M¨¢s de 230 personas mueren abrasadas en el incendio de un centro comercial en Paraguay
La polic¨ªa asegura que los propietarios ordenaron cerrar las puertas para evitar saqueos
M¨¢s de dos centenares de personas murieron abrasadas ayer al incendiarse un concurrido centro comercial en Asunci¨®n, capital de Paraguay. El jefe de la Polic¨ªa Nacional afirm¨® que el n¨²mero de v¨ªctimas ascend¨ªa a 236, mientras los bomberos continuaban sacando anoche cad¨¢veres del recinto. Un portavoz policial dijo que el incendio comenz¨® en el lugar reservado a los restaurantes, cerca de las cocinas. Los testigos aseguran que estall¨® al menos una bombona de gas, aunque oficialmente no se ha establecido la causa de la tragedia. El local no contaba con salidas de emergencia, seg¨²n la Polic¨ªa Nacional, cuyo portavoz inform¨® de que los propietarios ordenaron cerrar las puertas para evitar saqueos.
El incendio en el supermercado de la importante cadena nacional Iku¨¢ Bola?os comenz¨® poco antes del mediod¨ªa (tres horas m¨¢s en la Espa?a peninsular), cuando el lugar se encontraba repleto de familias que se encontraban haciendo las compras de la semana o almorzando en el restaurante. La tragedia hubiese dejado menos v¨ªctimas si la desorganizaci¨®n y la incompetencia no hubiesen jugado en contra.
El moderno edificio sobre la avenida Jos¨¦ General Gervasio Artigas, que circunvala Asunci¨®n y est¨¢ ubicado en el barrio de Trinidad, no estaba preparado para un siniestro de las proporciones que se vivieron ayer. Los guardias de seguridad, posiblemente siguiendo las instrucciones de los propietarios para evitar saqueos en medio de la confusi¨®n, cerraron todos los portones de acceso, seg¨²n inform¨® el portavoz de la Polic¨ªa Nacional, Santiago Velasco. Esto caus¨® p¨¢nico y la gente se agolp¨® en las salidas. Algunas personas y familiares que se encontraban en el exterior del edificio empezaron a romper las gruesas paredes de vidrio con piedras y palos para dejar salir a la gente.
Al cierre de esta edici¨®n no se conoc¨ªan oficialmente las causas de la tragedia, pero algunos testigos aseguraron que "una garrafa [bombona] de gas propano explot¨® en el patio de comidas [restaurante]" produciendo una serie de explosiones e incendios. Los bomberos y la polic¨ªa respondieron r¨¢pidamente, pero nuevamente la confusi¨®n y la mala organizaci¨®n jugaron en contra. La ¨²nica boca de salida de agua para los bomberos tard¨® una hora y media en funcionar. Los bomberos limpiaban y daban agua a los heridos en recipientes de pl¨¢stico. A las ambulancias, que no dieron abasto, se sumaron las camionetas de la polic¨ªa, que trasladaron a los heridos y algunos cuerpos a los hospitales de la zona.
Los bomberos improvisaron una morgue en un club nocturno aleda?o donde pronto se apilaron los cad¨¢veres. Horas m¨¢s tarde, el Ministerio P¨²blico habilit¨® otras morgues en la parroquia de la Trinidad y en el Comando del Ej¨¦rcito, donde fueron trasladados los cuerpos, muchos de ellos de ni?os que no fueron reconocidos por sus familiares. Una de las escenas m¨¢s desgarradoras fue la de tres ni?os que quedaron atrapados en un veh¨ªculo dentro del estacionamiento, y que murieron abrazados. Sus padres los hab¨ªan dejado all¨ª mientras hac¨ªan alguna compra.
El presidente de la rep¨²blica, Nicanor Duarte Frutos, lleg¨® al lugar durante las primeras horas del incendio y estuvo coordinando las operaciones del rescate, as¨ª como tambi¨¦n el ministro de Defensa y el ministro de Salud. A ¨²ltima hora de la tarde en Asunci¨®n ya se hab¨ªan contabilizado al menos 236 muertos y unos 500 heridos. Varios sanatorios privados tambi¨¦n abrieron sus puertas para recibir a los afectados, muchos de ellos por haber inhalado di¨®xido de carbono.
Riesgo de derrumbe
Horas despu¨¦s de iniciado el fuego, el Ministerio de Defensa envi¨® a un contingente de soldados para despejar el ¨¢rea. La zona contin¨²aba siendo peligrosa, a pesar de que el incendio fue controlado, pues el edificio corr¨ªa el riesgo de derrumbarse, lo mismo que una enorme antena que se encuentra en su techo. Adem¨¢s, se podr¨ªan producir m¨¢s explosiones, seg¨²n advirtieron los constructores del edificio, ya que en su interior hab¨ªa varias bombonas de gas que estaban causando nuevos estallidos.
Mucha gente llam¨® a los medios de comunicaci¨®n ofreciendo donaciones y llovieron las peticiones de jeringuillas, respiradores y medicamentos. Avanzada ya la tarde, el fiscal Edgar S¨¢nchez confirm¨® que se hab¨ªa ordenado el arresto de los propietarios del supermercado, Juan P¨ªo Paiva y Daniel Paiva, por supuesta responsabilidad en el accidente.
El Gobierno paraguayo declar¨® duelo oficial por tres d¨ªas. Los Gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay ofrecieron donaciones y sus condolencias.
"Gente irreconocible"
"Todav¨ªa est¨¢n sacando cuerpos del supermercado, pero el lugar est¨¢ muy oscuro y hay fugas de gas que hacen el trabajo muy peligroso", dijo una vez atajado el incendio el jefe de la polic¨ªa, Humberto N¨²?ez. En una discoteca, situada en frente del supermercado, se acumulaban los cuerpos quemados.
"Hay mucha gente irreconocible para la identificaci¨®n y me han asegurado que hab¨ªa funcionarios de Naciones Unidas que se encontraban en el lugar", dijo N¨²?ez, quien a?adi¨® que la identificaci¨®n de los cad¨¢veres llevar¨¢ tiempo. La tragedia pudo ser a¨²n m¨¢s grave porque en las cercan¨ªas del establecimiento se halla una estaci¨®n de servicio.
Las escenas de desesperaci¨®n tambi¨¦n fueron frecuentes. Una mujer buscaba a su hijo de 14 a?os. "Necesito informaci¨®n sobre mi hijo. No est¨¢ en ninguno de los hospitales con los que he contactado", aseguraba muy nerviosa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol inform¨® a primera hora de la madrugada de hoy de que no se tiene constancia de que ning¨²n ciudadano espa?ol haya sido v¨ªctima del siniestro. El Gobierno ha ofrecido al Ejecutivo de Paraguay toda la ayuda necesaria para paliar las consecuencias del incendio y ha abierto una l¨ªnea telef¨®nica para atender a los espa?oles que cuenten con familiares en Asunci¨®n.
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