La Directiva de Defensa Nacional incluye por primera vez el riesgo del terrorismo
El documento consagra la consulta al Parlamento antes de enviar tropas espa?olas al exterior
La inclusi¨®n del terrorismo internacional como el mayor riesgo para la seguridad de los espa?oles y la consulta al Parlamento antes de enviar tropas espa?olas al exterior son las principales novedades de la nueva Directiva de Defensa Nacional 1/2004, que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, aprobar¨¢ ma?ana en una reuni¨®n de la c¨²pula militar a bordo del portaaviones Pr¨ªncipe de Asturias. La nueva directiva es el texto b¨¢sico de la pol¨ªtica de defensa, del que arranca todo el ciclo de planeamiento militar, y sustituye a la suscrita en diciembre de 2000 por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
La nueva pol¨ªtica de defensa apuesta por el multilateralismo a trav¨¦s de la ONU y la UE
La nueva Directiva de Defensa Nacional no s¨®lo es la primera que aprueba el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, por lo que refleja las directrices pol¨ªticas del nuevo Gobierno socialista, sino tambi¨¦n la primera que se elabora tras el 11-S y el 11-M, los grandes atentados de car¨¢cter islamista que han revolucionado la concepci¨®n estrat¨¦gica surgida del final de la Guerra Fr¨ªa.
En consonancia con esta realidad, el nuevo documento incluye el terrorismo internacional como la mayor amenaza para la seguridad de los espa?oles, frente al ¨²ltimo texto de Aznar, que alud¨ªa a la "ausencia de una amenaza clara y definida a nuestro territorio", s¨®lo matizada por la referencia gen¨¦rica a la "aparici¨®n de riesgos asim¨¦tricos".
El reconocimiento de la nueva situaci¨®n pasa por atribuir a los ej¨¦rcitos un papel en la lucha antiterrorista aunque, seg¨²n las fuentes consultadas, el empleo de la fuerza militar ser¨ªa siempre un "¨²ltimo recurso", tras el agotamiento de los medios diplom¨¢ticos, policiales, judiciales o de inteligencia. As¨ª se recoge en la Estrategia Europea de Seguridad dise?ada por el responsable de Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n de la UE, Javier Solana, en la que se inspira la directiva.
Hasta ahora, las Fuerzas Armadas han intervenido en la lucha contra el terrorismo en dos planos: en el exterior, colaborando a la estabilizaci¨®n de Afganist¨¢n y al control del tr¨¢fico mar¨ªtimo en el Cuerno de ?frica; y en el interior, participando en la vigilancia de las l¨ªneas del AVE y en la protecci¨®n de eventos como las cumbres de la UE o los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona.
En todo caso, aseguran las fuentes consultadas, frente a la doctrina del ataque preventivo y del unilateralismo de la Administraci¨®n Bush, la doctrina estrat¨¦gica espa?ola apuesta por la seguridad compartida y por la resoluci¨®n de los conflictos en marcos multilaterales. Ello supone una apuesta por el fortalecimiento de la ONU y de la pol¨ªtica de seguridad y defensa de la Uni¨®n Europea, sin descuidar el v¨ªnculo trasatl¨¢ntico a trav¨¦s de la OTAN y la relaci¨®n bilateral con EE UU.
En esa l¨ªnea, el nuevo documento consagra el compromiso de Zapatero de no enviar tropas espa?olas al exterior sin la aprobaci¨®n previa del Parlamento.
Esta promesa ya se puso en pr¨¢ctica el pasado verano con la votaci¨®n en el Congreso del env¨ªo de un batall¨®n de paracaidistas a Afganist¨¢n y una compa?¨ªa de Infanter¨ªa de Marina a Hait¨ª, pero su conversi¨®n en precepto legal pasa por la reforma de la Ley de Criterios B¨¢sicos de la Defensa Nacional de 1980, con retoques en 1984, y ser¨¢ la principal tarea legislativa del ministro Jos¨¦ Bono en esta legislatura.
En otros aspectos, la pol¨ªtica de defensa definida en la nueva directiva es continuista con la anterior. Se mantiene la necesidad de fomentar la conciencia de defensa en la sociedad espa?ola y de potenciar la acci¨®n conjunta de los ej¨¦rcitos, para lo que se crear¨¢ en breve el Mando Operativo Conjunto en el Estado Mayor de la Defensa y se unificar¨¢n los servicios de inteligencia de los ej¨¦rcitos, poni¨¦ndolos bajo dependencia funcional del Centro Nacional de Inteligencia.
