Elfriede Jelinek: ¡°Austria me ha deshecho¡±
Cuando el secretario permanente de la Academia Sueca, Horace Engdhal, pronunci¨® el nombre de Elfriede Jelinek como destinataria del Nobel, un sentimiento de sorpresa y de cierta frustraci¨®n flot¨® en la sala atestada de periodistas que aguardaban el anuncio. No era expresi¨®n de desacuerdo, sino simplemente de desconocimiento, informa Ricardo Moreno desde Estocolmo. Tras el anuncio, Jelinek no responde al tel¨¦fono, se atrinchera, quisiera desaparecer, la televisi¨®n p¨²blica de Austria teme por un momento no poder conseguir una entrevista, alguna agencia pesca algunas palabras en las que ella anuncia que no ir¨¢ a recoger el premio a Suecia. Es el primer Premio Nobel de Literatura (dotado con 1,1 millones de euros) en Austria y nadie se lo esperaba. Ni los editores, ni los cr¨ªticos literarios, ni ella misma. Es lo primero que menciona Jelinek al abrir tranquilamente la puerta de su casa, en la zona residencial del distrito 14, al pie de las laderas de los Bosques de Viena. Invita a entrar con una amabilidad hospitalaria que contrasta con la imagen divulgada de persona huidiza y esc¨¦ptica. Como sorprendida por una visita inesperada, en la segunda planta, Jelinek (M¨¹rzzuschlag, Estiria, 1946) se apresura a apartar algunas cosas que tiene desordenadas sobre el sof¨¢, y empieza a conversar con calma y con deseo de ser comprendida mientras el tel¨¦fono suena sin cesar.
Pregunta. Usted ha dicho que no quiere que Austria aproveche este premio para adornarse con ¨¦l. ?C¨®mo piensa evitarlo?
Respuesta. No lo s¨¦. Intentar¨¦ apartarme de todo, desaparecer del ¨¢mbito p¨²blico, irme lejos, porque este pa¨ªs me ha deshecho. Hay lugares que me gustan y quiero, pero que un Gobierno de un pa¨ªs con un pasado hist¨®rico como ¨¦ste [el nazismo] permita la extrema derecha otra vez, como primer pa¨ªs en Europa, sirviendo de ejemplo a otros, lo considero imperdonable. En Austria somos siempre los ¨²ltimos en otros aspectos, y precisamente en ¨¦ste, los pioneros. No me puedo conciliar con Austria debido a la historia de mi familia... Pienso en mi padre jud¨ªo y en mis parientes que fueron asesinados.
P. Si alguien en otro ¨¢mbito lee sus obras, ?puede tambi¨¦n abstraerse del entorno e interpretar lo que escribe como una cr¨ªtica m¨¢s amplia de la existencia, o es una cuesti¨®n espec¨ªfica sobre la realidad austriaca?
R. La existencia en Austria es una realidad quebrada que se basa en una mentira. Los alemanes hicieron crecer a Hitler, que era en realidad alem¨¢n, pero han aprendido de los errores del pasado. Los alemanes estuvieron obligados porque estuvieron largo tiempo bajo la ocupaci¨®n de los aliados, fueron, por as¨ª decirlo, educados a la democracia, pero Austria lo recibi¨® todo de regalo y mantuvo su estatus sin ninguna punici¨®n, y a los que escrib¨ªan sobre el tema les insultaron siempre con el apodo de Nestbeschmutzer ("los que ensucian el propio nido"). No quiero prestar ahora un servicio a los que me insultaron de esa manera y que se adornen con mi premio. Ser¨ªa hip¨®crita de mi parte.
P. En el a?o 2000, cuando el partido del ultraderechista J?rg Haider entr¨® en el Gobierno austriaco en alianza con el Partido Popular, conservador, usted anunci¨® que abandonar¨ªa Austria. Sin embargo, todav¨ªa est¨¢ aqu¨ª.
"Soy una escritora muy provinciana porque mi lenguaje apenas se puede traducir"
R. No vivo s¨®lo aqu¨ª. Vivo entre Alemania y Austria. Hay lugares y gente en Austria a los que les tengo cari?o. Pero no permito que me impongan patriotismo austriaco.
