Primera conclusi¨®n de la comisi¨®n
Una de las conclusiones de la Comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M podr¨ªa ser que, en el futuro, hay que modificar el funcionamiento de las comisiones parlamentarias de investigaci¨®n. Desde lo puramente simb¨®lico hasta los mecanismos de arranque.
Por ejemplo, es un disparate que en las comisiones espa?olas el compareciente tome asiento en una tarima, presidiendo la sesi¨®n, mientras que los diputados que investigan se sit¨²an en un plano claramente inferior. En el resto del mundo se invierten los papeles... y el simbolismo.
Los mecanismos de arranque del sistema espa?ol son tambi¨¦n defectuosos. El mandato para investigar el 11-M alud¨ªa a un gen¨¦rico y farragoso prop¨®sito de "esclarecer la verdad acerca de los hechos sucedidos los d¨ªas 11 al 14 de marzo y los antecedentes y consecuentes que resulten coherentes con esa finalidad", "as¨ª como los acontecimientos anteriores y posteriores vinculados con los atentados y las actuaciones que han realizado sobre ellos los poderes del Estado".
El mandato de la Comisi¨®n sobre el 11 de Septiembre, por citar un atentado del mismo origen, especificaba de forma m¨¢s directa que la investigaci¨®n afectaba a todos los datos y circunstancias "relacionados con servicios de inteligencia, fuerzas de seguridad, diplomacia, inmigraci¨®n, control de aduanas y permisos de residencia as¨ª como de atribuci¨®n de recursos" y tr¨¢fico bancario. Y cuando los diez miembros de la Comisi¨®n 11-S se sentaron a o¨ªr las declaraciones de los comparecientes, ya dispon¨ªan de un ampl¨ªsimo material, ordenado, relacionado y comentado por un numeroso grupo de asistentes y expertos.
Este ser¨ªa, quiz¨¢s, uno de los mecanismo fundamentales a estudiar para el futuro. En el caso de la Comisi¨®n del 11-M, ya no se puede volver atr¨¢s. Pero, aun reconociendo todo eso, sus integrantes deber¨ªan hacer un esfuerzo y preguntarse si han hecho lo posible para que, gracias a su trabajo, Espa?a sea "m¨¢s segura, m¨¢s fuerte y m¨¢s sabia" que antes de su informe. T¨®mense el tiempo que haga falta, dos meses o seis, pero si al final de todo no pueden contestar afirmativamente a esa pregunta, deber¨ªan pensar en retirarse de la pol¨ªtica. Uno por uno.
Se haga con el apoyo que se haga, ser¨ªa un insulto para los ciudadanos que se nos pretendiera tranquilizar con una ampl¨ªsima lista de recomendaciones gen¨¦ricas del tipo "mejorar la comunicaci¨®n entre la Guardia Civil y la Polic¨ªa", "potenciar el conocimiento de los medios isl¨¢micos", "ampliar el n¨²mero de traductores de ¨¢rabe" o "tomar medidas para evitar la financiaci¨®n del terrorismo". Todo eso ya se nos hubiera ocurrido a nosotros solos, a simple ojo y sin necesidad de Comisi¨®n ni de varios meses de trabajos. En lugar de un grupo parlamentario hubiera bastado con una encuesta entre los propios y sensatos ciudadanos.
Lo que necesitamos es una lista completa de errores (d¨®nde y c¨®mo se produjeron) y una lista de recomendaciones para hacer frente a esos fracasos concretos, lo bastante minuciosa como para infundirnos confianza. Necesitamos una lista que fije plazos para el desarrollo de compromisos concretos.
El Partido Popular no quiere que se diga que entre el 11-M y el 14-M al Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (o a una parte de ¨¦l) se le nubl¨® el intelecto ante la creencia de que, con el atentado, ya no era inevitable perder la mayor¨ªa absoluta, como le auguraban los sondeos. No quieren que se diga que la avaricia les rompi¨® el saco. Bueno. Pero lo que no tiene sentido es que los representantes del Partido Popular y del Gobierno anterior se nieguen a admitir que antes del 11-M existieron graves fallos de seguridad, de informaci¨®n, coordinaci¨®n y an¨¢lisis. Eso es evidente y los ciudadanos, votantes del Partido Popular o del PSOE, nacionalistas o verdes, son perfectamente conscientes de ello. Se puede querer comprenderlo. Lo que no se puede hacer es esconder ni negar lo ocurrido, armar escandaleras de puro humo o pactar consensos a muchas bandas que tomen a los ciudadanos, a las v¨ªctimas y a sus familiares por imb¨¦ciles.
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