Los republicanos aclaman en Nueva York el liderazgo antiterrorista de Bush
El alcalde del 11-S, Rudolph Giuliani, lanza un feroz ataque contra el dem¨®crata Kerry
El ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y el senador John McCain cumplieron los objetivos y lograron en la noche del lunes arrancar de sus asientos a los 5.000 delegados del Madison Square Garden y hacer un gran favor a Bush: poner en primer plano al presidente que acudi¨® a Nueva York tras los atentados del 11-S y que tuvo al pa¨ªs y al mundo detr¨¢s, y envolver en la misma burbuja toda la pol¨ªtica exterior y de seguridad de la Casa Blanca, incluida la guerra de Irak y la batalla contra el terrorismo. La operaci¨®n se complet¨® con tremendos ataques de Giuliani contra el dem¨®crata John Kerry.
Giuliani, que fue la estrella de la noche inaugural y que dio un discurso casi como del candidato presidencial que lleva dentro, cerr¨® la primera jornada de la convenci¨®n despu¨¦s de la emocionada presencia de tres mujeres que hab¨ªan perdido a sus familiares en los atentados del 11-S. El ex alcalde coloc¨® a la audiencia en el marco de la ma?ana en la que los aviones chocaron contra las Torres Gemelas, transmiti¨® sus sensaciones al ver a la gente saltando por las ventanas y al dirigir las operaciones de rescate y a?adi¨®: "Digo ahora lo que le dije entonces al jefe de Polic¨ªa: gracias a Dios que George Bush es nuestro presidente".
"Ahora le necesitamos m¨¢s que nunca", asegur¨® Giuliani a un p¨²blico que no ten¨ªa muchas dudas sobre ello. Pero su mensaje iba m¨¢s all¨¢ del pabell¨®n de deportes m¨¢s conocido de EE UU; el ex alcalde hablaba a la Am¨¦rica a la que le preocupa la seguridad nacional y que se considera atacada. "Por fuerzas y gentes que no s¨®lo secuestraron unos aviones, sino tambi¨¦n una religi¨®n que han convertido en un credo terrorista dedicado a eliminarnos y a eliminar nuestro modo de vida", agreg¨®.
Giuliani afirm¨® que el terrorismo no empez¨® el 11-S, sino mucho antes, y culp¨® a los Gobiernos alem¨¢n e italiano de no haber respondido con la firmeza adecuada al ataque contra el equipo israel¨ª en los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich de 1972 y al asesinato del estadounidense Leon Klinghoffer Achille Lauro en 1985. "Los terroristas aprendieron que pod¨ªan intimidar a la comunidad mundial y que, demasiado a menudo, la respuesta, sobre todo en Europa, era acomodaci¨®n, apaciguamiento y compromiso", continu¨®.
La ferocidad de Giuliani -propia de un neoyorquino- se lanz¨® despu¨¦s a la yugular de Kerry. "No tiene la misma visi¨®n clara, precisa y consistente que Bush tiene sobre el terrorismo. Le respeto por sus servicios a la naci¨®n" a?adi¨®, entre aplausos. Pero a continuaci¨®n remach¨® en el clavo que m¨¢s da?a a Kerry: el de sus cambios de opini¨®n, sus votaciones contradictorias, su apoyo / no apoyo a la guerra. "El historial de posiciones incoherentes de Kerry en la lucha contra el terrorismo no nos hace confiar en que mantendr¨¢ el dif¨ªcil y determinado rumbo que es necesario", sentenci¨®.
Comandante en jefe
Un nuevo sondeo de The Washington Post y de la cadena ABC indica que Bush es visto por el 53% de los votantes como mejor comandante en jefe, mientras que el 43% piensa eso de Kerry; hace un mes, el dem¨®crata aventajaba al presidente en este campo. Ambos siguen empatados, con un peque?o repunte de Bush, a¨²n muy vulnerable, porque el 54% cree que el pa¨ªs va por mal camino. Bush tuvo que desdecirse ayer: "Estamos ganando y ganaremos la guerra contra el terrorismo", ante la tormenta desatada tras afirmar en una entrevista: "No creo que sea posible ganar la guerra contra el terror". Bush dijo ayer que es una guerra distinta: "En la que no nos sentaremos en una conferencia de paz, pero que no haya equ¨ªvocos; la estamos ganando y la ganaremos".
John McCain, veterano de Vietnam y republicano apreciado por los independientes y muchos dem¨®cratas, fue m¨¢s austero que Giuliani, pero no menos firme en la justificaci¨®n de la guerra de Irak y en su vinculaci¨®n con el 11-S. McCain tendi¨® la mano de hierro en un guante de seda: "Mis amigos dem¨®cratas nos aseguran que comparten con nosotros la convicci¨®n de que ganar la guerra contra el terrorismo es la obligaci¨®n m¨¢s importante del Gobierno (...) Eso es lo que el presidente cree. Yo no dudo de la sinceridad de mis amigos dem¨®cratas; ellos no deber¨ªan dudar de la nuestra".
Si Giuliani hizo un gran favor a Bush al prestarle la legitimidad del 11-S, McCain no se qued¨® corto en auxiliar a su antiguo rival. A pesar de los errores en Irak y de la situaci¨®n, dijo: "Creo, hoy tan firmemente como siempre, que la misi¨®n era necesaria, factible y noble". De ah¨ª extrajo el retrato de car¨¢cter que le va bien a Bush en la carrera electoral y que coincidi¨® con la apoteosis emocional de los delegados: "Saludo su determinaci¨®n de hacer de este mundo un lugar m¨¢s seguro, mejor y m¨¢s libre. No ha flaqueado. No se ha arrugado ante las decisiones dif¨ªciles. No se rendir¨¢. Y nosotros tampoco".
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