El genio de Pedro Almod¨®var
EL PA?S inicia el domingo 3 de octubre con 'La mala educaci¨®n' su colecci¨®n de filmes en DVD
La primera pel¨ªcula de la colecci¨®n es La mala educaci¨®n, su ¨²ltimo filme, estrenada este mismo a?o y que se comercializa por primera vez en formato DVD. El propio Pedro Almod¨®var explica algunos de los motivos que le impulsaron a realizarla: "Ten¨ªa que hacer La mala educaci¨®n, ten¨ªa que quit¨¢rmela de encima, antes de que se convirtiera en una obsesi¨®n. Hab¨ªa manoseado el gui¨®n durante m¨¢s de 10 a?os, y pod¨ªa seguir as¨ª una d¨¦cada m¨¢s. Es una pel¨ªcula muy ¨ªntima, pero no exactamente autobiogr¨¢fica, quiero decir que no cuento mi vida en el colegio ni mi aprendizaje durante los primeros a?os de la movida, aunque ¨¦stas sean las dos ¨¦pocas en que se desarrolla la trama (el 64 y el 80, con un intervalo en el 77). Por supuesto, mis recuerdos han sido importantes a la hora de escribir el gui¨®n, al fin y al cabo he vivido en los escenarios y en las ¨¦pocas en que transcurre la misma. La mala educaci¨®n no es un ajuste de cuentas con los curas que me maleducaron, ni con el clero en general. Si hubiera necesitado vengarme no habr¨ªa esperado 40 a?os para hacerlo. La Iglesia no me interesa, ni como adversario". Ha sido una de las tres pel¨ªculas de mayor recaudaci¨®n en Espa?a en 2004 e inicia dentro de unos d¨ªas su carrera comercial en Estados Unidos, inmediatamente despu¨¦s de que su realizador reciba un gran homenaje en el Festival Internacional de Cine de Nueva York.
"Las mujeres resolv¨ªan los problemas teniendo muchas veces que mentir para ello"
"Aunque adoro el melodrama cl¨¢sico, he prescindido de su manique¨ªsmo habitual"
'Mujeres al borde...'
El segundo largometraje de la colecci¨®n es, sin duda, una de sus comedias m¨¢s celebradas: Mujeres al borde de un ataque de nervios, realizada en 1987. Cedamos una vez m¨¢s la palabra a Almod¨®var: "Como dec¨ªa Raphael, 'los hombres lloran tambi¨¦n', pero yo creo que las mujeres lloran mejor. ?sta es la raz¨®n de Mujeres al borde de un ataque de nervios y no Hombres al borde de un ataque de nervios. Antes del 68, si una chica abandonaba a un chico el muchacho estaba obligado a convertirse en un h¨¦roe, a trav¨¦s de una aventura personal o haciendo algo por la humanidad, descubriendo una vacuna o algo as¨ª. Despu¨¦s del 68, con el aterrizaje en las pantallas del antih¨¦roe con barba de semanas y traumatizado por alguna guerra o un matrimonio desgraciado, si adem¨¢s le dejaba su novia, el chico se comportaba de un modo terriblemente realista y no intentaba hacer nada por la humanidad, al contrario: abandonaba su trabajo y el cuarto de ba?o y empezaba a empinar el codo m¨¢s de la cuenta. No voy a negar que los chicos sufrimos, y que la soledad nos pesa tanto como a una feminista, pero ?a qui¨¦n le interesa hoy d¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre el tema? A m¨ª, desde luego, no. Las chicas, ¨¦sas s¨ª que saben comportarse cuando su novio las planta. No conocen el pudor, ni el sentido del rid¨ªculo, ni esa cosa horrenda que antes se llamaba amor propio. Sus reacciones est¨¢n llenas de registros. La mujer sabe que necesita del amor para seguir respirando y est¨¢ dispuesta a defenderlo como sea".
