La piedra lunar
Un oficial del Ej¨¦rcito brit¨¢nico en la India roba un fabuloso diamante aprovechando el caos que se produce tras el asalto al palacio de Seringapatam. El soldado desde?a la leyenda que circula sobre la famosa gema, llamada Piedra lunar, que promete un sinf¨ªn de tragedias para quien no la restituya a sus leg¨ªtimos propietarios. Medio siglo despu¨¦s, el maleficio del diamante vuelve a manifestarse en una casa de la campi?a brit¨¢nica. El sargento Cuff tendr¨¢ que desmadejar pacientemente una trama que incluye sonambulismo, magia oriental, experiencias con el opio y la presencia misteriosa de tres religiosos hind¨²es.
Hijo de un reconocido pintor, el paisajista William Collins, el escritor Wilkie Collins (1824-1889) fue un ni?o enfermizo que recibi¨® una educaci¨®n esmerada y moderna que incluy¨® largas estancias en Italia. Ten¨ªa 27 a?os cuando conoci¨® a Charles Dickens, autor ya consagrado con el que mantuvo una larga y provechosa amistad. Tras publicar algunos t¨ªtulos como Basil y La reina de corazones, que le dieron cierta popularidad, Collins caus¨® una enorme conmoci¨®n con La dama de blanco, novela de suspense publicada por entregas entre 1859 y 1860 en una de las revistas de Dickens.
La piedra lunar, obra publicada en 1868, confirma a Collins como un autor excepcionalmente dotado para el suspense. Por aquella ¨¦poca, el escritor manten¨ªa relaciones con Caroline Graves, una mujer viuda que le acompa?¨® hasta los ¨²ltimos momentos, y con Martha Rudd, que le dar¨ªa tres hijos a los que Collins reconoci¨® como propios. Los graves dolores reum¨¢ticos que sufr¨ªa desde comienzos de la d¨¦cada de 1860 aficionaron a Collins al l¨¢udano, un derivado del opio que aparece mencionado en varias de sus obras. En 1889 muri¨® de un ataque al coraz¨®n. Pidi¨® que se le hiciera un funeral sencillo, neg¨¢ndose a hacer concesiones a la moral victoriana imperante que tanto detest¨® desde su juventud.
- La piedra lunar, de Wilkie Collins, podr¨¢ adquirirse el martes y el mi¨¦rcoles, en dos tomos, por 1 euro cada uno al comprar EL PA?S.
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