El Depor se deja llevar

La previa de la Liga de Campeones es una trampa en la que a menudo caen no pocos cl¨¢sicos del torneo. Son peligrosas, como los empates sin goles fuera de casa, un resultado que suele dejar m¨¢s satisfechos a los aficionados que al entrenador visitante. En una eliminatoria venenosa el Deportivo se llev¨® un resultado envenenado, bueno pero no tanto, que obligar¨¢ a los de Irureta a extremar precauciones en Riazor. Como si de una pachanga de pretemporada se tratara, el tibio ritmo deportivista se lo trag¨® en tres carreras el Shelbourne irland¨¦s, un equipo f¨ªsico y metido de lleno en su campeonato, que arrastr¨® a los coru?eses al partido que menos les conven¨ªa

En uno de los fondos, inhabilitados por la UEFA por carecer de butacas, una pancarta alentaba a los irlandeses. Believe, rezaba. A secas, en letras blancas sobre fondo rojo. Creyeron los aficionados del modesto Shelbourne en su equipo, y creyeron sus futbolistas en la primera clasificaci¨®n de un equipo irland¨¦s para la Liga de Campeones. Pusieron a currar al Deportivo, que a estas alturas de la temporada anda a ver si le coge el ritmo a la cosa, y redujeron al grupo de Irureta hasta la m¨ªnima expresi¨®n.

El Deportivo se encogi¨® a medida que avanz¨® la primera parte. Tard¨® un cuarto de hora en vislumbrar a Williams; un portero que quiz¨¢s sea bueno o tal vez un timo. Se fueron los coru?eses del partido sin la menor pista al respecto, porque a la falta que sac¨® V¨ªctor no llegaron ni Pandiani ni Andrade; y porque la segunda oportunidad se demor¨® otra media hora, con un tiro lejano de V¨ªctor que se fue al despoblado fondo del estadio dublin¨¦s. Otras dos ocasiones saldaron la segunda mitad y el partido.

Ser¨ªa exagerado decir que se fue el Depor de Dubl¨ªn sin que nadie saliese del anonimato. Porque Luque, que vio frustradas sus ¨²ltimas oportunidades de ser traspasado al Barcelona, se empe?¨® en poner a prueba la velocidad de Heary, lateral derecho y capit¨¢n del Shelbourne. Y porque Molina se gan¨® el jornal, limpiando por arriba y por abajo los arrebatos f¨ªsicos del equipo irland¨¦s, m¨¢s voluntariosos que imaginativos. Porque imaginaci¨®n no tuvo ni un gramo: fue el rival del Deportivo una fiel representaci¨®n de lo que se le supone a un equipo irland¨¦s, de esos que imprimen a la pelota una velocidad inversamente proporcional a la precisi¨®n.

Pero de las carreras, de la anticipaci¨®n y de los cinco centrocampistas que enterraron al Depor en un foso sali¨® un dominio local a r¨¢fagas, que termin¨® por desgastar a Molina antes del descanso, cuando tuvo que ser relevado por Mun¨²a. V¨ªctima destacada del sudor irland¨¦s fue Valer¨®n, borrado del campo bajo un aguacero.

Puestos a buscar pelea, el Deportivo acept¨® la propuesta con un cambio que declar¨® las intenciones del equipo gallego: con Duscher en el lugar de Sergio, el equipo gallego complet¨® su mimetismo con el Shelbourne. Entregado a un intercambio a ciegas, sali¨® mejor parado el conjunto de casa, amparado en cierta complacencia arbitral con el juego duro. La suficiencia deportivista le aconsej¨® aplazar el esfuerzo para la vuelta, para cuando quiz¨¢s haya encontrado un ant¨ªdoto al veneno irland¨¦s.

Otros resultados: D. Bucarest (Rum.), 1; M. United (R.U), 2. Nova Gorica (Eslov.), 0; M¨®naco (Fra.), 3. Estrella Roja (Ser.), 3; PSV (Hol.), 2 Bayer L. (Ale.), 5; Banik Ostrava (R. Che.), 0. Ferencvaros (Hun.), 1; S. Prag (R. Checa), 0.