'La ley del deseo'
El tercer largometraje que ofrecer¨¢ EL PA?S a sus lectores, La ley del deseo, realizado en 1986, muestra un Almod¨®var m¨¢s de claroscuros, tan radicalmente personal e intransferible como siempre pero con una historia en la que predomina lo melodram¨¢tico. "Espero que a Edward Hopper le guste c¨®mo ?ngel Luis Fern¨¢ndez ha fotografiado Madrid", escrib¨ªa el realizador. "A La ley del deseo le va bien la luz cegadora del verano (y sus sombras). Tambi¨¦n le va el calor, el brillo del sudor y la atm¨®sfera asfixiante del bochorno veraniego. En verano, Madrid cambia de piel, regenera su vieja superficie. Durante el rodaje era dif¨ªcil evitar los andamios y las grandes lonas de pl¨¢stico cubriendo calles enteras. Lejos de huir de esa apariencia la he integrado y aprovechado para la pel¨ªcula. Madrid es una ciudad vieja y experta, pero llena de vida. Ese deterioro cuya restauraci¨®n parece interminable representa las ganas de vivir de esta ciudad. Como mis personajes, Madrid es un espacio gastado al que no le basta tener un pasado porque el futuro le sigue excitando".
'Kika'
Con Kika, filmada en 1993, la colecci¨®n de Almod¨®var que ofrece EL PA?S llega a su cuarta entrega. Surge de nuevo el autor m¨¢s disparatado, pero un disparate enraizado s¨®lidamente en lo veros¨ªmil cotidiano. El personaje de Andrea Caracortada, interpretado por Victoria Abril, presentadora de un reality show que si hace 11 a?os pod¨ªa parecer una exageraci¨®n, en 2004 le deben faltar cinco minutos para que sea realidad. Entre la fascinaci¨®n por los psic¨®patas y los programas llamados del coraz¨®n que saturan las programaciones de las cadenas generalistas ya no hay ni un paso. Escrib¨ªa Almod¨®var sobre el filme: "Kika pel¨ªcula es un intento de comedia, de perfiles muy contrastados, que se envenena al final. Guarda con Mujeres... el paralelismo del humor, la historia femenina y lo urbano. Pero si en Mujeres... la 'tesis' consist¨ªa en mostrar una ciudad id¨ªlica donde todo era vivible (las farmac¨¦uticas no ped¨ªan recetas, los taxistas eran verdaderos ¨¢ngeles de la guarda y la amistad un refugio seguro) y cuyo ¨²nico motivo de tensi¨®n lo provocaba el hecho de que los hombres abandonaban a las mujeres, en Kika la ciudad es un infierno agresor, los hombres no abandonan a las mujeres pero las mienten, se callan, las esp¨ªan y si llega el caso las matan".
'?tame'
En 1986 realiz¨® ?tame, quinta entrega de la colecci¨®n en la que nuevamente surge el Almod¨®var m¨¢s rom¨¢ntico y extremo: el amor es el motor del mundo o, por lo menos, del mundo del protagonista. La vida no merece la pena si no se consigue lo que se ama. El resto es totalmente secundario. Claude Baign¨¨res escrib¨ªa en Le Figaro en junio de 1990: "El encanto de lo ins¨®lito. Almod¨®var es un provocador. Pero provoca con una suerte de insolencia llena de sonrisas que suscitan la inmediata complicidad. (...) Crea personajes dotados de reacciones y pulsiones, de contradicciones incongruentes que les arrastran con una imperturbable l¨®gica hacia aventuras ins¨®litas (...). Todo est¨¢ medido al detalle, tanto el di¨¢logo como las peripecias. Almod¨®var tiene multitud de hallazgos donde el encanto arrogante de Victoria Abril y la seducci¨®n sosegada tanto como las tiernas atenciones de Antonio Banderas hacen maravillas. Con ¨¦l, s¨®lo lo imprevisible es seguro. Nada mejor para estimularnos la imaginaci¨®n y el optimismo".