P. ?Sus libros han sido traducidos a muchos idiomas?
R. Muy poco. Soy una escritora muy provinciana porque mi lenguaje apenas se puede traducir.Vengo de una tradici¨®n basada en el juego de palabras dif¨ªcil de traducir a otros idiomas. Por eso me impresiona mucho este premio internacional (sonr¨ªe, t¨ªmida y contenta). No entiendo que me lo hayan dado. Siempre pens¨¦ que se lo dar¨ªan a Thomas Bernhard, pero falleci¨® muy pronto. O a Handke.
P. ?A qu¨¦ tradici¨®n ling¨¹¨ªstica se refiere?
R. A la tradici¨®n de la cr¨ªtica del lenguaje de Kraus o Wittgenstein, al Grupo de Viena... Es una tradici¨®n austriaca, realizar un trabajo anal¨ªtico con el lenguaje mismo y elaborarlo en un proceso de composici¨®n, fij¨¢ndose en el sonido. Einar Schleef (director de teatro alem¨¢n que dirigi¨® la ¨²ltima obra teatral de Jelinek, Sportst¨¹ck (Pieza de deporte), interpret¨® mi obra de forma maravillosa, porque tambi¨¦n ¨¦l part¨ªa del sonido del lenguaje. Quiero seguir trabajando en esta direcci¨®n aunque implique seguir siendo provinciana. El sonido no se puede traducir. Me han dicho que mis obras traducidas al espa?ol no han quedado muy bien, pero no s¨¦, no hablo espa?ol.
"Tengo un gran proyecto teatral sobre la segunda guerra del Golfo"
P. Su obra ha trascendido al extranjero a trav¨¦s de la pel¨ªcula La pianista. ?Qu¨¦ le pareci¨® la versi¨®n cinematogr¨¢fica?
R. Fue muy interesante porque no me atraen las filmaciones que pretenden ser fieles a la versi¨®n escrita. Y en este caso lo vi como algo nuevo, una obra en s¨ª.
P. Muchos se preguntaron si ten¨ªa aspectos autobiogr¨¢ficos.
R. No quiero hablar de ese tema, pero sin duda tiene aspectos autobiogr¨¢ficos.
P. Una cuesti¨®n importante en toda su trayectoria es el machismo, las estructuras patriarcales en la sociedad.
R. Es uno de los temas m¨¢s importantes para m¨ª, los valores patriarcales, lo f¨¢lico en la cultura, el dominio de los hombres. En la casa, el dominio de la mujer puede tambi¨¦n ser opresor. Pero los c¨®digos de valores est¨¢n hechos por hombres. Acabo de leer que "esta vez una mujer ha ganado el premio". Pero no deber¨ªa siquiera sorprender, porque m¨¢s de la mitad de los escritores son mujeres, y mucho m¨¢s de la mitad de los lectores. ?Por qu¨¦ es algo raro que una mujer reciba el Premio Nobel?
P. ?Sabe cu¨¢les fueron los criterios por los que premiaron su obra?
R. No s¨¦. Pero ser¨¢ por mi lenguaje y mi percepci¨®n cr¨ªtica de la realidad. Se habla de mi visi¨®n "aguda" de la realidad, de mi realidad provinciana austriaca que quiz¨¢ pueda proyectarse a otras realidades.
P. Su obra teatral Sportst¨¹ck tuvo mucho ¨¦xito en el Burgtheater de Viena. ?Qu¨¦ se propone al llevar una obra al escenario?
R. Intento hacer teatro pol¨ªtico. Tengo un gran proyecto sobre la segunda guerra del Golfo. Escrib¨ª sobre la guerra Bambiland, que fue llevado a escena por el Schlingensief, y ahora he escrito una segunda parte, una trilog¨ªa con referencias a la antig¨¹edad. Ser¨¢ mi primer libro como premio Nobel (r¨ªe), se llamar¨¢ Bambiland und Babel. Bambiland era el parque de diversiones administrado por el hijo de Slobodan Milosevic, Mirko Milosevic, antes del desmoronamiento de Yugoslavia. Un Disneylandia serbio, una realidad falsa para mostrar hacia afuera. Y Babel era el peri¨®dico que editaba el hijo de Sadam Husein, Udai. Creo que dedicaba amplio espacio al deporte, era el jefe del Comit¨¦ Ol¨ªmpico de Irak. Babel son tambi¨¦n las muchas lenguas, las muchas voces. Ser¨¢n mon¨®logos. Una mezcla de ensayo, prosa y teatro. Escribo pocos di¨¢logos porque en el teatro quiero agrandar las figuras, y eso funciona con grandes superficies de lenguaje. Los di¨¢logos en teatro me parecen una banalidad.
Babelia
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