Armend¨¢riz reivindica en 'Escenario m¨®vil' el derecho de los peque?os pueblos a acceder a la cultura

A Montxo Armend¨¢riz (Olleta, Navarra, 1949) siempre le ha interesado el mundo rural. Se ha aproximado a ¨¦l tanto desde la ficci¨®n, con pel¨ªculas como Tasio o Silencio roto, como desde el documental. Con Escenario m¨®vil, una cinta a medio camino entre la road movie musical y el cine antropol¨®gico, vuelve sobre lo mismo, aunque no lo haga a prop¨®sito. "En este caso concreto, no me plante¨¦ el tema rural en s¨ª, sino que ven¨ªa dado", explica. "A m¨ª lo que me atrajo fue hacer un recorrido por la m¨²sica y la cultura de estos peque?os pueblos de Extremadura -de menos de 2.000 habitantes- que recorren artistas como el cantante Luis Pastor y otros grupos de teatro y de rock gracias a un programa que impuls¨® la Junta hace 20 a?os".

El cineasta navarro ha convertido Escenario m¨®vil, rodado en el verano de 2003 en el norte de esta comunidad, en una reivindicaci¨®n del derecho de los habitantes de los peque?os pueblos a acceder a la cultura. Y lo ha hecho, mostrando la Extremadura del siglo XXI, a trav¨¦s de sus habitantes, los verdaderos protagonistas. "No hab¨ªa nada preconcebido", confes¨®. El equipo, de nueve personas, hizo el recorrido de los artistas sin guiones en la mano. Se dej¨® sorprender por la poblaci¨®n y grab¨® 96 horas en v¨ªdeo digital. "El v¨ªdeo me permit¨ªa captar la espontaneidad, la naturalidad de la gente. Creo que en cine no hubiese sido posible", apunta. Porque Armend¨¢riz tuvo claro desde el principio que no quer¨ªa hacer un musical y, por eso, m¨¢s all¨¢ de las actuaciones, grab¨® entrevistas con una peluquera, con recolectores de cerezas, con los j¨®venes de estos peque?os municipios e incluso hizo tomas de la dram¨¢tica realidad que viv¨ªa la regi¨®n aquellos d¨ªas.

"El verano en el que rodamos fue el de la ola de calor, el de los incendios", recuerda el cineasta navarro, "y Extremadura fue una de las comunidades m¨¢s afectadas. Fue una especie de premonici¨®n y fuimos rodando desde el principio y tomando apuntes de lo que iban diciendo la televisi¨®n y la radio".

El fuego, las llamas, los bosques ardiendo, se han convertido en el hilo argumental de esta pel¨ªcula que habla de inmigraci¨®n, de nostalgia, de machismo, del desarrollo social, de la cultura... Porque Armend¨¢riz cree que, igual que la ficci¨®n, el documental debe tener una estructura dram¨¢tica bien definida."Lo de inicio, nudo, desarrollo y desenlace ya es un clasicismo superado", afirma. "Pero un documental debe contar algo con un principio y un final. El planteamiento intermedio puede cobrar diferentes formas...". Y a?ade: "Para m¨ª, la ¨²nica diferencia entre documental y ficci¨®n son los materiales con los que uno trabaja para contar una historia. Y el documental ofrece una espontaneidad y una riqueza que la ficci¨®n no tiene". ?l se inici¨® en este g¨¦nero y hubiese seguido. "Pero era muy complicado. Pod¨ªas hacer documentales, pero exhibirlos o amortizarlos era pr¨¢cticamente imposible".

Armend¨¢riz hizo un alto en el rodaje de Obaba -basada en la novela Obabakoak, de Bernardo Atxaga- para presentar el s¨¢bado este trabajo en la Secci¨®n Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, que no pudo verse en condiciones ¨®ptimas por problemas de sonido en la sala.