'Carne tr¨¦mula'
El sexto DVD de la colecci¨®n que ofrece EL PA?S a sus lectores es Carne tr¨¦mula (1997). "Como casi todas mis pel¨ªculas, Carne tr¨¦mula no es f¨¢cil de clasificar en cuanto a g¨¦nero", escrib¨ªa Almod¨®var. "S¨®lo s¨¦ que es la pel¨ªcula m¨¢s desasosegante que he hecho hasta ahora, y la que m¨¢s me ha desasosegado. No es un filme de suspense, ni policiaco, aunque haya polic¨ªas y disparos con culpables que son inocentes. Tampoco es una secuela de Arma letal, aunque haya dos polic¨ªas, uno joven y otro mayor. No es un western crepuscular, aunque me gustar¨ªa rodar uno alg¨²n d¨ªa. Tampoco es una pel¨ªcula er¨®tica, aunque haya varios polvos expl¨ªcitos, naturales y did¨¢cticos, y la historia transcurra en el terreno del deseo carnal m¨¢s descarnado. A juzgar por las primeras reacciones, parece que me ha salido un filme muy sexy. Desde luego, los protagonistas poseen una presencia arrolladora y un indudable tir¨®n f¨ªsico. Carne tr¨¦mula es un intenso drama, barroco y sensual (totalmente independiente de la novela de Ruth Rendell que lo inspira) que participa del thriller y de la tragedia cl¨¢sicos. La pel¨ªcula empieza y termina con un nacimiento en plena calle y durante las fiestas navide?as. En el primero nace V¨ªctor, mientras la voz de Fraga Iribarne desgrana por la radio (con una dicci¨®n atropellada, impropia de una persona cultivada) el horror que significa para el pueblo espa?ol la declaraci¨®n del estado de excepci¨®n. El segundo nacimiento es el del hijo de V¨ªctor. V¨ªctor y la futura madre est¨¢n atrapados en un atasco. Aunque los nervios ante la inminencia del parto sean los mismos, las circunstancias no admiten comparaci¨®n. Veintis¨¦is a?os antes, las calles estaban desiertas; ahora el bullicio hace que los coches no puedan ni moverse, las aceras est¨¢n repletas de gente alegre, borracha y consumidora. Hace tiempo que en Espa?a la gente ha perdido el miedo, s¨®lo por esa raz¨®n el hijo de V¨ªctor nace en un pa¨ªs mucho mejor que en el que naci¨® su padre. No se me hab¨ªa ocurrido pero, pensando en el g¨¦nero, tan dif¨ªcil de asignar, tal vez Carne tr¨¦mula no sea sino un cuento de Navidad. Odio la Navidad, pero me gustan los cuentos navide?os, especialmente si son muy tristes".
'Entre tinieblas'
Entre tinieblas (1983) es el tercer largometraje de su realizador, un cineasta que, no lo olvidemos, es absolutamente autodidacta. Todo lo que sabe de realizaci¨®n cinematogr¨¢fica se lo debe a su propio talento y a su capacidad de asimilar las realizaciones ajenas. ?C¨®mo se puede conseguir un estilo propio, intransferible, y convertirse adem¨¢s en un fen¨®meno social en un mundo tan competitivo y duro como es el mercado cinematogr¨¢fico internacional, y hacerlo desde la propia sensibilidad, con la ¨²nica escuela de la pr¨¢ctica? Es la pregunta del mill¨®n. Vicente Molina Foix escrib¨ªa en Fotogramas a prop¨®sito de esta pel¨ªcula, s¨¦ptima entrega de la colecci¨®n: "Entre tinieblas es su mejor pel¨ªcula. Sobre todo en su primera mitad, Almod¨®var nos sorprende con una invenci¨®n cinematogr¨¢fica, un rigor constructivo, una belleza de planificaci¨®n poco frecuentes en el cine espa?ol. Ese refinamiento formal y esa noci¨®n de estilo son a la larga, sin embargo, utensilios disociados de car¨¢cter primordial de la pel¨ªcula. (...) Queda Entre tinieblas como una pel¨ªcula llena de ingredientes de primera calidad pero sin rumbo. Las pocas incursiones verdaderas en el terreno acotado del melodrama (el mundo s¨®rdido de la cabaretera) son magn¨ªficas; el n¨²mero cantado de Cristina S¨¢nchez Pascual es un buen y sofisticado exponente del cine musical, y las insinuaciones del g¨¦nero de aventura ex¨®tica (el tigre, el Tarz¨¢n) prometen lo mejor...".
