La vieja foto
Desgraciadamente, se repite la vieja foto: los obreros de astilleros atrincherados, enmascarados bajo pa?uelos para no ser identificados, armados con tiragomas, -tiratuercas m¨¢s bien-, enfrentados a la Ertzaintza en Sestao. Se trata de una foto que cre¨ªamos inservible, porque fuera innecesaria, despu¨¦s de aquellos tiempos en que se desmantel¨® Euskalduna. Al parecer, nada ha cambiado suficientemente. A pesar de que en el lugar donde estuvo Euskalduna ahora se encuentre un edificio moderno y grandioso, en cuyo seno se debate sobre asuntos del m¨¢s all¨¢ o del futuro, lo que indica que nada es irreversible. A pesar de eso, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s se repiten las escenas de los obreros guerreando contra las Fuerzas de Seguridad, anta?o la Polic¨ªa Nacional y ahora la Polic¨ªa Vasca. Otro astillero en dificultades, amenazado de cierre, y miles de obreros que ven como la intranquilidad les roe los talones.
El recuerdo es inevitable, pero los an¨¢lisis que se pueden y deben hacer, no pueden ser los de hace veinte a?os
La soluci¨®n de los astilleros es dif¨ªcil, pero tampoco es s¨®lo una. Es tiempo de solidaridad y de cordura
La foto es inevitable, pero los an¨¢lisis que se pueden y deben hacer, no pueden ser los de hace veinte a?os. Las preguntas son diferentes porque en aquella ocasi¨®n los protagonistas eran otros: Espa?a reci¨¦n sal¨ªa de la Dictadura y padec¨ªa sus secuelas, Europa nos pillaba demasiado lejos, el proceso auton¨®mico a¨²n no hab¨ªa mostrado m¨¢s que intenciones, la Econom¨ªa hac¨ªa aguas y Corea no era un contrincante tan brutal para la industria naval como ahora lo es. Por eso, el an¨¢lisis debe ser bien diferente, a la hora de buscar responsables, a la hora de buscar culpables y a la hora de buscar soluciones.
No es l¨®gico que el PP est¨¦ saliendo indemne de este debate porque ¨¦l es el m¨¢ximo culpable de que la crisis se haya planteado en este momento y, sobre todo, de haber prolongado una agon¨ªa por medio de enga?os a las instituciones europeas, de ocultamiento de documentos comprometidos a las instituciones espa?olas y de desidia a la hora de abordar los cambios necesarios. No es l¨®gico que se est¨¦ haciendo caer sobre el PSOE toda la responsabilidad del problema aunque, por ostentar el gobierno, si tenga en sus manos la m¨¢xima responsabilidad para buscar una soluci¨®n.
Es preciso y necesario que el Gobierno vasco y su m¨¢ximo partido representativo, el PNV, se comprometan con el Gobierno Espa?ol para buscar una soluci¨®n satisfactoria. De no hacerlo, habr¨¢ que pensar que se est¨¢ dedicando a sacar provecho de la crisis, es decir, utiliz¨¢ndola como un arma para desprestigiar a "Madrid": ese fantasma que tan bien utilizan para arrancar los votos de los vascos. Y ?por qu¨¦ no decirlo!, no es l¨®gico que a los peri¨®dicos est¨¦n llegando informaciones referentes a personas del gobierno, tan poco consistentes, que niegan hoy lo que ayer afirmaron, y viceversa.
Por eso, de momento, es justo reconocer que las promesas del presidente Zapatero, por el hecho de ser el presidente, son las que han de ser tenidas en cuenta. El cumplimiento de dichas promesas es cuesti¨®n de tiempo, -aunque no mucho, teniendo en cuenta la situaci¨®n-, pero tambi¨¦n requieren que las personas y agentes sociales implicados las interpreten sin mala leche. ?Imaginan ustedes c¨®mo se hubieran desarrollado los acontecimientos si en lugar del actual presidente del comit¨¦ de empresa, perteneciente a UGT, hubiera estado alguien de los sindicatos nacionalistas?.
Lo cierto es que la situaci¨®n es complicada y urgente. Lo f¨¢cil es el dogmatismo de quienes proponen que el astillero debe seguir siendo p¨²blico a toda cosa. Que eso lo digamos las izquierdas cabe, pero mueve a risa que eso lo est¨¦n aprobando tambi¨¦n los partidos de derechas, -PNV y PP-, que son incapaces de mantener en el sector p¨²blico los servicios sociales y son cada vez m¨¢s proclives a privatizar la sanidad o la educaci¨®n o las pensiones. La continuidad de los astilleros civiles en Espa?a pasa por engordar las carteras de pedidos, y eso requiere medidas que van mucho m¨¢s lejos que la proclamaci¨®n solemne de que tienen que seguir siendo p¨²blicos. Recientemente se han iniciado los primeros escarceos para entronizar la Constituci¨®n Europea. Debemos preguntarnos si la Europa que estamos completando es la id¨®nea, porque preservar la libre competencia que proclaman los gur¨²s de la globalizaci¨®n, debe estar supeditado a la defensa de los derechos de los trabajadores en todos los lugares del mundo. Que la defensa de los sueldos de miseria y el trabajo sin derechos en Corea, lleven al paro a trabajadores debidamente pagados y con derechos en Espa?a, debe mover a reflexiones serias.
La Europa de los ciudadanos se est¨¢ construyendo a trav¨¦s de la representaci¨®n de los Estados, pero los Estados no tienen por qu¨¦ renunciar a la protecci¨®n de sus ciudadanos en aras de ese liberalismo que s¨®lo es econ¨®mico. ?Por qu¨¦ no ha de poder un Estado, siquiera de forma transitoria, aplicar ayudas p¨²blicas a sectores fundamentales para su econom¨ªa que atraviesen situaciones de crisis?
La soluci¨®n de los astilleros es dif¨ªcil pero es posible. La soluci¨®n tampoco es s¨®lo una. Se trata de solucionar los proyectos vitales de las personas, de los trabajadores, no de otra cosa. La voluntad del presidente Zapatero es la que debe contar. Si su voluntad fue considerada buena, ?por qu¨¦ no exigir tambi¨¦n buena voluntad a los partidos pol¨ªticos, gobiernos, sindicatos y, todos los ciudadanos en general? La vieja foto es extempor¨¢nea y puede que poco eficaz, ... aparte que abre viejas heridas muy dif¨ªciles de cicatrizar. Es el tiempo de la solidaridad y, sobre todo, de la cordura.
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