"Me retiro. Estoy cansada, necesito disfrutar trabajando"
Primer acto: sal¨®n de la buhardilla amplia y clara de do?a Berta, junto a la plaza de Santa Ana, en Madrid, decorada con muchos detalles zen. Ella est¨¢ sentada en el sof¨¢ y contesta a sus invitados con el salero y la franqueza que dan muchos a?os de tablas.
Pregunta. Ha llegado hasta aqu¨ª soltera, pero con muchos compromisos.
Respuesta. Soltera por decisi¨®n, no solterona, que es una palabra que en mi ¨¦poca implicaba otras cosas. Nunca quise hijos. Pero yo he tenido lo que mucha gente no ha tenido: el teatro. ?Para qu¨¦ voy a querer yo a un hombre si he disfrutado de un batall¨®n!
P. Por amores que no quede.
R. Y tanto. ?sta es una profesi¨®n que se hace con amor. Yo he amado mucho y he trabajado en algo que se ama para toda la vida.
P. ?C¨®mo lleg¨® al teatro?
R. Mis padres eran maquilladores de cine y teatro. Trabajaban para los ruizes, que era un clan muy conocido en ese mundo.
P. Le dar¨ªan sus consejos.
R. Nunca. Iban a verme cuando actuaba y nada m¨¢s. No se met¨ªan, el mundo del actor est¨¢ muy cerrado en sus preocupaciones, que son muchas. Es una profesi¨®n bell¨ªsima, interesant¨ªsima, pero dur¨ªsima. Te abre caminos, pero se sufre.
P. ?C¨®mo se llega tan alto?
R. Yo he tenido suerte. Desde el conservatorio sal¨ª con premio, el Lucrecia Arana, pero eso no lo pong¨¢is, que es una tonter¨ªa.
P. Hombre...
R. Bueno, haced lo que quer¨¢is. Luego aprend¨ª con Carmen Seco, y hasta hoy. Empec¨¦ en el Mar¨ªa Guerrero, estuve cinco a?os sacando bandejitas y he hecho 55 a?os de carrera.
P. Y de tele, poco.
R. De tele, nada, ahora. Yo nac¨ª sin televisi¨®n, soy ni?a de la guerra, eran los tiempos en los que no exist¨ªa la tele y el teatro era un tanto de cuarta.
P. ?Han cambiado muchas cosas en el teatro?
R. Tant¨ªsimas cosas han cambiado... Lo que m¨¢s, el sexo. Yo era de las que pensaban que el mundo avanzar¨ªa con la inteligencia y el coraz¨®n.
P. Y usted, con esos cambios, ?qued¨® contenta?
R. Hombre, soy ni?a de la guerra, pero tonta no.
P. ?Con qu¨¦ ha gozado m¨¢s, con papeles c¨®micos o tr¨¢gicos?
R. Con los tr¨¢gicos, mucho. Pero en la ¨²ltima etapa he hecho muchos c¨®micos, y en los dos es igual de dif¨ªcil llegar al alma de la gente.
P. Y lo dice una gran dama, de las que deambulan por la senda de la Xirgu, la Guerrero...
R. Bueno, no se puede comparar. Se habla mucho de la Xirgu, la Guerrero, las leyendas, pero, si las vi¨¦ramos hoy, dir¨ªamos: ?Por Dios! ?Por qu¨¦ hacen esas cosas?
P. Y el p¨²blico, ?cambia tanto como los actores?
R. Al p¨²blico lo hace la sociedad, el teatro sigue a su tiempo y ¨¦ste es un mundo maltratado.
P. Lo suyo no habr¨¢ sido coser y cantar y ha sufrido mucho con sus papeles, ?qui¨¦n decidi¨® que era usted un animal dram¨¢tico?
R. No s¨¦ muy bien si me decant¨¦ o me decantaron, pero no sabes lo que me he re¨ªdo incluso haciendo papeles dram¨¢ticos. No es necesario ser en todo momento hondo; inteligente, s¨ª.
P. ?Por qu¨¦ no nos deja escribir un libro sobre usted?
R. ?Ay, de ninguna manera!
P. ?Le puede la humildad?
R. Soy normal, no soy humilde.
P. ?Y autocr¨ªtica?
R. Siempre he sido muy exigente conmigo misma. Me critico demasiado a veces, y eso me quita fuerza. Pero es que, si tuviera que fiarme de los cr¨ªticos... Una vez, uno de Barcelona hizo una cr¨ªtica de un Hamlet en la que dec¨ªa que yo no ten¨ªa nada que ver con Mae West. Eso ya lo sab¨ªamos, digo yo.
P. Tambi¨¦n tiene imagen seria.
R. Bueno, eso, menos. Simp¨¢tica s¨ª soy. Fe¨ªta, pero simp¨¢tica.
P. ?Como que fe¨ªta?
R. S¨ª, cuando empec¨¦ era fe¨ªta. Un coco, no, pero no era glamurosa. Al principio me afectaba mucho. Llegu¨¦ a retirarme dos meses porque ve¨ªa que esto del teatro era cosa de se?oras muy altas y muy guapas. Pero luego he aprendido que eso no era suficiente para hacer carrera. Hay que tener buena cabeza y buenos sentimientos.
P. O sea, que al final el f¨ªsico hasta le ha ayudado.
R. ?sta es una profesi¨®n muy ingrata y muy dif¨ªcil, una carrera de fondo. He visto a muchos bellezones retirarse. Las guapas llegan antes, y a la larga, si valen, se colocan. A m¨ª, mi f¨ªsico me ha hecho superarme m¨¢s.
P. ?Se cumplieron sus sue?os?
R. Mis sue?os eran trabajar con gente con la que he trabajado y, sobre todo, hacer disfrutar al p¨²blico.
P. ?Dispuesta a morir en escena?
R. Tampoco es para tanto, ?no? Yo me retiro ya. Estoy cansada. Necesito disfrutar trabajando, si no disfruto prefiero dejarlo. Soy muy exquisita.
P. Tendr¨¢ que desengancharse del aplauso.
R. Y de los silencios, tambi¨¦n. En el teatro hay dos silencios: el del m¨¢rmol y el del recogimiento ante lo que se ve. Ese silencio que se hace en el teatro antes del aplauso es maravilloso.
Tel¨®n.
La gata casada con las tablas
Dice que ha estado casada con el teatro. Y apegada al siete: "Nac¨ª el 27 del 7 del 27 y tengo 77 a?os". Ahora que se va, que se retira, va a alimentar sus nuevos d¨ªas de recuerdos y de alg¨²n reproche a ese esposo que le ha comido el tiempo y la vida en 55 a?os de carrera: "Nunca he querido tener hijos. Yo he sido esposa del teatro. Pero ahora veo a los nietos y nietas de mis amigas y me da envidia", dice. Lo que s¨ª ha parido Berta Riaza es a mucha criatura desvalida y dura en escena. Principalmente con papeles dram¨¢ticos, lo que le ha valido ahora, un¨¢nimemente, ese grado que no todas consiguen de "gran dama" del teatro, aunque hoy lamenta no haber hecho m¨¢s comedia.
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