Piqu¨¦ garantiza que el PP "no pondr¨¢ obst¨¢culos" al nuevo Estatut si se respeta el pacto constitucional

El Partido Popular de Catalu?a "no pondr¨¢ obst¨¢culos ni dificultades" a la reforma del Estatut, siempre y cuando no tenga "segundas intenciones" y su objetivo sea "reabrir el pacto constitucional". El l¨ªder del partido, Josep Piqu¨¦, dej¨® ayer claro que ve el debate abierto en Catalu?a con mucho menos dramatismo que la mayor¨ªa de sus compa?eros del resto de Espa?a: admiti¨® que existe una necesidad, tras m¨¢s de 25 a?os de democracia, de adaptar las instituciones a los nuevos tiempos e incluso elogi¨® los trabajos preparatorios de Joan Saura, el consejero de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) que coordina el proceso desde el Gobierno catal¨¢n.

Piqu¨¦ estuvo afilado en su papel de oposici¨®n -no escatim¨® cr¨ªticas de todo tipo a la gesti¨®n del Ejecutivo-, pero el tono del debate fue tan amable que a ratos casi parec¨ªa entre colegas: bromas continuas, elogios rec¨ªprocos y explicitaci¨®n de un sorprendente buen rollo que exaspera especialmente a Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) porque subraya su soledad en la C¨¢mara y resta protagonismo a su l¨ªder, Artur Mas.

"Su intervenci¨®n ha elevado el nivel del debate por su experiencia pol¨ªtica y de gobierno", lleg¨® a decir Maragall a Piqu¨¦ al inicio de su r¨¦plica. El anterior orador hab¨ªa sido Josep Llu¨ªs Carod, presidente de Esquerra Republicana (ERC) y art¨ªfice de la investidura de Maragall, que tras o¨ªr estas palabras se levant¨® de su esca?o y se march¨®. Tambi¨¦n Piqu¨¦ se deshizo en agradecimientos por el trato recibido y el "esfuerzo" realizado por el presidente de la Generalitat para contestarle.

Piqu¨¦ agradeci¨® tambi¨¦n a Maragall que subraye el objetivo de unanimidad para la aprobaci¨®n del Estatut. "Gracias por su posici¨®n abierta", afirm¨® Piqu¨¦, quien insisti¨® en que el PP "no pondr¨¢ obst¨¢culos ni utilizar¨¢ su fuerza para bloquear la reforma". Eso s¨ª, siempre que se encauce por v¨ªas razonables y no tenga "las segundas intenciones de querer reabrir el pacto constitucional". El presidente de la Generalitat le contest¨® que, "en asuntos importantes", el Parlament "nunca ha hecho cosas poco razonables". Y le volvi¨® a agasajar para implicarle a fondo: "Lo que usted haga ser¨¢ muy importante, aqu¨ª [en Barcelona] y all¨¢ [en Madrid]; por esto apelo a su inteligencia y a su tradici¨®n de di¨¢logo", remach¨®.

Madrid y Espa?a

Piqu¨¦ y Maragall debatieron a ratos como dos economistas -la formaci¨®n de ambos-, especialmente sobre las pol¨ªticas de los gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y del PSOE, que el ex ministro calific¨® de "socialistas recalcitrantes" por su supuesto gusto por los impuestos. Ambos tuvieron tambi¨¦n un apasionado debate sobre "Madrid". Piqu¨¦ exigi¨® que deje de utilizarse esta palabra para referirse al conjunto de Espa?a. Maragall replic¨® que en todo el mundo "se identifica muchas veces la capital con el pa¨ªs y viceversa" y contraatac¨® afirmando que la sin¨¦cdoque tiene en ocasiones un origen bien distinto al que se refer¨ªa Piqu¨¦: la asoci¨® con algunos sectores de Madrid, "que confunden Espa?a con ellos mismos".

El presidente catal¨¢n explic¨® a Piqu¨¦ los planes del Gobierno sobre el cuarto cintur¨®n, por los que se hab¨ªa interesado infructuosamente el convergente Artur Mas. Maragall garantiz¨® la ejecuci¨®n del tramo Baix Llobregat-Abrera-Terrassa, pero afirm¨® que la continuidad hasta Granollers "no est¨¢ en la agenda" porque supondr¨ªa "trinchar Caldes". "Hay que darle una vuelta, pero primero hay que dibujarlo; todo debe mirarse pero ahora no est¨¢ en la agenda", concluy¨®.