Safin recupera el tono de su carrera
El ruso derrota a Nalbandi¨¢n en la final y 'culpa' a Lundgren de su resurrecci¨®n
"Gracias tambi¨¦n a los jueces de l¨ªnea, porque sin ellos no hubiera ganado ni un punto". Hubo una carcajada en la central del Rockodr¨®mo, porque Marat Safin acababa de realizar un partido memorable frente al argentino David Nalbandi¨¢n, al que gan¨® por 6-2, 6-4, 6-3 en 1 hora y 52 minutos, para adjudicarse el t¨ªtulo del Masters Series de Madrid. Sin embargo, el jugador ruso de 24 a?os no pierde el sentido del humor. De alguna manera siempre lo ha tenido. Y ello le ha permitido afrontar sin grandes quebraderos de cabeza situaciones tan dispares como las que ha vivido en su carrera profesional.
Sus problemas se iniciaron, curiosamente, en 2000, cuando se adjudic¨® su primer t¨ªtulo del Grand Slam, el Open de Estados Unidos, superando a Pete Sampras en un partido que qued¨® escrito con letras de oro en su palmar¨¦s. "Ten¨ªa 20 a?os, y jugu¨¦ demasiado bien", recuerda ahora, echando una ojeada al pasado. "Tal vez me result¨® demasiado f¨¢cil y no lo encaj¨¦. No sab¨ªa c¨®mo tom¨¢rmelo. Me ha llevado muchos a?os entender qui¨¦n soy y cu¨¢les son las cosas realmente importantes".
Cuando gan¨® en Estados Unidos, el mundo entero descubri¨® a un jugador capaz de abrir la sucesi¨®n de Sampras. Lo ten¨ªa todo: juventud, una calidad incuestionable y un f¨ªsico que quebraba corazones. Pero, en cambio, su carrera comenz¨® a dar tumbos y su camino le acerc¨® a la cumbre en ocasiones y le llev¨® a derrotas impropias incluso de un tenista de su nivel. "Puede que algunos piensen que no, pero siempre he hecho todo lo que he podido para sacar lo mejor de m¨ª mismo", confiesa cuando se le critica por la vida un tanto disipada que ha llevado en ocasiones. "Desde fuera las cosas siempre parecen muy f¨¢ciles. Pero yo me siento satisfecho con el curso que ha tomado mi carrera", agrega, recordando que lleg¨® a ser el n¨²mero uno del mundo en noviembre de 2000, que ha alcanzado por dos veces la final del Open de Australia (2002 y 2004) y que fue semifinalista en el Open de Estados Unidos (2001) y en Roland Garros (2002).
Su peor momento le lleg¨® el a?o pasado, cuando una lesi¨®n en el hombro derecho y un problema cr¨®nico en la mu?eca le dejaron en paro alrededor de seis meses. No gan¨® ni un partido desde abril a diciembre y cay¨® en picado hasta el 77? puesto mundial. Tuvo dudas. Pero inici¨® este a?o llegando a la final del Open de Australia y aqu¨¦llas se disiparon. Sin embargo, despu¨¦s gan¨® dos partidos en los siguientes dos meses y su estrella no volvi¨® a brillar hasta que comenz¨® la temporada de tierra batida.
En mayo, decidi¨® dar una vuelta de tuerca m¨¢s a su carrera y busc¨® los conocimientos del t¨¦cnico que hab¨ªa dirigido a Federer desde los 14 a?os hasta finales del a?o pasado. Fich¨® al sueco Peter Lundgren como entrenador y abri¨® una nueva senda. Sufri¨® dos grandes decepciones al perder en la primera ronda de Wimbledon y del Open de Estados Unidos, pero luego gan¨® en Pek¨ªn. Y en Madrid parece haber recuperado el hilo de su carrera.
"Lundgren", dijo cuando le preguntaron qu¨¦ porcentaje ten¨ªa el t¨¦cnico en su victoria, "tiene la mayor parte". Y agreg¨®: "Sabe explicar muy bien lo que debo hacer para ganar a cada jugador y te ense?a peque?as cosas que mejoran sustancialmente tu juego. Te aporta lo que s¨®lo ve un entrenador profesional". En Madrid le sirvi¨® para ganar un torneo en altura y en pista interior, unas condiciones en las que nunca hab¨ªa ganado un partido. "Yo mismo me sorprend¨ª por lo bien que jugu¨¦. Aunque es cierto que Nalbandi¨¢n me respeta demasiado". Su victoria casi le asegura la participaci¨®n en el Masters de Houston.
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