'Agusto'
Agosto da gusto. Est¨¢ puesto para gustazos, con o sin reparos, por supuesto. Se llama as¨ª en memoria de Cayo Julio C¨¦sar Octavio Augusto, primer emperador romano (muri¨® en el a?o 14 despu¨¦s de Cristo). Era un pol¨ªtico exquisito y maquiav¨¦lico, amigo de Ovidio, Horacio, Virgilio y Tito Livio.
En agosto, Madrid se humaniza un poco. Casi la mitad de los vecinos escapa de estampida, como cabras huyendo de la quema. Tambi¨¦n se ausentan la mayor¨ªa de los jefes y autoridades, lo cual constituye un necesario desahogo para los ciudadanos de a pie. Este mes, Madrid sigue siendo capital de Espa?a, pero s¨®lo nominalmente, porque todo se cuece en lugares lejanos. Aqu¨ª nos quedamos a gusto y relajados, toreando al sol, mimando la siesta y requebrando al crep¨²sculo a la ca¨ªda de la tarde.
Da la impresi¨®n de que hay un pacto secreto entre todos los que quedamos aqu¨ª: no derramar l¨¢grimas nuevas sobre dolores viejos.
Estar a gusto es una de las pocas cosas serias que se pueden hacer en este mundo. La felicidad no existe, como todo dios debiera saber. Pero s¨ª existen momentos, normalmente fugaces, en los que est¨¢s a gusto contigo mismo y con la humanidad, con evidentes excepciones. Y todo ello por el simple hecho de charlar con los amigotes tomando ca?as hasta bien entrada la noche. Y luego irte a dormir m¨¢s tranquilo que un buey y m¨¢s sosegado que un elefante. ?Oh, cielos!, el secreto est¨¢ en las peque?as cosas. Qui¨¦n no pesc¨® una merluza huyendo de la soledad.
Una vez llegado a tu domicilio, si quieres viajar sin atascos, me permito sugerirte un libro fascinante, Gu¨ªa de lugares imaginarios, de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi (Alianza Editorial, 1992). Es un viaje alucinante por pa¨ªses y ciudades inexistentes creados por los mejores escritores de la literatura universal. Ayer me qued¨¦ dormido en la p¨¢gina 466, en un pa¨ªs llamado Utop¨ªa, dise?ado por Tom¨¢s Moro y por Rabelais. Es una isla situada en las costas de Suram¨¦rica. Sus habitantes no ven nada glorioso en la guerra, considerada como una actividad m¨¢s propia de las bestias.
As¨ª da gusto. Mucho gusto. El gusto es m¨ªo, se?ora.
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