'A night with Lou Reed'
A night with Lou Reed es el resumen en 60 minutos de la legendaria aparici¨®n en 1983 del cantante neoyorquino en The Bottom Line, famoso club de su ciudad, que ma?ana pone a la venta EL PA?S por 6,95 euros. Con un tr¨ªo m¨¢s que eficaz (Robert Quine, Fernando Saunders, Fred Maher), Reed reinventa algunos de sus grandes ¨¦xitos y recrea candentes temas menos conocidos.
Ya se sabe que acudir a un concierto de Lou Reed tiene sus riesgos: en su escala de valores, lo de "satisfacer al p¨²blico" nunca ha tenido un puesto destacado; tampoco se preocupa por "comunicarse con el respetable", algo que genera conflictos que hubieran sido f¨¢cilmente subsanables. El lazo sadomasoquista da un filo extra a sus apariciones y no falta en su presentaci¨®n de 1983 en The Bottom Line neoyorquino, uno de cuyos objetivos es precisamente la grabaci¨®n de un v¨ªdeo dom¨¦stico -el presente DVD- que realiza Clarke Santee.
El club est¨¢ en Greenwich Village, en la zona bohemia de Manhattan, donde se le considera como una luminaria local desde los tiempos de The Velvet Underground (a pesar de que Louis Allen Firbank venga de Freeport, en Long Island). Actuar en The Bottom Line tiene algo de concesi¨®n a su p¨²blico natural, que aprovecha la rara oportunidad de verle en un recinto reducido donde los asistentes est¨¢n sentados alrededor de mesas. As¨ª que los fieles pasan hasta seis horas haciendo cola para conseguir las escasas entradas que se ponen a la venta: gran parte de los asientos est¨¢n reservados a VIPs -Andy Warhol, las Go-Go's o Adam Ant- y amigos de los m¨²sicos. Adem¨¢s, los seguidores intuyen que Lou est¨¢ en buena racha. El a?o anterior public¨® The blue mask, LP que refleja su actual sobriedad -atr¨¢s quedan los excesos con el alcohol y otras drogas- y su renovado compromiso con el rock. Lou ha vuelto a tocar la guitarra el¨¦ctrica y se muestra c¨®modo con el formato de cuarteto: bajo, bater¨ªa, dos guitarras que alternan ritmo y solos.
Aunque no sea exactamente la misma formaci¨®n que le respalda en The blue mask, la banda de A night con Lou Reed satisface a los exigentes. Est¨¢ Robert Quine, un fan¨¢tico de The Velvet Underground que abandon¨® su oficio de abogado para tocar guitarra chirriante con Richard Hell and The Voidoids, el grupo que mejor atrap¨® el nihilismo est¨¦tico del punk rock de Manhattan. Quien tambi¨¦n ha participado en Material, experimental proyecto proteico donde ha destacado el baterista Fred Maher. Como bajista, el m¨²sico afroamericano Fred Saunders, carnosa ancla funk para todo el estruendo rockero.
El Lou Reed del Bottom Line lleva vaqueros y una camisa de cuero. Tiene 40 a?os y ha decidido que la m¨²sica tiene que hablar por s¨ª misma: ni rastro de sus lac¨®nicos parlamentos entre canci¨®n y canci¨®n. Manda a sus acompa?antes con m¨ªnimos gestos, que indican cuando un solo o un tema debe acabar. No hay margen para la camarader¨ªa: es evidente el distanciamiento entre Lou y Robert Quine, que desembocar¨¢ en la marcha del segundo.
Aun as¨ª, Quine mantiene el tipo con sus gafas oscuras y alg¨²n que otro cigarrillo: emite fracturados solos que reviven a?ejas canciones y logran que chisporroteen piezas nuevas como Waves of fear. Tambi¨¦n Lou est¨¢ inspirado como guitarrista: memorable es su descarga de decibelios en Kill your sons, la evocaci¨®n del tratamiento de electrochoques con que sus padres quer¨ªan reintegrarle a la "normalidad".
El repertorio de A night with Lou Reed combina las favoritas del autor con sus ¨¦xitos en solitario, Walk on the wild side y Satellite of love. Todo enmarcado por rotundas cl¨¢sicas de The Velvet Underground, con Sweet Jane y I'm waiting for the man como aperitivo y White light/white heat m¨¢s Rock 'n' roll para cerrar. A lo largo del concierto, Lou mantiene su cara de p¨®quer, su pose de la m¨¢s reticente estrella del rock. S¨®lo al final, cuando se re¨²ne con su esposa Sylvia en el camerino, se permite sonre¨ªr y fumarse un pitillo.
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