presumieron los cul¨¦s, por derecho, de ser poco menos que el segundo equipo holand¨¦s.
"Somos muy parecidos", dice siempre Cruyff, en referencia a la seriedad en el trabajo, el gusto por el ahorro y el buen paladar futbol¨ªstico que une a los holandeses y los catalanes, a los que un zapatazo de Ronald Koeman, nacido en Groninga, uni¨® de por vida la noche que en Wembley el Bar?a se coron¨® campe¨®n de Europa ante el Sampdoria.
Del indudable respeto por el f¨²tbol total que siempre se ha tenido en Can Bar?a se pas¨® a cierta saturaci¨®n para los aficionados. La llegada de Louis van Gaal como entrenador gener¨® una masificaci¨®n tal de holandeses en el vestuario que la grada la rechaz¨®. "No me extra?a", reconoci¨® en su d¨ªa Jordi Cruyff, hijo del m¨ªtico Johan y ex jugador azulgrana, cuando se le pregunt¨®. "Una cosa es tener dos o tres y otra un equipo entero", dijo en 1999, el a?o en el que en el plantel, adem¨¢s de Van Gaal y sus tres ayudantes, viv¨ªan ocho jugadores de origen holand¨¦s. Hesp, Reiziger, los hermanos De Boer, Cocu, Zenden, Overmars y Kluivert ya no est¨¢n. Uno tras otro hicieron las maletas. Ahora s¨®lo queda Van Bronkhorst.
Salvo excepciones propias del or¨ªgen caribe?o de algunos, a los holandeses se les ha respetado por profesionales serios y trabajadores. Lo reconoce hasta el t¨¦cnico serbio Radomir Antic, que dirigi¨® a muchos en el ¨²ltimo tramo del curso 2002-03: "Pocas veces encontr¨¦ a gente con mayor dedicaci¨®n y m¨¢s seria en el trabajo que a los holandeses del Bar?a".
Si el naranja ha dado paso al amarillo en el vestuario es, seg¨²n Rosell, "por pura casualidad": "Buscamos un perfil de jugador a un precio razonable y resultaron ser brasile?os". "Es cierto" corrobora Txiki Begiristain, el director deportivo, que pone un ejemplo: "Si el Zaragoza hubiera bajado sus pretensiones, habr¨ªamos fichado a Milito y no a Edmilson". Ahora casi celebra que obrara as¨ª.
Hablar de brasile?os es hablar de samba, color, m¨²sica y risas. Pero, por inmenso, de aquel pa¨ªs sale gente de personalidades bien diferentes. Pep Costa, miembro del cuerpo t¨¦cnico del Bar?a, que trabaj¨® durante muchos a?os con la selecci¨®n brasile?a, dice que s¨®lo Ronaldinho encaja en la idea preconcebida que se tiene de ellos por "alegre, jovial, bromista y risue?o".
Recuerda Costa que Sylvinho y Edmilson son atletas de Cristo y de S?o Paulo, que Belletti es un hombre tranquilo -se pasa las tardes en casa tocando la guitarra con su familia- y que el citado Edmilson ten¨ªa fama de aburrido en Ly¨®n. Tampoco Deco, advierte, "es precisamente Romario". Dice el refr¨¢n que mientras R¨ªo baila S?o Paulo trabaja. A ¨¦l se aferra Rosell para advertir: "No vamos a tener ning¨²n problema con ellos. Son muy serios". "Tipo Mauro Silva", advierte Begiristain, que comparti¨® con ¨¦l vestuario en A Coru?a.
Mientras tanto, en Jap¨®n, Deco se preguntaba ayer: "?Polacos, italianos, brasile?os...? ?Qu¨¦ m¨¢s d¨¢? Se trata de hacer un equipo fuerte. Lo dem¨¢s no importa". Se trata de que el Bar?a gane con el coraz¨®n amarillo lo que ya logr¨® con la piel naranja.
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