El Pol¨ªgono Sur se tambalea
El asentamiento de familias de Los Bermejales altera el equilibrio de una de las barridas m¨¢s deprimidas de Sevilla
El 27 de julio de 2004, 45 familias abandonaron el asentamiento chabolista de Los Bermejales (Sevilla) a cambio de dinero. Firmaron un contrato con una empresa constructora por el que recibieron 42.000 euros. Con esa cantidad, los chabolistas se comprometieron a buscar una vivienda en cualquier zona de Sevilla y de sus alrededores. El ¨²nico sitio d¨®nde no pod¨ªan ir era al Pol¨ªgono Sur.
El viernes pasado, algunas de las 23 familias chabolistas de Los Bermejales esperaban que las casas que hab¨ªan comprado en el Pol¨ªgono Sur, salt¨¢ndose la cl¨¢usula del contrato, fueran precintadas por la polic¨ªa. Una medida que tiene previsto realizar la Junta en los pr¨®ximos d¨ªas para que los chabolistas abandonen el Pol¨ªgono Sur y as¨ª calmar a los vecinos de una de las zonas m¨¢s deprimidas de la ciudad, que han vivido la llegada de estos inquilinos como una invasi¨®n.
Unos vecinos que se preguntan por qu¨¦ el Ayuntamiento, que contrat¨® a la empresa constructora que desaloj¨® Los Bermejales, no predijo lo que ha sucedido y que, ahora, miran a su alrededor con miedo. ?Pero, por qu¨¦ estos vecinos rechazan la entrada de los chabolistas? Jes¨²s Maeztu, Comisionado para el Pol¨ªgono Sur, una figura que cre¨® la Consejer¨ªa de Gobernaci¨®n para que sirviese de "puente" entre los vecinos del Pol¨ªgono y la Junta, da su respuesta: "Hemos sufrido siete invasiones de chabolistas y cada vez que entran la zona es una guerra de patio, todo se pierde y tenemos que empezar desde cero".
En el Pol¨ªgono Sur viven alrededor de 50.000 personas que comenzaron a instalarse en los a?os 60. Familias desahuciadas, gente del campo y otras con poco dinero que se hacinaron en mil viviendas prefabricadas.
El goteo de gente ha seguido durante m¨¢s de 40 a?os, se han construido m¨¢s casas y hoy en el Pol¨ªgono Sur hay alrededor de 9.000 viviendas en una superficie cercana a dos kil¨®metros cuadrados. La ciudad tambi¨¦n ha ido creciendo, lo que ha provocado que lo que antes fuera el extrarradio de Sevilla se haya convertido en una inmensa bolsa cerca del centro, al sur de la ciudad.
Una bolsa que a su vez tambi¨¦n est¨¢ dividida en barrios: La Oliva, Las Vegas, Las Letan¨ªas, Las Tres Mil Viviendas... en donde payos y gitanos conviven. Cada uno de estos barrios tiene su se?a de identidad. Mientras que la barriada de La Oliva es conocida como "la cara amable" del pol¨ªgono, Las Vegas es "la miserable".
En Sevilla, cuatro lugares acogen a las familias con menos recursos: Torreblanca, San Jer¨®nimo, Los Pajaritos y el Pol¨ªgono Sur. Zonas marginales en las que los tiroteos no son excepcionales, los menores conducen coches, nadie tiene papeles, nadie pregunta nada y las casas se venden por 6.000 euros. Zonas con mucha tensi¨®n en las que una m¨ªnima alteraci¨®n de las costumbres puede quebrar la tranquilidad de cualquier d¨ªa.
Por eso las 23 familias que han comprado viviendas en las Tres Mil Viviendas no pueden, seg¨²n Jes¨²s Maeztu, quedarse. "Han llegado intimidando a los dem¨¢s vecinos de la zona, han pagado cerca de un mill¨®n de pesetas por las casas y se han ido instalando en los espacios p¨²blicos, en los patios, no comprenden que el portal de una casa es zona de paso y que no se puede utilizar como cuarto de ba?o, hay que trabajar primero con ellas y despu¨¦s ver si pueden vivir en el pol¨ªgono. Son familias desestructuradas y no es que no las queramos. No las podemos tener porque todo el trabajo que hemos realizado se viene abajo", cuenta Maeztu.
Las asociaciones vecinales de la zona est¨¢n de acuerdo con Maeztu y se van a manifestar los pr¨®ximos d¨ªas para que el Ayuntamiento cumpla con lo prometido. "Lo que queremos es que el Ayuntamiento sea claro. Si quiere que el Pol¨ªgono sea el vertedero de la ciudad es una tonter¨ªa que se haya creado la figura que yo represento. Nos ha fallado y el porqu¨¦ ha hecho esto es la pregunta del mill¨®n". Maeztu, que no se explica lo ocurrido, anuncia que no parar¨¢ hasta que los nuevos inquilinos se marchen y que despu¨¦s seguir¨¢ el trabajo iniciado con las dem¨¢s familias marginales. Define lo que ha pasado como "el conjunto de todos los males sin bien alguno" y aunque aclara que el "Pol¨ªgono es solidario", concluye que no est¨¢ dispuesto a que se rompa su equilibrio.
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