La Marlborough muestra el color y el desgarro de Nueva York
La luz sin horizonte de los neones, la risa y el p¨¢bulo de los ni?os y los ancianos. La naturalidad de las caderas de los clientes en los supermercados. La nebulosa de los parques y esa ceniza invisible de los t¨²neles es la que tratan de atrapar hoy los artistas que viven en Nueva York. O al menos John Ahearn, Avigdor Arikha, Steven Charles, Jane Dickinson, Richard Estes, Red Grooms, Bill Jacklin, Yvonne Jacquette, Raymond Mason, Tom Otterness, o los espa?oles Daniel Quintero y Manolo Vald¨¦s, que viven e inventan en la ciudad y que son los creadores que muestran su visi¨®n de esas calles en la galer¨ªa Marlborough (Orfila, 5) de Madrid hasta el 9 de octubre.
Nueva York, su vitalidad, no parece rendirse f¨¢cilmente ante los golpes de muerte. La tragedia de las Torres Gemelas est¨¢ presente en este recorrido contempor¨¢neo y emocionante que se muestra en la sala Marlborough, sobre todo en la obra de Raymond Manson, que rasga su blanca inocencia con un rojo y negro imaginados en su obra Amazement, pero, sobre todo, en la selecci¨®n de las piezas, pesan m¨¢s la vida y la soledad, mezclados con lo que para algunos es un sordo bullicio reconfortante.
Los artistas neoyorquinos, en ese viaje de rueda cerrada constante que realizan sobre su mundo, vuelven a fascinar. No s¨®lo con su gusto por el color y su reivindicaci¨®n constante del espect¨¢culo y los rasgos del pop art, como es el caso de Yvonne Jacquett, Richard Estes o del impagable Red Grooms, sino en su capacidad hipn¨®tica, que en el ejemplo de Jane Dickson resulta deslumbrante. Sus obras sobre c¨¦sped artificial, en las que el movimiento de los coches -Green tunnel, Heading In-Manhattan Bridge o Heading In-West Side Hwy, GWB- y el destello triste de las luces nos invita a montar en su mundo, son realmente inquietantes.
Las esculturas delicadas, ir¨®nicas y tiernas de Tom Otterness -Boy and dog, Rich woman with hotel y Embezzler and cop- conviven con esos seres desvalidos de John Ahearn como Miguel o The twins. La contribuci¨®n de los espa?oles Quintero y Vald¨¦s resulta deslumbrante, en los naufragios de torres de babel -Towered Town-, en el caso del primero, y en los homenajes del segundo a la cultura pop en The bag II.
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