"No m¨¢s gazpacho, por favor"

Ernesto y su grupo de amigos han vivido esta semana en una de las 256 tiendas de campa?a del Campo de la Juventud. Han llegado de Sevilla para dar una conferencia sobre el grafitos pensando que se alojar¨ªan en un hotel. La idea de dormir en un campamento no les desagrad¨®, pero le han encontrado demasiados fallos. El principal, la comida que les dan. En la tienda cuelga un cartel que reproduce el que se convirti¨® el jueves en uno de los lemas m¨¢s voceados durante la marcha del D¨ªa Internacional de la Juventud: "No more gazpacho" ("no m¨¢s gazpacho"). Y es que, para un andaluz, "un gazpacho de pote" tiene delito. "Cuando lleg¨¢bamos a por la comida, la ensalada ya se hab¨ªa terminado. Estamos hartos del gazpacho, cada d¨ªa lo mismo", se quejaba ayer Ernesto. Su compa?era de tienda Ana, de la misma ciudad, coincid¨ªa con su amigo. "La comida ha sido horrible: ensaladas con huevos de gomaespuma, lechuga de pl¨¢stico y arroz como hormig¨®n. Encima, ahora voy a una playa de arena de obra", espet¨® no sin cierta iron¨ªa Ana ante la mirada at¨®nita de los responsables del campamento.

"Este es un ambiente de lujo. Conoces a personas de todo el mundo y de todas las culturas"

Decenas de banderas tintaban el color severo de las tiendas de campa?a, mientras que la imaginaci¨®n de los chavales pon¨ªa una nota de desenfado a la disposici¨®n estricta de todos los habit¨¢culos. La delegaci¨®n b¨²lgara, por ejemplo, hab¨ªa colocado un sof¨¢ y tres literas alrededor de una mesa de pl¨¢stico. Sobre ¨¦sta, hab¨ªa zumo, galletas y agua. Mucha agua, porque, denunciaron los j¨®venes, "o no hay agua o es mala".La coordinadora del c¨¢mping, Laura C¨¢ceres, replic¨® esta opini¨®n bastante generalizada entre los visitantes: "No es que sea mala, es que est¨¢ caliente y, adem¨¢s, de Barcelona, y todos sabemos que el agua de Barcelona no tiene buen gusto".

Sea como fuere, al b¨²lgaro ?ngel no le preocupa, puesto que ¨¦l desayuna con cerveza y en pleno mediod¨ªa. Ha decidido no ir a los di¨¢logos y quedarse descansando. Asegura, sin embargo, que ha visitado "toda la ciudad menos el Barrio G¨®tico", aunque su compa?ero sonr¨ªe, incr¨¦dulo, ante tal afirmaci¨®n. Ayer los dos salieron de fiesta por discotecas del Puerto Ol¨ªmpico y luego disfrutaron de la noche barcelonesa en la playa, junto a centenares de j¨®venes que, como Abel, decidieron que la mejor forma de huir del calor es entablando amistad con otros asistentes.

"Lo mejor son las fiestas nocturnas en la playa, que se han convertido en un aut¨¦ntico espacio de interrelaci¨®n", explic¨® Abel, quien ha llegado desde Almansa (Albacete) para participar en un taller de expresi¨®n corporal. El grito de "no more gazpacho" resuena por todo el recinto. Lo comentan y critican todos quienes est¨¢n en el campo, que seg¨²n la jefa de prensa del festival, son "una minor¨ªa" y que, sin embargo, se pueden contar por decenas. "Que os den por el F¨®rum. Puto gazpacho. Fuck off", rezaba un cartel colgado en otra tienda de campa?a. En su interior, la valenciana Mar¨ªa lo explica: "Es una suerte poder elegir otra cosa que no sea gazpacho. No es que no me guste, pero comerlo todos los d¨ªas, la verdad, me parece excesivo. Tampoco hay forma de encontrar agua fresca. No pido una barra de bar ni nada exagerado, s¨®lo cosas b¨¢sicas", asegur¨®. Pero la posibilidad de conocer a otra gente, dice Mar¨ªa, le compensa. "Este es un ambiente de lujo. Conoces a personas de todo el mundo y de todas las culturas. Hay peque?os detalles que quedan pendientes de mejorar, pero en general el festival tiene una evaluaci¨®n positiva", reconoci¨®.

Soportando el calor del que se quejan todos estaban los andaluces Cados, Carlos y Quique, y la canaria Amada, que derrochan sentido del humor. "Estar¨ªa bien", comenta Carlos sin contener la risa, "que hubieran puesto a nuestra disposici¨®n una tienda vac¨ªa para hacer nuestras necesidades... sexuales". Amada redunda en lo que dice su compa?ero: "S¨ª, porque aqu¨ª hay mucho preservativo y poca actividad". "Aunque, puntualiza Cados, "lo mejor del festival son las mujeres".

Tambi¨¦n denuncian los j¨®venes que no hay suficientes luces, lo cual resulta problem¨¢tico sobre todo por la noche, cuando "se llega a la tienda de milagro", a?ade Quique. Tampoco se limpian los lavabos con demasiada frecuencia, aunque, disculpan este hecho, "se entiende, es un campamento".

Ante la avlancha de quejas, los responsables del Campo de la Juventud deciden puntualizarlo todo. Los periodistas que han asistido a la visita por el c¨¢mping no se pierden detalle y preguntan qu¨¦ les ha llamado m¨¢s la atenci¨®n.

?Por qu¨¦ hay tanta gente en el campo? "Pues, los que est¨¢n aqu¨ª son una minor¨ªa", asegura Laura C¨¢ceres, "porque el resto est¨¢ en el F¨®rum, donde asisten a las actividades del festival". ?Qu¨¦ tienen que decir sobre las quejas a prop¨®sito del calor? "Bien, es que estamos en pleno mes de agosto y en Barcelona, y es normal que haga calor". ?Y sobre el asunto de la falta de agua? "No ten¨ªamos previsto que los chicos pasaran aqu¨ª tantas horas y por eso no pensamos en tener agua embotellada, pero en los grifos de las duchas y lavabos hay agua potable". Por ¨²ltimo, ?qu¨¦ delegaciones son las m¨¢s numerosas? "Pues la mexicana y la del Yemen, que son una alegr¨ªa", concluy¨® la responsable de la instalaci¨®n.