La revuelta del PP de Ourense contra Rajoy se extiende a Lugo

El tama?o de la herida en el PP gallego se agranda d¨ªa a d¨ªa y ya alcanza a dos de las cuatro provincias de la comunidad. El l¨ªder hist¨®rico del partido en Lugo y presidente de esa diputaci¨®n provincial, Francisco Cacharro, sali¨® ayer en defensa de la direcci¨®n del PP de Ourense, que ha dado un ultim¨¢tum hasta el lunes antes de escindirse, y responsabiliz¨® de la posible ruptura a la ejecutiva nacional.

Con la irrupci¨®n de Francisco Cacharro, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se enfrenta al peligro de una rebeli¨®n generalizada de sus m¨¢s veteranos barones provinciales.

Cacharro formaba con el presidente del PP de Ourense, Jos¨¦ Luis Baltar, y con el que fuera delf¨ªn de Fraga, Xos¨¦ Cui?a, una alianza que durante algunos a?os control¨® la organizaci¨®n regional y la mantuvo como un terreno vedado a las directrices de la c¨²pula nacional. Los tres basaban su fuerza en el dominio de los grandes caladeros del voto rural, decisivo en las cuatro mayor¨ªas absolutas consecutivas que ha logrado Fraga desde 1989.

El presidente de la Diputaci¨®n de Lugo, sin embargo, se hab¨ªa distanciado de sus aliados y de sus escaramuzas con el sector del PP gallego af¨ªn a Mariano Rajoy. Ni siquiera tuvo inconveniente en abandonar la presidencia provincial del partido, aunque se mantuvo al frente de la Diputaci¨®n, en la que gobierna desde 1979.

Todav¨ªa el pasado lunes, cuando estall¨® la rebeli¨®n en Ourense despu¨¦s de que Baltar anunciase a Fraga su prop¨®sito de dejar el partido, Cacharro se limit¨® a se?alar que ¨¦l nunca romper¨ªa con el PP. Pero ayer, el presidente de la Diputaci¨®n de Lugo, que tambi¨¦n es senador, convoc¨® a los medios de comunicaci¨®n para arremeter contra la direcci¨®n nacional del partido, a la que culp¨® de la crisis por las "purgas" promovidas en Galicia y por invadir las "competencias de los ¨®rganos territoriales".

Aviso a Madrid

"Que se dejen desde Madrid de querer gobernar el partido en las comunidades aut¨®nomas", clam¨® ayer el presidente de la diputaci¨®n de Lugo.

Aunque no revelase ninguna intenci¨®n de romper con el partido, Cacharro justific¨® la rebeli¨®n de Baltar. "Si a alguien le dicen que le van a cortar la cabeza, parece l¨®gico que se defienda", argument¨®. Y frente a la postura de la direcci¨®n nacional, que ha pedido a Fraga que no ceda ante los rebeldes, reclam¨® un "esfuerzo de generosidad" para evitar que la ruptura se consume el pr¨®ximo lunes.

El tercero de los barones rurales del PP gallego, Xos¨¦ Cui?a, que fue destituido por Fraga hace m¨¢s de un a?o como consejero de Obras P¨²blicas y cuyo feudo est¨¢ en Pontevedra, guarda todav¨ªa silencio, aparentemente al margen de la revuelta.

El agravamiento de la crisis se produjo horas despu¨¦s de que el vicepresidente primero de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feijoo, fracasara en su intento de convencer a Baltar para que desista de su prop¨®sito declarado de abandonar el PP para formar un nuevo partido en Ourense.

Aunque la versi¨®n oficial destac¨® la "cordialidad" del encuentro, fuentes de ambos sectores reconocen que, lejos de ofrecer avances, s¨®lo contribuy¨® a enquistar las posiciones.

En medio de ese clima, la coordinadora de Participaci¨®n y Acci¨®n Sectorial del PP, Ana Pastor, ex ministra de Sanidad, que ayer se reuni¨® con un grupo de alcaldes de Pontevedra, insisti¨® en rebajar el conflicto a la categor¨ªa de "discrepancias".