La historia mueve el ensayo

TRAS EL regreso de la democracia a Chile, en 1990, da la impresi¨®n de haberse producido un auge del ensayo. Qu¨¦ duda cabe que despu¨¦s de diecisiete a?os de dictadura cundi¨® la sensaci¨®n de que resultaba posible hablar de cualquier cosa. Pero tambi¨¦n, por primera vez fueron mostrados restos de los cad¨¢veres, pruebas irrefutables de ejecuciones y torturas, que hasta entonces nunca se hab¨ªan visto. Frente a tal panorama, ni la prensa, por su escasa diversidad, ni la televisi¨®n, por su artificial equilibrio para quedar bien con Dios y con el diablo, lograban construir opiniones hasta que Chile actual: anatom¨ªa de un mito (1997), del soci¨®logo Tom¨¢s Moulian, resalta una paradoja: globalizaci¨®n versus amnesia hist¨®rica. ?xito de ventas, inicio de discusiones acad¨¦micas y pol¨ªticas, enlaza con debates que a ra¨ªz de las novedades econ¨®micas ya hab¨ªan surgido, con menos bullicio y en direcciones diferentes, en el decenio anterior.

En efecto, en los ochenta la econom¨ªa chilena y sus demostraciones vistosas en el consumo y bienestar material, no siempre acompa?ado de igual bienestar en los derechos y libertades individuales, produjeron, aparte de apolog¨ªas simplonas, cr¨ªticas. Mientras triunfaba el capitalismo disfrazado de econom¨ªa de mercado junto con el totalitarismo, mezcla que El¨ªas D¨ªaz ha caracterizado como fascismo, hubo quienes temieron que se resquebrajara la "identidad", un vocablo que ocup¨® buena parte de las controversias de la ¨¦poca. Para el soci¨®logo Pedro Morand¨¦, en Cultura y modernizaci¨®n en Am¨¦rica Latina (1984), la racionalidad laica heredada del siglo XVIII, cimiento de las modernizaciones, resulta antinatural en unos pa¨ªses cuyos genes provienen del mestizaje y el catolicismo. Por dicho motivo, el empe?o del sistema econ¨®mico dar¨¢ al traste. Desde otra perspectiva, el historiador Mario G¨®ngora a partir de una obra cl¨¢sica, que encendi¨® pol¨¦micas acaloradas, Ensayo hist¨®rico sobre la noci¨®n de Estado en Chile en los siglos XIX y XX (1981), nota que las olas modernizadoras del neoliberalismo dejan un perdedor: el Estado.

En aquel paisaje arriesgado de hace ahora veinte a?os aparecen manifestaciones, en las artes visuales y la literatura, que golpean al neoconservadurismo que se fragua al alero del gobierno militar y que tampoco encajan con la cultura del exilio. Pero la lucidez y oportunidad de un ensayo de Nelly Richard, M¨¢rgenes e instituciones: arte en Chile desde 1973 (1986), ayud¨® a explicar por qu¨¦ esas obras eran lo que eran, qu¨¦ significaban, cu¨¢l era su sentido. A partir de 1990, la fecundidad de su pensamiento plural se encarnar¨¢ en la revista que dirige, Cr¨ªtica Cultural. Desde la teor¨ªa cr¨ªtica o el posestructuralismo, los studies o el feminismo, sus p¨¢ginas abordan las aristas de Chile y los planos de la discusi¨®n intelectual del mundo, una postura que tempera la cultura m¨¢s correcta, grandilocuente y, en ciertos casos, hasta conservadora y anticuada.

Otra revista, tambi¨¦n inevitable al momento de hablar del ensayo, es la muy respetable Estudios P¨²blicos. De claro perfil liberal, desde 1980 sus n¨²meros tocan grandes asuntos de fondo, por ejemplo, econ¨®micos, de teor¨ªa pol¨ªtica, o bio¨¦ticos y jur¨ªdicos, y han formado opini¨®n en sectores influyentes.

Ahora bien, ser¨ªa injusto negar que donde ¨²ltimamente se oyen voces muy atractivas es en la historia. La interpretaci¨®n de la de Chile, con marcado acento literario, que viene haciendo Alfredo Jocelyn-Holt; la social, tan iluminadora, que plantea Gabriel Salazar; las aproximaciones de derechas a las que se atreve Gonzalo Vial; los vericuetos entre literatura y pol¨ªtica de los que se ocupa Joaqu¨ªn Fermandois; el arte, la cocina y la ropa que aborda Isabel Cruz; el papel de las monjas para frenar el alud secularizador decimon¨®nico que destaca Sol Serrano; o la perspicaz clarividencia para mirar la actualidad de Sof¨ªa Correa, configuran un territorio apasionante que une solvencia de conocimientos con gracia intelectual.

De esta l¨ªnea podr¨ªa decirse que arrancan senderos que no sol¨ªan preponderar en el ensayo chileno. Dos muestras recientes. La prensa, la moda, el cine, la m¨²sica popular o el f¨²tbol forman parte de 1973: la vida cotidiana de un a?o crucial (coordinado por Claudio Rolle); y el aclarador tejido de familias y apellidos, entre quienes se reparte pr¨¢cticamente todo el poder, que presenta El sentimiento aristocr¨¢tico: elites chilenas frente al espejo (1860-1960), de Mar¨ªa Rosaria Stabili.

La apertura ha tra¨ªdo ox¨ªgeno. ?No levanta el ¨¢nimo Morir un poco: moda y sociedad en Chile, 1960-1976, de P¨ªa Montalva? O leer a Lucas Sierra cuando escribe de los modelos familiares, de la televisi¨®n y la pedofilia, de las suspicacias que despierta que el candidato de derecha para las elecciones presidenciales de 2005 sea miembro del Opus Dei. El talante de este abogado y soci¨®logo representa una manera de ver a medio camino entre la literatura y la filosof¨ªa, entre el saber s¨®lido y la opini¨®n vacilante, y a lo mejor refleja que nuevos aires soplan en la sociedad chilena.

Manuel Corrada es cr¨ªtico de ensayo y no-ficci¨®n de la revista de libros del diario chileno El Mercurio.