La milicia chi¨ª de Al S¨¢der pone fin a los combates y entrega la mezquita de Nayaf
El Ej¨¦rcito del Mahdi abandona los lugares santos y las tropas de EE UU se retiran de la ciudad
A las 8.30 de ayer los milicianos leales al cl¨¦rigo chi¨ª M¨²qtada al S¨¢der salieron en masa de la gran mezquita de Nayaf, donde se encontraban atrincherados desde hac¨ªa tres semanas. El l¨ªder rebelde llam¨® a la retirada despu¨¦s de que la noche anterior alcanzara un acuerdo con la m¨¢xima autoridad chi¨ª en Irak, el gran ayatol¨¢ Al¨ª al Sistani, para entregarle la custodia del templo. Mientras, miles de peregrinos llegaron a la ciudad santa procedentes de todo el pa¨ªs. Al Sistani pidi¨® al Ejecutivo iraqu¨ª que investigue sobre las marchas a Nayaf que acabaron el jueves con decenas de muertos.
"En nombre de Al¨¢, hermanos del Ej¨¦rcito del Mahdi, os ruego que abandon¨¦is la mezquita y que abandon¨¦is tambi¨¦n vuestras armas". Era el mensaje de Al S¨¢der que se escuch¨® ayer en el interior del recinto sagrado. "Es una orden que deb¨¦is obedecer", concluy¨®.
Los milicianos, agotados tras semanas de sangrientos combates, dejaron atr¨¢s la gran mezquita. Uno de los insurgentes sangraba y llevaba vendada la mano derecha. Otro era transportado en una camilla. "Hoy es un d¨ªa de victoria", dijo Arkan Rahim, de 30 a?os, tras salir del templo. "No nos hemos rendido a los americanos, el mayor Ej¨¦rcito del mundo. No nos hemos rendido a la polic¨ªa. Lo hemos protegido [el mausoleo] para nuestros l¨ªderes religiosos", asegur¨® el insurgente. La moral parec¨ªa intacta a pesar de los cientos de bajas sufridas. Los milicianos del Mahdi no entregaron sus armas. Cogieron sus rifles de asalto y sus lanzacohetes y los apilaron en carros de madera, que despu¨¦s cubrieron con mantas y sacos para m¨¢s tarde transportarlos al interior de algunos comercios.
Las tropas de EE UU permanecieron expectantes, tras recibir ¨®rdenes de no detener a ning¨²n miliciano. Por la tarde se retiraron del casco antiguo de la ciudad. La polic¨ªa iraqu¨ª hizo acto de presencia en los alrederores de la mezquita. La entrada de la polic¨ªa, una de las condiciones en la negociaci¨®n entre Al Sistani y Al S¨¢der, simboliz¨® el reconocimiento de la autoridad del Gobierno interino iraqu¨ª. El acuerdo alcanzado entre los l¨ªderes religiosos establece la salida del Ej¨¦rcito del Mahdi y del resto de los grupo armados de Nayaf y de la vecina Kufa. La polic¨ªa iraqu¨ª tomar¨¢ el control en ambos lugares y el Ejecutivo iraqu¨ª se encargar¨¢ de compensar las p¨¦rdidas sufridas en los combates. Al S¨¢der se comprometi¨® adem¨¢s a cooperar en la preparaci¨®n de las elecciones del pr¨®ximo enero.
"Culpo a M¨²qtada al S¨¢der de lo que ha pasado aqu¨ª, y tambi¨¦n al Gobierno iraqu¨ª", se quejaba un anciano que viaj¨® desde la ciudad de Kut para apoyar a Al Sistani. "La gente corriente estamos pagando por sus errores". Con sus casas y sus negocios en ruinas, muchos iraqu¨ªes sienten que los nuevos l¨ªderes les han fallado.
El fin de los combates ha revelado la devastaci¨®n reinante en la ciudad santa. Hoteles reducidos a escombros, amasijos de hierro que antes fueron coches, arrumbados en las cunetas, perros y cabras muertos en las calles. Los peregrinos mov¨ªan la cabeza de un lado a otro ante tanta destrucci¨®n. "Dejemos que Dios se vengue de los estadounidenses por esto", dijo uno.
[Al menos 25 cuerpos con la piel quemada e hinchados aparecieron ayer en las dependencias del tribunal Al S¨¢der en Nayaf. La polic¨ªa afirma que se trata de personas ejecutadas por la milicia, mientras que la oficina de Al S¨¢der asegura que son milicianos muertos en combate y trasladados a los tribunales antes de ser enterrados, informa France Presse].
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