La ense?anza concertada

Soy madre de tres hijos, trabajadora y, con el fin de buscar una educaci¨®n personalizada para mis hijos, decid¨ª matricularlos (hace seis a?os) en el colegio concertado Nuestra Se?ora de la Merced (barrio de la Elipa).

Durante los cuatro primeros a?os efectuamos los pagos mensuales correspondientes a transporte, comedor y actividades extraescolares y, despu¨¦s de este tiempo, lleg¨® a conocimiento de varios de los padres de alumnos que estas actividades extraescolares, que el colegio nos hab¨ªa hecho ver como obligatorias, eran voluntarias, por lo que tom¨¦ la decisi¨®n de prescindir de estas actividades (teatro, cuenta-cuentos, ganchillo, etc¨¦tera).

Fue a partir de este momento cuando empezamos a sufrir un calvario de chantajes y vejaciones, entre las cuales puedo citar:

- Impedir a los ni?os participar en juegos con otros compa?eros (amigo invisible...).

- Tratarles como si los ni?os fueran delincuentes (llam¨¢ndoles la atenci¨®n por cualquier motivo).

- Doblar el precio de las excursiones.

- Advertencias de que no ten¨ªan seguro en el caso de que les sucediera algo.

- Dejar en la calle al menor de ellos, con seis a?os, antes de llegar a recogerlo.

Y as¨ª un largo etc¨¦tera.

Finalmente, y para terminar con estos problemas que estaban afectando seriamente al rendimiento de mis hijos, he optado por cambiarles a un centro de ense?anza p¨²blica, donde seguramente estas actitudes no las sufrir¨¢n.

Desde aqu¨ª pido a Don Quien Corresponda que ponga los medios para que este tipo de cosas no sigan sucediendo en los colegios concertados.

Y aunque, a partir de ahora, este problema ya no nos afectar¨¢ a nosotros, escribo esta carta para conocimiento de otros padres que se encuentren en nuestra misma situaci¨®n.