Ch¨¢vez expresa a Bono su inter¨¦s por reactivar sus relaciones con Espa?a
El ministro de Defensa respalda la pol¨ªtica antiterrorista del presidente ?lvaro Uribe
El presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, se reuni¨® ayer (medianoche hora peninsular) con el ministro de Defensa espa?ol, Jos¨¦ Bono, en una finca, en las monta?as de Barquisimeto, Estado de Lara, a quien expres¨® su vivo inter¨¦s por reactivar las relaciones entre Venezuela y Espa?a, enfriadas durante la etapa de Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
El presidente Ch¨¢vez envi¨® al aeropuerto de Barquisimeto, en el centro del pa¨ªs , un helic¨®ptero de las Fuerzas Armadas, con su ministro de Defensa y el embajador espa?ol en Caracas, Ra¨²l Morodo. Bono se traslad¨® en dicho helic¨®ptero a una finca, muy pr¨®xima al aeropuerto, donde Ch¨¢vez pasaba el d¨ªa para festejar el cumplea?os de una de sus hijas. Ch¨¢vez hab¨ªa adelantado al embajador Morodo su inter¨¦s en equipos militares espa?oles y en cooperaci¨®n en el sector telem¨¢tico, con empresas espa?olas. El encuentro entre Bono, Ch¨¢vez y Morodo se prolong¨® por espacio de una hora, al cabo de la cual el helic¨®ptero militar llev¨® de regreso al ministro al aeropuerto.
Antes de este encuentro, Bono tuvo una larga entrevista en Bogot¨¢ con el presidente de Colombia, ?lvaro Uribe, tras la cual declar¨® que Espa?a apoya la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno colombiano contra guerrilleros y narcotraficantes. Bono anunci¨® la entrega de dos aviones medicalizados C-212, sin coste alguno, en sustituci¨®n de un protocolo firmado por el Gobierno del PP en diciembre de 2003 por el que se vend¨ªan m¨¢s de 48 carros de combate de segunda mano.
Uribe recibi¨® en el Palacio Presidencial a Bono, con quien mantuvo un di¨¢logo de hora y media. Uribe estaba interesado en conocer cualquier inquietud que pudiera plantearse en Espa?a sobre las presuntas violaciones de derechos humanos en el marco de la lucha de su Gobierno contra narcotraficantes, guerrilleros y las llamadas autodefensas.
Bono le explic¨® que conoc¨ªa los informes de Amnist¨ªa Internacional, que destaca la muerte de civiles en enfrentamientos entre los militares colombianos y la guerrilla. Tanto Uribe como el ministro de Defensa colombiano, Jorge Uribe Echevarr¨ªa, explicaron que, siendo la situaci¨®n grave, se han logrado avances significativos en la reducci¨®n del n¨²mero de bajas. Uribe le explic¨® que respeta a las ONG y sus alegaciones sobre violaciones de derechos humanos, y subray¨® que todas las denuncias se investigan y se sustancian conforme a derecho.
Poco despu¨¦s, tanto el ministro espa?ol como su hom¨®logo colombiano y el presidente de la Rep¨²blica dialogaron con la representaci¨®n de senadores espa?oles que participan en la misi¨®n. Uribe insisti¨® en conocer las dudas porque, dijo, la realidad de Colombia exige un di¨¢logo franco. El presidente explic¨® que la guerrilla pudo tener una raz¨®n de ser en sus comienzos pero que ahora carec¨ªa de toda justificaci¨®n y contaba con fondos procedentes del narcotr¨¢fico. Aun as¨ª, recalc¨® que la "pol¨ªtica de seguridad democr¨¢tica" de su Gobierno contempla la negociaci¨®n y el di¨¢logo. "Los guerrilleros tienen que levantar las manos y dejar de matar", dijo.
En rueda de prensa, el ministro de Defensa anunci¨® la entrega a partir de octubre de dos aviones medicalizados C-212, sin coste para Colombia, que ser¨¢n usados en los frentes este y sur para asistir a las v¨ªctimas de la guerra irregular. Tambi¨¦n inform¨® que se redoblar¨¢n los cursos de formaci¨®n para militares colombianos en Espa?a.
Lo que el ministro no quiso explicar es la raz¨®n del nuevo acuerdo. En diciembre de 2003, el Gobierno de Aznar firm¨® un protocolo para la venta de 48 carros de combate AMX-30 de segunda mano a Colombia, obuses y otros materiales por valor de seis millones de d¨®lares. Los carros de combate deb¨ªan ser armados con piezas dispersas en Espa?a; el Congreso aprob¨® una proposici¨®n no de ley en la que vinculaba este tipo de ventas con el respeto a los derechos humanos; y el Gobierno venezolano se hab¨ªa mostrado preocupado por el uso de dicho material en la frontera entre los dos pa¨ªses.
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