Argentina reabre la v¨ªa legal para juzgar cr¨ªmenes de la dictadura

La Corte Suprema resolvi¨® ayer que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles, al referirse a la causa por el asesinato del ex jefe del Ej¨¦rcito chileno Carlos Prats y su esposa, perpetrado en 1974 en Buenos Aires bajo instrucciones de la polic¨ªa pol¨ªtica pinochetista.

La decisi¨®n del alto tribunal se?ala que los delitos referidos pueden ser juzgados, aunque haya transcurrido mucho tiempo desde que fueron cometidos, y es el paso previo a la declaraci¨®n de inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en las que se amparan los militares de la dictadura para evitar la acci¨®n de la Justicia.

Por otra parte, el almirante Emilio Eduardo Massera, cerebro gris de la dictadura argentina (1976-1983), es desde ayer el primer militar de aquel r¨¦gimen que indemniza de su propio bolsillo a un familiar de las v¨ªctimas de violaciones de derechos humanos cometidas por los uniformados. Massera hab¨ªa hecho caso omiso a los reiterados fallos de la justicia, que, desde 1994, inst¨® al almirante a indemnizar a Daniel Tarnopolsky, ¨²nico superviviente de una familia de cinco detenidos-desaparecidos. El caso lleg¨® hasta la Corte Suprema, pero el militar se hab¨ªa declarado insolvente.

Finalmente, cuando un juez decret¨® el embargo de los bienes del acusado, se comprob¨® que Massera s¨®lo ten¨ªa a su nombre el apartamento en Buenos Aires donde cumple arresto domiciliario por su participaci¨®n en el plan sistem¨¢tico de robo de hijos de desaparecidos. Cuando la subasta de la vivienda ya ten¨ªa d¨ªa y hora, el 23 de septiembre pr¨®ximo, el almirante decidi¨® desembolsar los 200.000 pesos (59.523 euros) fijados por el juez. Tarnopolsky entreg¨® inmediatamente el dinero a la organizaci¨®n Abuelas de Plaza de Mayo.