Fatema Mernissi defiende el poder globalizador del islam
Galardonada con el ¨²ltimo Premio Pr¨ªncipe de Asturias a las Letras, junto a Susan Sontag, Fatema Mernissi (Fez, 1940) tiene la habilidad de abordar los temas m¨¢s espinosos a trav¨¦s de abundantes recursos narrativos. Un libro para la paz (El Aleph) aparece ahora con un fuerte contenido pol¨ªtico, ya que discute cu¨¢l es el camino para romper la din¨¢mica de violencia y se pregunta si es el del cowboy americano o el del marino Simbad, pero se deja leer tambi¨¦n como una colecci¨®n de historias. De los antiguos ¨¢rabes, de los sabios musulmanes, del islam.
Esa voluntad narrativa y su af¨¢n por tomarse el tiempo que sea necesario para tratar cualquier asunto muestra que sus or¨ªgenes nada tienen que ver con los de una sociedad que resuelve los temas a toda velocidad. "Derrida ha muerto, qu¨¦ perdida m¨¢s grande", comentaba el s¨¢bado por la tarde en la Feria de Francfort. Luego se refiri¨® al origen jud¨ªo del fil¨®sofo y a su vida en Argel. "Pero seguro que all¨ª ocurr¨ªa lo que pasa en Fez: que una calle separa los barrios musulm¨¢n y jud¨ªo, y que en cada barrio existen los mismos apellidos. S¨®lo var¨ªan los nombres: en un sitio, Mohamed; en el otro, Sholom". Entre otros, asegura, no hay grandes diferencias. "Las identidades se inventan en seg¨²n qu¨¦ circunstancias para obtener alg¨²n beneficio econ¨®mico".
De lo que quiere hablar Fatema Mernissi sobre todo es de la dimensi¨®n del islam que destaca en su libro: su capacidad de comunicaci¨®n. Como Simbad, que dej¨® Bagdad y lleg¨® a las islas del ?ndico y a los mares de China, y super¨® el miedo y aprendi¨® de los otros. "El islam puso en contacto los lugares m¨¢s distantes del planeta y supo respetar las peculiaridades de cada cual", dice Mernissi. "El eterno dilema al que se enfrentaron los califas de la dinast¨ªa Ab¨¢sida fue si deb¨ªan aniquilar a los adversarios hind¨²es o budistas, o bien dialogar con ellos, y, al final, optaron por lo segundo, que les pareci¨® el m¨¦todo m¨¢s beneficioso", escribe en el libro. Y es eso lo que cuenta y defiende: que el islam fue el que desencaden¨® la primera globalizaci¨®n. "Vas a Nueva Delhi, vas a Lahore, y est¨¢s como en casa. Hay algo que tenemos en com¨²n, inaprensible, y eso es lo que trajo el islam".
Uno detr¨¢s de otro, Fatema Mernissi cita a distintos califas y sabios que defendieron la pluma antes que la espada como forma de acercarse al otro. "Los cruzados se vieron obligados a matar a Saladino porque muchos de los cristianos se convert¨ªan cuando descubr¨ªan su capacidad de di¨¢logo". Y esa m¨¢xima que repite -"comunicar es a?adir la inteligencia de los otros a la tuya propia"- es la que defiende al fin en su libro. Romper con la imagen de un islam violento y cerrado y recuperar su talante abierto y comunicativo.
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