Dos veces Puyal
Multar a 21.600 conductores de Barcelona por hablar por el m¨®vil tiene una justificaci¨®n: la seguridad. Y sin embargo, criminaliza el hecho de hacer dos cosas a la vez. En los tiempos que corren, multimedias y polit¨®nicos, y con la cantidad de obligaciones y compromisos que tenemos, s¨®lo se pueden atender todos si se solapan. Mientras haces la comida, por ejemplo, puedes hablar por tel¨¦fono con tu abogado y, con el pie, ir d¨¢ndole a la pelota que tu hijo te exige que le chutes. Incluso llegu¨¦ a conocer a un sujeto con una agenda tan apretada que, en lugar de comer y cenar, hac¨ªa una ¨²nica comida a las cinco de la tarde en la que sumaba las prote¨ªnas y calor¨ªas del almuerzo y de la cena. Aviso: en algunos ¨¢mbitos de la vida cotidiana est¨¢ muy mal visto hacer dos o tres cosas a la vez y se considera una falta de tacto y de educaci¨®n. Si est¨¢s en la cama con tu pareja, en plena faena sexual, por ejemplo, son pocas las personas que entienden que, sin dejar de estar por lo que tienes que estar, te pongas a hablar por tel¨¦fono con tu madre para felicitarle por su cumplea?os o que, por el rabillo del ojo y mientras se producen los ancestrales movimientos carnales al uso, vayas siguiendo un concurso de televisi¨®n o escuchando, por el pinganillo incrustado en la oreja, la transmisi¨®n que Joaquim Maria Puyal hace de un partido del Bar?a. Tete Montoliu, sin ir m¨¢s lejos, era capaz de tocar el piano en directo y dar el pego mientras, a trav¨¦s de un auricular debidamente camuflado para no soliviantar a los aficionados al jazz, escuchaba las retransmisiones del maestro.
Y no hablo de Puyal por casualidad, sino porque el mi¨¦rcoles le dieron dos merecidos premios, lo cual justifica que escriba este art¨ªculo que trata, aunque no lo parezca, de varios temas a la vez. Recibir dos premios el mismo d¨ªa tambi¨¦n podr¨ªa ser motivo de multa, pero por suerte ninguna autoridad competente se la pondr¨¢ porque Puyal se merece tanto el Premi Nacional de R¨¤dio (obtenido junto con todo su competente equipo) como el Ondas, que fue sabiamente argumentado y defendido por algunos miembros del jurado del apartado de radio. El mi¨¦rcoles, Puyal demostr¨® que es perfectamente compatible hacer dos cosas a la vez y recibi¨® dos premios, pero es que adem¨¢s se fue a Santa Coloma de Gramenet a retransmitir la en¨¦sima derrota del Bar?a contra un equipo de Segunda Divisi¨®n B. Estaba contento por los premios y la narraci¨®n fue una delicia. Pese a la lluvia y al p¨¦simo juego desarrollado sobre el campo. Puyal hac¨ªa una, dos, tres, cuatro cosas al mismo tiempo. Hablaba, tos¨ªa, saludaba, recib¨ªa felicitaciones, escuchaba los vaticinios de alg¨²n pajarito, insist¨ªa en averiguar las diferencias entre c¨¦sped natural y artificial, dirig¨ªa su orquesta y era capaz de solapar la descripci¨®n de un avance por la banda derecha de Giuly con una an¨¦cdota de los tiempos en los que, en los locales de alterne, las chicas descorchaban las botellas de champa?a sin preocuparse de que parte del efervescente brebaje cayera sobre la castigada moqueta.
El periodista premiado, pues, es un ejemplo de que se puede vivir haciendo varias cosas al mismo tiempo, interes¨¢ndose por cuestiones aparentemente incompatibles como la comunicaci¨®n y las almejas gallegas, y que, con un extra?o sentido del orden y de la complementariedad, van configurando un estilo y, a la larga, un legado. En alg¨²n calendario cursi recuerdo haber le¨ªdo que se vive y se muere al mismo tiempo. Entonces me pareci¨® una chorrada, pero quiz¨¢ se refer¨ªa a eso, a la facultad de ir ganando y perdiendo tiempo en el mismo instante.
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