Las estrellas an¨®nimas de Madrid
"Siento la adrenalina correr por mis venas". Mar¨ªa S¨¢nchez tiene 67 a?os, y su amor por la ¨®pera la anim¨® a meterse, al menos por unos d¨ªas, de lleno en ese mundo. Mientras arregla los pliegues de su traje de cortesana y espanta los nervios del estreno explica lo que sienten muchos de los 150 figurantes que participan de La Traviata: "Para una persona normal y corriente como yo, para una ama de casa, esto es incre¨ªble". ?ngela Y¨¢?ez no comparte con Mar¨ªa ni edad ni ocupaci¨®n, pero s¨ª sensaciones. Con 29 a?os, es licenciada en mercadotecnia y est¨¢ en el paro. "Una vez que salgo a escena, es como si siempre hubiera estado ah¨ª, como si ese fuera el lugar que en verdad me pertenece".
Para Rafael Garc¨ªa es diferente. Hace muchos a?os que trabaja en cine y televisi¨®n, y estuvo en la puesta anterior de la compa?¨ªa Opera Hall, Nabucco, en 2002. Igual que Federico Fuente, inform¨¢tico, que se apunt¨® por insistencia de unos amigos.
La mayor¨ªa, m¨²sicos, actores y simples oficinistas, juegan a ser estrellas por primera vez. Es el caso de Ra¨²l Bartolom¨¦, de 28 a?os, que el jueves pasado termin¨® su carrera de Ingeniero de Materiales y ayer debutaba como extra frente a miles de espectadores. "Me gusta, pero el ambiente es un poco raro. Hay demasiados protagonistas entre tantos figurantes", bromea. A sus 58 a?os, Loren Valiente trabaja como empleada de limpieza, pero asegura que nadie le quitar¨¢ su veta art¨ªstica. "Me apasiona el teatro. Me gusta la idea de convertirme en otra persona al salir a escena", asegura emocionada.
Pero quiz¨¢ la verdadera magia no se d¨¦ en estas estrellas an¨®nimas de Madrid, sino en quienes las rodean. Y para comprobarlo bastaba con ver a las familias el jueves por la noche durante el ensayo general. Los aplausos y silbidos mostraban el orgullo que les causaba ver en escena, o al menos tratar de distinguir, la cara de sus parientes o amigos. Pero no todo eran rosas. En la tercera escena, las m¨¢s de dos horas de espect¨¢culo hab¨ªan desanimado a algunos: "Muy lindo, muy lindo, pero en italiano no se entiende nada", comentaban algunos.
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