EE UU, pendiente de un volc¨¢n

No hay im¨¢genes que recojan el momento exacto en el que colaps¨® el Monte Santa Helena, el 18 de mayo de 1980, tras la erupci¨®n del volc¨¢n que guardaba en sus entra?as. Los ordenadores son los que han dado vida virtual, a?os despu¨¦s, a ese acontecimiento excepcional para los ge¨®logos que ofrece raramente la madre naturaleza, pero que tuvo efectos devastadores para los habitantes de la zona, en el Estado de Washington, en la costa oeste de Estados Unidos.

En letargo durante 18 a?os, la actividad s¨ªsmica del Santa Helena volvi¨® el pasado 23 de septiembre y hoy nadie quiere perderse el big bang, la gran explosi¨®n. Los cient¨ªficos no creen que el estallido vaya a ser tan fuerte como hace 24 a?os, aunque no pierden de vista lo que va sucediendo en la monta?a por las ense?anzas que se puedan sacar para prever eventos similares en el futuro. Y mientras, los terremotos de hasta tres grados de intensidad se suceden cada minuto, la poblaci¨®n no puede quitarse de la cabeza el recuerdo de las 57 personas que perdieron la vida tras la erupci¨®n de 1980.

La poblaci¨®n local no olvida a las 57 personas que perdieron la vida tras la erupci¨®n de 1980

Esos movimientos s¨ªsmicos de baja intensidad son la se?al, seg¨²n los expertos del centro nacional de informaci¨®n geol¨®gica y terremotos (USGS), de que el magma empieza a moverse y de que la lava podr¨ªa empezar a aflorar pronto de sus entra?as incandescentes. "La erupci¨®n es inminente", advierte Catherine Pucket, del USGS, y explica "la actividad s¨ªsmica cambi¨® despu¨¦s de la peque?a exaltaci¨®n" del viernes. Fue la primera se?al de su despertar, con una columna de humo blanca y peque?as exhalaciones de ceniza.

"La del viernes fue una peque?a erupci¨®n" que marca el comienzo de la reanudaci¨®n de la actividad volc¨¢nica, indica John Major. Una reflexi¨®n que comparte el director del departamento volc¨¢nico, Jeff Wynn, al recordar que "la historia de este volc¨¢n muestra que esto podr¨ªa ser el comienzo de muchas erupciones". Stephani Hanna explica que el volc¨¢n es "una especie de gran corcho en una botella y que la nueva lava empujar¨¢ como si fuera un pist¨®n".

El s¨¢bado, el volc¨¢n amaneci¨® tranquilo, sin lanzar m¨¢s humo, ni polvo y ni ceniza al aire, pero los ge¨®logos no daban ayer m¨¢s de 24 horas a la llegada del momento de la gran erupci¨®n ante la creciente intensidad y repetici¨®n de los movimientos s¨ªsmicos. "Est¨¢ en proceso", insiste el ge¨®logo Tom Pierson, mientras las cadenas de televisi¨®n del pa¨ªs conectan en directo en sus informativos con los enviados a la zona para mostrar los cambios y los movimientos -imperceptibles desde la distancia- que se van sucediendo en el alma de roca del temido monte.

Por todas estas se?ales, las autoridades decidieron en la madrugada del domingo elevar la alerta al "nivel tres", para desalojar las zonas m¨¢s pr¨®ximas de periodistas y miles de visitantes que durante el fin de semana se han acercado hasta el observatorio Johnston Ridge para contemplar el espect¨¢culo que les brinda la naturaleza. La mayor¨ªa est¨¢ siguiendo ahora el evento desde el centro Coldwater Ridge, al norte del monte, la zona que las autoridades consideran m¨¢s segura. Pero la mayor preocupaci¨®n es la columna de humo y piedras que pueda crearse tras la gran erupci¨®n, que podr¨ªa afectar al tr¨¢fico a¨¦reo.

El Santa Helena forma parte de la cadena monta?osa Cascade, en el noroeste de EE UU, y tiene un peque?o glaciar en la boca del cr¨¢ter. El volc¨¢n permaneci¨® inactivo durante m¨¢s de 100 a?os, hasta que en marzo de 1980 se reactiv¨® y devast¨® kil¨®metros de bosque en North Fork. Tras la fuerte explosi¨®n de mayo de ese a?o, equivalente a un terremoto de 5,1 grados en la escala Richter, su altura se redujo de 2.950 a 2.549 metros. El evento geol¨®gico se sinti¨® en varias ciudades situadas a cientos de kil¨®metros y la columna de humo y ceniza se pod¨ªa ver con facilidad desde el espacio.