'Tacones lejanos'
Con Tacones lejanos, realizada en 1990 y octava entrega, Almod¨®var volv¨ªa a demostrar su maestr¨ªa narrativa. Todos los misterios y trucos del oficio de realizar pel¨ªculas los controlaba sin discusi¨®n. Si al conocimiento de la t¨¦cnica se une la imaginaci¨®n creativa, el resultado no es otro que el que se produce con cada nuevo filme de Almod¨®var: una enorme expectaci¨®n previa y un indiscutible acontecimiento art¨ªstico popular y cr¨ªtico. Sobre ella escrib¨ªa su realizador: "Yo conf¨ªo m¨¢s en la fragilidad del individuo y su imperfecta naturaleza que en la solidez de las instituciones. ?sa es una de mis intenciones al contar esta historia, sin temor a parecer amoral. La b¨²squeda (nostalgia) del padre (o de la madre) es un tema cl¨¢sico, eterno. Ha servido de argumento para muchos melodramas, antiguos y contempor¨¢neos. Desde Stella Dallas, Mildred Pierce (Alma en suplicio), Imitaci¨®n a la vida o Par¨ªs-Texas hasta Mommie Dearest, Terms of Endearment, Postcards From The Edge y Buenas noches, madre, por citar s¨®lo las que me vienen a la memoria. Si tuviera que elegir una referencia escoger¨ªa Leave her to Heaven, de John M. Stahl, un melodrama corrosivo e ins¨®lito para su tiempo, que mostraba el lado perverso de la pasi¨®n amorosa. Gene Tierney amaba de tal modo a su marido que no soportaba compartirlo con nada en el mundo, ni siquiera con el hijo que llevaba en sus entra?as, para lo cual no duda en deshacerse de ¨¦l. Aunque adoro el melodrama cl¨¢sico, he prescindido del habitual manique¨ªsmo propio del g¨¦nero y de su complacencia sentimental. Tacones lejanos es un melodrama duro, por momentos cercano al terror o a la serie negra (y por qu¨¦ no, a la comedia musical). Tambi¨¦n es una pel¨ªcula literaria, una historia que avanza y se desarrolla a trav¨¦s de las palabras. Los personajes se explican a s¨ª mismos con palabras, o renunciando a ellas, y la palabra se convierte tambi¨¦n en su mejor arma para atacar o defenderse".
'Hable con ella'
La novena entrega de la colecci¨®n es Hable con ella, la pel¨ªcula que, realizada en 2002, obtuvo un gran ¨¦xito de taquilla en todo el mundo y, caso ins¨®lito, el segundo Oscar para su realizador, en este caso al mejor gui¨®n. Ins¨®lito porque fue seleccionado por la propia Academia estadounidense y porque nunca ning¨²n cineasta espa?ol hab¨ªa conseguido dos oscars en su carrera. Sobre el filme escribi¨® Almod¨®var: "Es una historia sobre la amistad de dos hombres, sobre la soledad y la larga convalecencia de las heridas provocadas por la pasi¨®n. Es tambi¨¦n una pel¨ªcula sobre la incomunicaci¨®n de las parejas y sobre la comunicaci¨®n. Sobre el cine como tema de conversaci¨®n. Sobre c¨®mo los mon¨®logos ante una persona silente pueden ser una forma eficaz de di¨¢logo. Del silencio como 'elocuencia del cuerpo', del cine como veh¨ªculo ideal en las relaciones de las personas, de c¨®mo el cine contado en palabras detiene el tiempo y se instala en las vidas de quien lo cuenta y del que lo escucha. Hable con ella es una pel¨ªcula sobre la alegr¨ªa de narrar y sobre la palabra como arma para huir de la soledad, la enfermedad, la muerte y la locura. Tambi¨¦n es una pel¨ªcula sobre la locura, ese tipo de locura tan cercana a la ternura y al sentido com¨²n que no se diferencia de la normalidad".
