Las grandes figuras
Nueve deportistas, con el estadounidense Michael Phelps al frente, destacan por su brillo en el firmamento ol¨ªmpico
Los Juegos han dejado un pu?ado de triunfadores, de nombres propios que pasar¨¢n a la historia, con Phelps y El Guerruj a la cabeza.
MICHAEL PHELPS
El hombre de los Juegos
Seis medallas de oro y dos de bronce. El estadounidense Michael Phelps aguant¨® perfectamente la presi¨®n en Atenas. Durante meses, todas las miradas estaban puestas sobre ¨¦l y el reto que se hab¨ªa marcado, igualar las medallas de oro que obtuvo su compatriota Mark Spitz en M¨²nich 72. Phelps no consigui¨® las siete que pretend¨ªa, pero sali¨® de los Juegos como un gigante de la nataci¨®n. Gan¨® cuatro pruebas individuales -100 y 200 metros mariposa y 200 y 400 estilos- y dos colectivas -4x100 metros estilos y 4x200 libres. Fue una semana agotadora para un nadador que tuvo el coraje de competir y perder contra el australiano Ian Thorpe en los 200 libres. "No pod¨ªa perderme la oportunidad de luchar contra el mejor", declar¨®. Adem¨¢s de coraje, demostr¨® una generosidad imprevista en el actual mundo del deporte. Dej¨® su puesto en la final de los 4x100 estilos a Ian Crocker, que no hab¨ªa logrado ning¨²n oro en Atenas.
HICHAM EL GUERRUJ
Otro atleta en el pante¨®n
Hicham el Guerruj lleg¨® a Atenas con la angustiosa necesidad de conquistar su primera medalla de oro. No la consigui¨® en Atlanta ni en Sidney. Lo que parec¨ªa una maldici¨®n se transform¨® en el mejor momento en la vida del campe¨®n marroqu¨ª, ganador de los 1.500 metros y de los 5.000. Vencedor adem¨¢s de manera clamorosa, en carreras de m¨¢xima dificultad. Su duelo con el keniano Bernard Lagat en el 1.500 fue un monumento a la determinaci¨®n. Su victoria sobre Kenenisa Bekele en el 5.000 le situ¨® en el pante¨®n que ocupaba el finland¨¦s Paavo Nurmi, ganador de las dos carreras en los Juegos de 1924. Nadie hab¨ªa repetido la gesta desde entonces. El Guerruj, al que se supon¨ªa en el umbral del declive, lo logr¨® de forma portentosa.
JUSTIN GATLIN
El sucesor de Greene
La renovaci¨®n generacional del atletismo comenz¨® por un atleta de 22 a?os forjado en la exigente escuela estadounidense de velocidad y que gan¨® la mejor final que se recuerda. Justin Gatlin se impuso al portugu¨¦s de origen nigeriano Francis Obikwelu y a sus compatriotas Maurice Greene y Shawn Crawford en un carrera con cuatro atletas por debajo de los 9,90s. Era algo in¨¦dito. Gatlin no sali¨® como favorito. Durante las series dej¨® que Greene, el jamaicano Asafa Powell, Crawford y Obikwelu desplegaran toda su pirotecnica. Gatlin se tap¨®. En la final volvi¨® a demostrar que es un hombre de grandes momentos. Gan¨® de punta a punta con su mejor marca personal: 9,85s. Estados Unidos acababa de encontrar al sucesor de Greene.
JEREMY WARINER
El analista perfecto
Con 20 a?os y s¨®lo tres carreras en Europa, las que disput¨® en los Juegos de Atenas, Jeremy Wariner se ha convertido en uno de los atletas m¨¢s excitantes del momento. Venci¨® en los 400 metros con una marca, 44,00s, que resucitaba una prueba moribunda tras la retirada del tambi¨¦n norteamericano Michael Johnson. Wariner encabeza una generaci¨®n sensacional de especialistas. Con Otis Harris y Darold Williamson puede llevar el 400 a los l¨ªmites que marc¨® Johnson. Atleta ligero, con una fluidez incre¨ªble en una prueba tan dura, destaca por su precisi¨®n en el an¨¢lisis de la carrera. Nunca estuvo crispado. Algo ha debido de aprender con Clyde Hart, el entrenador de la Universidad de Baylor que dirigi¨® a Johnson.
