"Lo peor no es haber escrito mucho sino haber publicado m¨¢s de lo debido"
Nadie podr¨¢ decir que Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) ha tenido una vida f¨¢cil. Hijo de emigrantes jud¨ªos ucranios, fue camionero y vendedor hasta que empez¨® a trabajar como periodista en 1956, el mismo a?o en que public¨® su primer libro de poemas. Expulsado del Partido Comunista en 1964 ("me echaron por haberme ido"), se hizo guevarista en 1970 y montonero en 1973: la dictadura argentina lo conden¨® a muerte y se libr¨® porque estaba en Europa. En 1978 rompi¨® con los montoneros: otra condena a muerte, otra vez "sin resultado aparente". Antes de eso, los milicos le quitaron media vida. Secuestraron a su hijo Marcelo, de 20 a?os, y a su nuera, Mar¨ªa Claudia Garc¨ªa, de 19, encinta de siete meses. V¨ªctimas del Plan C¨®ndor, Marcelo fue asesinado en octubre de 1976 y su esposa desapareci¨® con su beb¨¦, que hab¨ªa nacido en el cautiverio uruguayo. Exiliado en Italia, Espa?a, Nicaragua y Francia, Gelman vive desde 1989 en M¨¦xico DF. Tras una larga b¨²squeda, en 2000 encontr¨® a su nieta robada en Uruguay. "Ahora est¨¢ tramitando volver a llamarse Gelman", dice. Ya sabe que su abuelo es poeta desde los nueve a?os, que ha escrito 29 libros de poemas y que en dos semanas editar¨¢ otro: Pa¨ªs que fue ser¨¢ (Visor).
Ayer, en la Residencia de Estudiantes, donde protagoniza el programa Poeta en Residencia, Gelman ense?¨® c¨®mo la iron¨ªa, la memoria y la poes¨ªa, "memoria de la sombra de la memoria", son sus ant¨ªdotos contra el dolor. Sin rencor, pero con la autoridad del que habla como v¨ªctima y en nombre de otros miles de v¨ªctimas que a¨²n no han recibido justicia, Gelman ha sacado a la luz en Madrid un asunto doloroso y pol¨¦mico: la "tolerancia" con que Ernesto S¨¢bato observ¨® a la dictadura militar en sus inicios.
Pregunta. Estos d¨ªas se vuelve a discutir sobre el papel del escritor como referente moral. ?Usted qu¨¦ opina?
Respuesta. Bueno, hay muchos escritores que son referentes morales aunque ellos no lo sepan. Luego me parece que la literatura es el gran referente moral del ciudadano, lo cual no quita para que el ciudadano, o cualquier artista, tenga una posici¨®n pol¨ªtica determinada. Pero las relaciones entre obra y posici¨®n pol¨ªtica son muy oscuras. ?Si no c¨®mo se explica que Pound, que hizo propaganda fascista, sea el genial poeta que escribi¨® un poema contra la usura que ning¨²n poeta marxista leninista pudo igualar nunca? La ideolog¨ªa es parte de la subjetividad del creador. Pero no todas sus subjetividades. ?C¨®mo entender si no a Borges, o a Neruda y Vallejo en el otro lado?
P. ?Y qu¨¦ papel espec¨ªfico juega la poes¨ªa?
R. La poes¨ªa es lenguaje calcinado, palabra calcinada. Es interrogarse a uno mismo, a la realidad y a los lectores. Y eso enriquece mucho, aunque lo que se adquiere no tiene un nombre que se pueda definir. Quiz¨¢ sea la consecuencia de que la poes¨ªa no es una cuesti¨®n de voluntad. Uno no escribe poes¨ªa cuando quiere, sino cuando quiere ella. Es imposible sentarse a escribir poes¨ªa.
P. No admite encargos...
R. A veces se ha hecho, como en la revoluci¨®n cubana. Con resultados horribles.
P. La predicaci¨®n.
R. ?Claro, eso es peligros¨ªsimo! Cuando Stalin dijo que los escritores son los ingenieros del alma humana naci¨® el realismo socialista: mujeres koljosianas abnegadas, estajanovistas ejemplares, h¨¦roes del trabajo... Nada que ver con la vida real. La literatura deliberada tiene ese enorme peligro.
P. Ahora edita su libro n¨²mero 30. ?No se gasta la poes¨ªa?
R. Lo peor no es haber escrito mucho, sino haber publicado m¨¢s de lo debido. A veces habr¨ªa que ser m¨¢s discreto... Pero todo depende de las circunstancias. Hubo a?os, en mi primer exilio por ejemplo, que no escrib¨ªa nada.
P. ?Cree que Kirchner lograr¨¢ hacer justicia a los desaparecidos de la dictadura?
R. El gran problema ahora es la herencia de pobreza e indigencia que han dejado Menem y los dem¨¢s. Pero Kirchner est¨¢ empezando a hacer justicia. Ha emprendido reformas y limpiezas que han socavado la capa de plomo que ha protegido en los ¨²ltimos a?os a la dictadura. Ese clima permite hablar m¨¢s libremente de tab¨²es, como la tolerancia con la que Ernesto S¨¢bato trat¨® a la dictadura en sus primeros tiempos. Daniel Moyano, un escritor extraordinario que estuvo preso por error y se exili¨® en Espa?a, cont¨® que S¨¢bato le escribi¨® una carta anim¨¢ndole a volver, garantiz¨¢ndole trabajo y seguridad... S¨¢bato, que tan buena labor hizo al redactar luego su informe para Alfons¨ªn...
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