La seguridad, buena pr¨¢ctica del F¨®rum de las Culturas
Hace casi una d¨¦cada, la regi¨®n brasile?a de Amap¨¢, flanqueada por el Atl¨¢ntico, el Amazonas, la Guyana francesa y el Surinam, reputada por la dureza y antipat¨ªa de su polic¨ªa, lanz¨® una campa?a para acercar las fuerzas del orden a la ciudadan¨ªa.
Polic¨ªas de uniforme se lanzaron a la calle, con claveles en la mano en vez de fusiles de asalto, y se dirigieron a los ciudadanos con el manual de derechos humanos que hab¨ªan estudiado en un curso mod¨¦lico que atrajo la atenci¨®n del programa de buenas pr¨¢cticas de las Naciones Unidas y que contin¨²a siendo un modelo.
Los visitantes del F¨®rum Barcelona 2004 que tuvieron la ocasi¨®n de detenerse ante la exposici¨®n Practop¨ªa de la jaima habr¨¢n reconocido esta buena pr¨¢ctica, pero quiz¨¢ no les habr¨¢ resultado tan sorprendente como un hecho ins¨®lito pero muy cotidiano para los que pisamos el recinto durante 141 d¨ªas: la patrullas conjuntas de el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y los Mossos d'Esquadra, la polic¨ªa auton¨®mica. M¨¢s que simb¨®lica, simp¨¢tica o disuasoria, la patrulla conjunta del mosso y el polic¨ªa, a bordo de su cochecito el¨¦ctrico, ha supuesto el inicio de una crucial colaboraci¨®n que, dentro de poco m¨¢s de un a?o, desembocar¨¢ en un nuevo modelo policial para Barcelona, mucho m¨¢s pr¨®ximo al ciudadano.
La patrulla conjunta del 'mosso' y el polic¨ªa ha supuesto el inicio de una crucial colaboraci¨®n
Sin duda una buena pr¨¢ctica local sin precedentes que, gracias a la compleja operaci¨®n de seguridad del F¨®rum, el compa?erismo entre los agentes y la profesionalidad de los mandos, ha permitido contrastar la fiabilidad de la cooperaci¨®n entre los diferentes cuerpos de seguridad antes incluso de su puesta en marcha oficial.
Dentro de muy pocos d¨ªas, 700 mossos empezar¨¢n a trabajar con la polic¨ªa y la Guardia Urbana atendiendo denuncias del 091 y realizando patrullas preventivas por la calle. Este modelo de coordinaci¨®n se ha ensayado con ¨¦xito y sin sobresaltos en el F¨®rum, que, despu¨¦s de acoger casi 3,5 millones de visitas a lo largo de los cinco meses, se ha cerrado con menos de 300 incidencias de car¨¢cter menor, la mayor¨ªa de ellas denuncias por p¨¦rdida de documentaci¨®n.
S¨®lo la eficacia y la ejemplar coordinaci¨®n de las fuerzas policiales explican que la seguridad no haya ocupado ni un solo titular en los medios de comunicaci¨®n durante 141 d¨ªas, a pesar de las incesante visitas de centenares de personalidades de los cinco continentes. Es m¨¢s, la polic¨ªa demostr¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n que ha sabido ponerse al d¨ªa y lidiar con una diversidad cada vez m¨¢s cotidiana y cercana. Recuerdo perfectamente la escena de una agente dialogando en un fluido ingl¨¦s con un l¨ªder de la comunidad sij para que no accediese al recinto con su tradicional daga en la cintura.
No news, good news o la ausencia de titulares sobre la seguridad ha sido, sin duda, una de las mejores noticias del F¨®rum, que a pesar de ser uno de los eventos internacionales de menor presupuesto, no ha escatimado en esfuerzos para garantizar la seguridad de los visitantes, especialmente durante las semanas posteriores a los atentados del 11-M y las campa?as terroristas contra intereses tur¨ªsticos. No olvidemos que Atenas tuvo que invertir en seguridad cinco veces el presupuesto de todo el F¨®rum y desplegar 45.000 polic¨ªas, soldados,
bomberos y agentes privados para proteger a la familia ol¨ªmpica y a los espectadores.
Habr¨¢ quien piense que no debe de ser f¨¢cil dialogar sobre la paz y la globalizaci¨®n del terror, el respeto y la tolerancia, el desarme y los derechos emergentes en un recinto cerrado y vigilado, pero es obvio que la seguridad de los visitantes, ponentes y artistas; la comodidad del p¨²blico, y la tranquilidad de un recinto destinado a la reflexi¨®n y el encuentro de divergentes estaban por encima de cualquier otra consideraci¨®n ut¨®pica. Y debo agradecer sinceramente a los cuerpos de seguridad que hayan cumplido discretamente con su misi¨®n y hayan dejado para los titulares de prensa las amenazas de las medusas en la zona de ba?os y el desembarco de unos piratas anti-F¨®rum en la isla artificial que protege la depuradora del oleaje.
Jordi Oliveras ha sido director general del F¨®rum Universal de las Culturas Barcelona 2004.
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