El Gobierno socialista ha mantenido los grandes programas de armamento en curso -como los submarinos, los helic¨®pteros de ataque Tigre o el avi¨®n de transporte A400M- pero la nueva visi¨®n estrat¨¦gica pretende superar la mera "modernizaci¨®n" de las Fuerzas Armadas y poner las bases de su "transformaci¨®n", lo que supone un salto cualitativo que costar¨¢ a?os.
Se trata, seg¨²n las fuentes consultadas, no s¨®lo de una transformaci¨®n tecnol¨®gica, sino de una nueva concepci¨®n basada en la movilidad, capacidad de proyecci¨®n y flexibilidad, que permita una funcionamiento "modular" y una actuaci¨®n "combinada", con fuerzas extranjeras, y "conjunta" de varios ej¨¦rcitos.
La ampliaci¨®n del Mando de Doctrina del Ej¨¦rcito de Tierra a la Armada y el Ej¨¦rcito del Aire es una de las medidas en estudio para avanzar en ese camino.
Pero el principal problema con que tropieza el Ministerio de Defensa es la consolidaci¨®n del modelo profesional, que est¨¢ lejos de haberse conseguido, a pesar de que era uno de los objetivos de la anterior directiva.
Con unos 70.000 efectivos de tropa profesional -frente a los 102.000 a 120.000 que marca la ley vigente-, Defensa prepara un paquete de medidas que pasan por una mayor presencia de extranjeros, el aumento de la tropa permanente, la mejora de la formaci¨®n de los soldados temporales -para facilitar su reinserci¨®n laboral- o la potenciaci¨®n de los suboficiales. Algunas de estas medidas requerir¨¢n la reforma de la ley del Personal de las Fuerzas Armadas de 1999.
Cuando se firme la nueva directiva, en un acto solemne en el Palacio de La Moncloa, se pondr¨¢ en marcha el nuevo ciclo de planeamiento, que incluye la Revisi¨®n Estrat¨¦gica de la Defensa, la Estrategia Militar y el Plan Estrat¨¦gico Conjunto.
La doctrina de la "anticipaci¨®n"
La Estategia Militar Espa?ola, firmada el 25 de julio de 2003 por el entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa, Antonio Moreno Barber¨¢, incluye la "anticipaci¨®n" como uno de sus principios rectores.
"La concepci¨®n estrat¨¦gica militar", afirma, "est¨¢ caracterizada por la determinaci¨®n de anticipaci¨®n al conflicto que expresa la voluntad de tratar de evitar la materializaci¨®n de los riesgos en agresiones contra la seguridad nacional e internacional. Con ello", agrega, "se consigue limitar al m¨¢ximo sus efectos tanto sobre los lugares de origen como en su posible expansi¨®n a otras zonas, as¨ª como en los medios a emplear. La anticipaci¨®n", concluye, "es fundamental para mantener la iniciativa y esencial para conservar la libertad de acci¨®n, aspectos ambos de gran importancia para paliar en el mayor grado posible los ambientes de incertidumbre inicial en que deben actuar las Fuerzas Armadas".
El p¨¢rrafo es lo bastante gen¨¦rico como para no concretar qu¨¦ acciones "anticipatorias" podr¨ªan realizar las Fuerzas Armadas espa?olas y qu¨¦ condiciones deber¨ªan darse para que ¨¦stas fueran aceptables. En la Revisi¨®n Estrat¨¦gica de la Defensa, que el Gobierno del PP pact¨® con el PSOE en diciembre de 2002, se eludi¨® el t¨¦rmino "acciones anticipatorias" por su paralelismo con los ataques preventivos de la doctrina Bush.
En cambio, se acept¨® la "prevenci¨®n"; es decir, "la acci¨®n encaminada a evitar que las tensiones, inestabilidades y crisis den lugar a conflictos y, en caso de que se produzcan, tratar de contenerlos en sus primeras fases [...] Se debe actuar en el momento oportuno y de manera ad hoc ante situaciones espec¨ªficas, mediante una adecuada combinaci¨®n de instrumentos pol¨ªticos, diplom¨¢ticos, econ¨®micos y militares", dec¨ªa la Revisi¨®n Estrat¨¦gica, copiando casi textualmente el informe Solana de la UE.
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