El dif¨ªcil relevo de Sainz

Un cierto halo de nostalgia sobrevol¨® ayer por el parque de asistencia de Vic cuando Carlos Sainz despeg¨® con su Citro?n por ¨²ltima vez en direcci¨®n a Lloret de Mar. "?Qu¨¦ nos espera ahora?", se preguntaba uno de los cientos de aficionados apostados junto a la valla que le separaba del bicampe¨®n espa?ol. "Buenos pilotos los tenemos y Dani Sol¨¤ es quien m¨¢s cerca est¨¢", comentaba el veterano Antonio Zanini, un cl¨¢sico de los rallies; "pero para que Espa?a pueda tener un volante en el Mundial eso no basta. Hace falta que alg¨²n patrocinador, nuestro petrolero, est¨¦ dispuesto a realizar una fuerte apuesta". El montante indispensable ronda los dos millones de euros.

La cuesti¨®n que plantea el adi¨®s de Sainz no es algo banal. Para una modalidad automovil¨ªstica ya de por s¨ª minoritaria, como los rallies, tener o no a alguien luchando entre los grandes puede ser determinante para lograr una implantaci¨®n en cualquier pa¨ªs. Cuando Zanini, Beni Fern¨¢ndez, Salvador Servi¨¤ y Salvador Ca?ellas se abr¨ªan camino en el Campeonato de Europa , muchos espa?oles descubrieron esta esoecialidad. Cuando Zanini fue campe¨®n europeo, en 1980, con un Porsche Almeras, las carreteras catalanas ya comenzaban a colapsarse cada vez que el de Viladrau corr¨ªa por ellas. Pero cuando, en 1990 y 1992, Sainz se proclam¨® campe¨®n mundial la explosi¨®n fue brutal.

"S¨®lo pido una oportunidad. Si no la aprovecho, me voy a casa"

Desde 1980 siempre hubo un hilo conductor que permiti¨® a la afici¨®n hacer apuestas s¨®lidas por sus pilotos. Servi¨¤ mantuvo la tensi¨®n, a un nivel m¨¢s discreto, entre Zanini y Sainz. Pero, cuando cogi¨® el mando, el madrile?o eclips¨® todo lo dem¨¢s. Chus Puras, que gan¨® una carrera del Mundial -C¨®rcega, en 2001-, fue v¨ªctima de esa situaci¨®n. Y en los ¨²ltimos 15 a?os Sainz se convirti¨® pr¨¢cticamente en el ¨²nico. Avalado por sus dos t¨ªtulos, por sus cinco subcampeonatos y por el r¨¦cord de victorias que ha atesorado -con 26, es quien m¨¢s carreras mundialistas ha ganado-, fue la estrella inalcanzable, pero, al mismo tiempo, actu¨® como una especie de estilete que cortaba todo lo dem¨¢s, que lo hac¨ªa innecesario.

Y ahora, en el momento de su adi¨®s, resurge con virulencia la cuesti¨®n de su relevo porque Espa?a necesita imperiosamente un piloto en el Mundial que sea capaz de ganar carreras y t¨ªtulos en el futuro. "Precisamos una figura que lleve la bandera", asegura Amand Barfull, director del Rally Catalunya y vinculado al automovilismo toda su vida; "Sainz lo hizo y es insustituible porque es un crack. Pero hay pilotos capaces de coger el relevo: Sol¨¤, Xevi Pons y Daniel Sordo. Sol¨¤ es quien est¨¢ mejor posicionado porque este a?o ha podido correr algunas carreras del Mundial con un Mitsubishi WRC, sin pagar un euro, y ha demostrado que se puede confiar en ¨¦l. Sin embargo, necesita el apoyo econ¨®mico que tambi¨¦n tuvo Sainz cuando comenz¨®".

Con sus f¨®rmulas de promoci¨®n, el Real Autom¨®vil Club de Catalu?a (RACC) ha hecho ya el trabajo m¨¢s dif¨ªcil: coger a pilotos que comienzan y ayudarles a dar el salto. Sol¨¤ fue campe¨®n mundial j¨²nior y este a?o logr¨® un compromiso con Mitsubishi para poder correr tres pruebas del Mundial con el World Rally Car. Su sexto puesto de ayer -iguala el mejor resultado de la marca a lo largo de la temporada- es un aval importante ante los japoneses, que se muestran interesados en darle un volante y est¨¢n s¨®lo a la espera de que un patrocinador aporte unos dos millones de euros. "S¨®lo pido una oportunidad. Y, si no la aprovecho, me voy a casa", dice el piloto de Vic.

Xevi Pons, de 22 a?os, ha ganado ya dos carreras del grupo N (Mundial de Producci¨®n) y apunta muy alto. Y Sordo, de 20, al que Sainz est¨¢ ya apoyando, es el segundo piloto de Citro?n en el Campeonato de Espa?a y ha hecho cuatro excursiones al Mundial. "Yo espero que Sol¨¤ tenga un volante el a?o que viene", afirma Luis Moya, director deportivo de Subaru; "calidad para estar ah¨ª la tiene y sobrada. Pero hay muy pocos volantes y est¨¢n muy cotizados. Sin embargo, me siento muy optimista sobre el futuro de los rallies en Espa?a". Su optimismo y la ilusi¨®n de una afici¨®n que el pasado fin de semana se entreg¨® a Sainz y Sol¨¤ puede chocar con una realidad muy cruda. Por ahora, no hay ninguna seguridad de que un espa?ol tenga un coche en el Mundial de 2005.