'Todo sobre mi madre'
Todo sobre mi madre, de 1999, es la d¨¦cima entrega. Con ella consigui¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula en lengua no inglesa. Fue uno de sus mayores ¨¦xitos nacionales e internacionales en los que, adem¨¢s, la cr¨ªtica coincidi¨® mayoritariamente con el aprecio popular. "Mi idea al principio fue hacer una pel¨ªcula sobre la capacidad de actuar de determinadas personas que no son actores. De ni?o yo recuerdo haber visto esta cualidad en las mujeres de mi familia. Fing¨ªan m¨¢s y mejor que los hombres. Y a base de mentiras consegu¨ªan evitar m¨¢s de una tragedia. Hace 40 a?os, cuando yo viv¨ªa all¨ª, La Mancha era una zona ¨¢rida y machista, en cuyas familias el hombre reinaba desde su sill¨®n orejero, tapizado de brillante skay. Mientras las mujeres solucionaban realmente los problemas, en silencio, teniendo muchas veces que mentir para ello. (?Ser¨¢ ¨¦sta la raz¨®n por la que Garc¨ªa Lorca dec¨ªa que Espa?a hab¨ªa sido siempre un pa¨ªs de buenas actrices?). Contra ese machismo manchego que yo recuerdo (tal vez agigantado) de mi ni?ez, las mujeres fing¨ªan, ment¨ªan, ocultaban y de ese modo permit¨ªan que la vida fluyera y se desarrollara, sin que los hombres se enteraran ni la obstruyeran. (Adem¨¢s de vital era espectacular. El primer espect¨¢culo que vi fue el de varias mujeres hablando, en los patios). No lo sab¨ªa pero ¨¦ste iba a ser uno de los temas de mi pel¨ªcula n¨²mero 13, la capacidad de la mujer para fingir. Y la maternidad herida. Y la solidaridad espont¨¢nea entre las mujeres. 'Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos', dec¨ªa Williams por boca de Blanche Dubois. En Todo..., la bondad es de las desconocidas".
'Laberinto de pasiones'
Laberinto de pasiones, realizado en 1982, pone punto final a esta colecci¨®n de DVD de EL PA?S. Fue el segundo largometraje de Pedro Almod¨®var, tras su deb¨² con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del mont¨®n, filme que con ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto? y La flor de mi secreto, ofrecidas las tres en las anteriores colecciones de cine espa?ol de EL PA?S, y Matador completa la filmograf¨ªa del realizador. Madrid, la ciudad en la que vive y a la que lleg¨® en su juventud con la certeza de que ser¨ªa su tribuna para comerse el mundo, lo que as¨ª ocurri¨® dicho sea de paso, gozaba intensamente de la no muy lejana libertad recuperada. Unos lo llamaron la movida, los m¨¢s no la llamaban nada: simplemente la disfrutaban apasionadamente. La pintura, el c¨®mic, la m¨²sica pop, las fiestas, el cine, la literatura, todas las disciplinas culturales gozaban de la permisividad y tolerancia que legitimaban tantos a?os perdidos por un r¨¦gimen mediocre y cruel que propiciaba la mediocridad y el oscurantismo. Es en ese ambiente en el que Almod¨®var realizaba su segundo largometraje, una disparatada historia pr¨®xima a las fotonovelas en la que una joven erot¨®mana, Sexilia, viv¨ªa una apasionada relaci¨®n con Riza Niro, el hijo homosexual de un emperador ¨¢rabe. Un tiempo y un pa¨ªs en el que todo estaba permitido salvo el aburrimiento y que encontr¨® en Almod¨®var su mejor y m¨¢s brillante cronista.
Babelia
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