Luis Mateo D¨ªez propone un viaje a los territorios imaginarios de sus novelas
El escritor publica 'Fantasmas del invierno'
Un espejo de la realidad, un reflejo de la vida desde una cierta met¨¢fora: eso es Celama. Luis Mateo D¨ªez (Villablino, Le¨®n, 1942) define as¨ª el territorio imaginario en el que transcurren sus novelas; ¨¦se es el tema del curso que imparte esta semana en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo. Este mes llega a las librer¨ªas su ¨²ltimo trabajo, Fantasmas del invierno: la historia de un invierno de posguerra en una de las "ciudades de sombra" que pueblan Celama.
Luis Mateo D¨ªez cre¨® por necesidad el territorio imaginario de Celama. Un valle sin nombre que alberga "ciudades de sombra". Un valle que quiz¨¢ se parezca demasiado al de Laciana, la zona de Le¨®n en la que Mateo D¨ªez naci¨® hace 62 a?os.
Como la Yoknapatawpha de Faulkner, el Macondo de Garc¨ªa M¨¢rquez, la Regi¨®n de Juan Benet, la Santa Mar¨ªa de Juan Carlos Onetti o la Obaba de Bernardo Atxaga, Mateo D¨ªez cre¨® Celama para sostener una manera de contar, donde pueda "fluir la experiencia de la memoria", un lugar donde los muertos son resucitados por la palabra; "un obituario de esos muertos", a decir del escritor.
Ese universo de ficci¨®n, "provincia del hombre", acoge adem¨¢s una dimensi¨®n simb¨®lica, rasgos que explican o despliegan la obra y la memoria del escritor. Los personajes son s¨ªmbolos que representan la fragilidad humana, lo errante de una vida de extrav¨ªo, de desapariciones y tambi¨¦n de rutina. Y todo ello con el mar de fondo de una extremada contradicci¨®n. "No puedo olvidar la conciencia de un ni?o que aprendi¨® la letras rayando en las piedras, ni la de un autor que ahora escribe sobre el agua maravillosa de la pantalla del ordenador". Mateo D¨ªez sit¨²a as¨ª el elemento sustancial de su obra: la tensi¨®n entre la tradici¨®n y la modernidad; pero tambi¨¦n entre lo que el cuerpo nos permite y lo que imaginamos: el deseo de aventura.
Este escritor, acad¨¦mico de la Lengua y premio Nacional de Narrativa y de la Cr¨ªtica en dos ocasiones, considera que "todos tenemos un pasado campesino" que nos otorga una mirada al presente "entre la comprensi¨®n y el estupor". ?l se remite a esa tradici¨®n en la que los afectos familiares y vecinales amortiguaban la crudeza de un mundo terrible, una tradici¨®n en la que la oralidad era la puerta hacia lo imaginario.
El autor de La fuente de la edad y de La ruina del cielo rechaza la idea de que Celama sea un para¨ªso perdido, una Arcadia a?orada. "No es nada que merezca ser enaltecido. En todo caso, es un para¨ªso oscuro, aunque quiz¨¢ idealizado. Es cierto que hab¨ªa afectos entra?ables, pero yo soy un ni?o que fue despertado en la noche por los disparos en alguna tapia del pueblo. Aquello no era un para¨ªso; cualquier tiempo pasado no fue mejor". Pero a todo esto, el escritor le a?ade un componente c¨®mico, en una tradici¨®n que conecta con el esperpento de Valle-Incl¨¢n, con el dada¨ªsmo y el expresionismo: una p¨¢tina del absurdo en una regi¨®n legendaria que funciona como un "trasunto on¨ªrico de la irrealidad", seg¨²n Mateo D¨ªez.
En Santander, el escritor se est¨¢ empleando a fondo. Adem¨¢s del curso Territorios de la imaginaci¨®n y la memoria, la ciudad ha acogido la representaci¨®n teatral, a cargo de la compa?¨ªa vallisoletana Teatro Corsario y Cant¨¢rida, de El reino de Celama, la trilog¨ªa del autor leon¨¦s sobre ese valle imaginario. "Fui interlocutor para hacer esa versi¨®n teatral. En el espect¨¢culo han logrado apropiarse de Celama, me han robado un mundo; pero ha sido el m¨¢s bello latrocinio que he sufrido", indic¨® Mateo D¨ªez. El escritor protagoniz¨® ayer una velada literaria en el paraninfo universitario, en la que ley¨® extractos de El reino de Celama y adelant¨® algunos fragmentos de Fantasmas del invierno, el relato legendario de lo que ocurre durante un invierno de la posguerra en una de las ciudades de sombra de Celama. "No con una mirada pol¨ªtica, sino legendaria: una leyenda oscura, dura, terrible, pero de algo que ya no pertenece a la historia, algo que ya puede ser relatado como un cuento antiguo", explic¨® el autor.
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