Un "plan astuto" para cobrar el desempleo sin haber trabajado

La trama que ha quedado impune es la siguiente. Seg¨²n el escrito del fiscal, el 18 de diciembre de 1978, Iv¨¢n Pumari?o (ya fallecido) adquiri¨® las empresas Manfisa e Imperter. Imperter la dedic¨® a actividades de artes gr¨¢ficas. La empresa no fue bien y arregl¨® los papeles a los trabajadores para que ¨¦stos cobrasen el subsidio de desempleo. Pero aprovech¨® la conyuntura e incluy¨® en la lista de despedidos a un grupo de amigos suyos para que cobrasen el paro, pese a que no eran empleados de la empresa Imperter.

Incluy¨®, por ejemplo, a su "buen amigo" y tambi¨¦n acusado Jos¨¦ Antonio Salcedo (ya fallecido). ?ste, seg¨²n el fiscal, luego colaborar¨ªa con Pumari?o en la captaci¨®n de falsos trabajadores para los chanchullos. Salcedo cobr¨® el subsidio entre el 11 de octubre de 1979 y hasta el 10 de abril de 1981. Casi 3.600 euros (600.000 pesetas de la ¨¦poca).

Prestaciones indebidas

Viendo la facilidad con que hab¨ªan enga?ado a la Seguridad Social, y bas¨¢ndose en los conocimientos que Pumari?o ten¨ªa del sistema de subsidio porque hab¨ªa trabajado como funcionario en el Instituto Nacional de Previsi¨®n de la Seguridad Social, pusieron en marcha "un astuto plan para obtener cuantiosos beneficios". Para ello adquiri¨® las empresas Senio y Talleres Alonso. M¨¢s tarde, los acusados contactaron con el abogado Jos¨¦ Manuel Sainz de Baranda y Gonz¨¢lez Arnau (ya fallecido), que entonces ejerc¨ªa el cargo de secretario de la Sala del Tribunal de Cuentas. Le explicaron el chanchullo y acept¨® participar. ?l se encargar¨ªa, como abogado, de controlar el papeleo de todos y cada uno de los falsos trabajadores que se captasen. Por cada falso trabajador cobr¨® 10.000 pesetas. Adem¨¢s, meti¨® a su esposa en el chanchullo para que ¨¦sta tambi¨¦n cobrase el subsidio. Contactaron con un funcionario de la Seguridad Social, a cambio de un sueldo 45.000 pesetas mensuales de la ¨¦poca, para que ¨¦ste les facilitase impresos y sellos oficiales de la Seguridad Social.

Despu¨¦s metieron en la trama a otras personas que actuaban como ganchos para captar en la calle a falsos trabajadores. Las primeras mensualidades del subsidio las cobraban los cabecillas de la trama, y el resto, los falsos trabajadores, que se hac¨ªan pasar por despedidos.

Hasta que fue desmantelada la trama, captaron a 130 falsos trabajadores. ?stos percibieron cantidades de entre 50.000 y 800.000 pesetas de aquella ¨¦poca. En su ¨²ltimo escrito de acusaci¨®n, fechado el pasado mayo, el fiscal eliminaba ya los delitos prescritos y despenalizados y ped¨ªa penas de entre un mes y ocho a?os de c¨¢rcel para los acusados.