KENENISA BEKELE
El rey del fondo
No hubo rival para Kenenisa Bekele, de 22 a?os, en los 10.000 metros, escenario del traspaso de poderes et¨ªope entre el gran Haile Gebrselassie y su heredero. Gebre fue un monumento a la dignidad en la carrera. Conocedor de su derrota, la asumi¨® con entereza en medio de un sufrimiento enorme. No se retir¨®. Qued¨® quinto. Por primera vez en su vida, no alcanz¨® el podio. Bekele le trat¨® en la prueba con la consideraci¨®n que merecen los h¨¦roes hasta que la realidad se hizo inevitable. Gebre no pod¨ªa seguir a su compa?ero, que brind¨® una espectacular ¨²ltima vuelta, entre el delirio de la gente. Definitivamente, es el rey del fondo.
LIU XIANG
La marea china
Todas las miradas estaban puestas en el veterano Allen Johnson, dominador de la carrera de 110 metros vallas en los ¨²ltimos diez a?os. Sin embargo, Atenas signific¨® la irrupci¨®n de un fuera de serie, el chino Liu Xiang, un atleta alto que hab¨ªa comenzado su actividad deportiva como saltador de altura en Shanghai. Con 22 a?os, es otro fenomenal exponente de la generaci¨®n 2004. Se cay¨® Johnson en los cuartos de final y Liu Xiang tuvo v¨ªa libre para la victoria. Nadie esperaba que protagonizara el r¨¦cord del mundo. En una actuaci¨®n fulgurante, igual¨® la vieja marca del gal¨¦s Colin Jackson (12,91 segundos) y envi¨® un mensaje contundente de lo que se adivina como marea china en los Juegos de Pek¨ªn 2008.
KELLY HOLMES
Doble recompensa final
El momento m¨¢s grande de su larga carrera deportiva le lleg¨® a Kelly Holmes a la tard¨ªa edad de 34 a?os. La atleta brit¨¢nica siempre hab¨ªa figurado entre las mejores del mundo en los 800 y los 1.500 metros. Uno de sus problemas era precisamente su dificultad para elegir la prueba que m¨¢s le conven¨ªa. Sin ninguna medalla de oro, con algunas lesiones muy graves a su espalda, Holmes decidi¨® esta vez correr las dos en contra del criterio de muchos especialistas. Gan¨® Holmes, vencedora de los 800 metros en una final memorable, con la gran Mar¨ªa Mutola derrotada y sin plaza en el podio. Luego, conquist¨® tambi¨¦n el 1.500 frente a las especialistas rusas, favoritas antes de la prueba.
IAN THORPE
Prestigio intacto
Cuatro a?os despu¨¦s de Sidney, Ian Thorpe puede que no sea tan r¨¢pido como entonces, pero su prestigio sigue intacto. El nadador australiano gan¨® los 200 y los 400 metros libres frente a una oposici¨®n formidable: Pieter van den Hoogenband, Michael Phelps y Grant Hackett. La carrera de los 200 fue una de las cumbres de los Juegos. Thorpe logr¨® desquitarse de su derrota frente a Van den Hoogenband en Sidney. Nada mal para alguien que comenzaba a ser cuestionado. Se dec¨ªa que estaba en el crep¨²sculo de su carrera. No s¨®lo venci¨® en sus pruebas favoritas, sino que consigui¨® la medalla de bronce en los 100 con la mejor marca de su vida.
EMANUEL GINOBILI
El l¨ªder argentino
Un hombre tiene que representar el ¨¦xito del baloncesto argentino en Atenas. Nadie mejor que Manu Ginobili, escolta de los Spurs de San Antonio. En el plano individual, sus actuaciones frente a Italia y Estados Unidos confirmaron su condici¨®n de l¨ªder del equipo que acab¨® con un mito: el de los norteamericanos invulnerables. Ginobili es uno de los muchos jugadores que salieron de Argentina casi en silencio para formar en Europa una colonia de baloncestistas excepcionales. Ahora son reconocidos como estrellas mundiales no s¨®lo por su calidad como jugadores, sino por su car¨¢cter competitivo. Este zurdo, que ha hecho un arte de la entrada a canasta, hace de todo en la pista. Y todo lo hace bien. Como su equipo: Argentina.
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